miércoles, 20 de noviembre de 2013

DESCOJONO EN LA CLÍNICA DE LOS HORRORES


!SUERTE! A MARIO ZORRILLA. MAÑANA VIAJA A AMSTERDAM PARA LA PRESENTACIÓN DE SU FILM "CRUSTÁCEOS".

Hay algo mucho más difícil que hacer reír o llorar, es hacer que té partas de risa ante una consumación de las escabrosidades más repulsivas y vejatorias contra la dignidad del ser humano, tomado como cobaya para experimentar la curación o exagerar una venganza. Y por ello hay que felicitar, entre un excelente capítulo, a María Bouzas y a Inma Gamarra. Aún me descorono sin parar. Al estilo de Mel Brooks, con “El jovencito Frankestein”, desmitificando tan burlescamente él andar recomponiendo chandríos con el cuerpo humano de los demás, mientras  se parodia la atmósfera de un laboratorio con ratas montenegras, como esta tarde en PV: “Francisca” y “Jesusa” camino del calvario al gólgota del  baño en plan Polard Express
La tragedia es delirio de humor negro concienzudo, con malísima baba pero hilarante como para hinchar un globo aerostático. Una enfermera con cara de pirada, amenazando a una genialísima “Francisca” con espectro facial de haber visto a la Hacienda Foral de Guipúzcoa vagar por su subconsciente, pobre ceruminosa vestida para el sacrificio, presta a la perrería de la “Jesusa” de introducirla en un aseado baño helado, con la intención de castigarla hasta que se escarche. Es que me partía. Pocas veces me he reído tantísimo en PV, ni con los alienígenas y piradísimos de los “Mirañares”.

Una Inma en su interpretación apoteósica, de loca y delirante ante una patitiesa y defectuosa con carrito móvil camino del cadalso. Extravagante, acojonante, momentos trastornados y exaltados que se carcajean de todas las historias descabezadas que ocurren en hospitales con una muy alevosa jocosidad, surgida de una ilógica que llega al humor más verde y provocador que conocemos.
Inma me encanta. Y le animo a seguir trabajando en esa profesión, parecida a la mía de muchos desengaños, porque lo hace genial. Las dos actrices tocan el piano en la composición desmesurada de unos personajes llenos de gracia macabra. Inma es comedidamente histriónica y más puñetera, es enormemente graciosa con esa voz  a lo Julia Gallego o Selica Torcal en los doblajes. Y María Bouzas, contemplando impávida cómo le trata el tiempo y la venganza del mismo sobre sus pellejos, es de no poder contenerse de lágrimas de tanto desternillarse.
Es que me duele el cuerpo de tanto descoronarme. Mi exquisitez brilla por su ausencia en momentos como este. Soy una persona muy sencilla capaz de descojonarse con un "Aquí huele a Francisca hibernada en una bañera con agua del polo norte". Me recuerda a un momento de  aquel jocoso filme del genial Louis de Funès, por cierto Louis era en vida pariente de nuestra compañera Juli Labeguerie, “Hibernatus”, cruel, deliciosamente encantador, lleno de humor, ternura, miseria humana y encarnizamiento. Adorables María e Inma.
Un capítulo extraordinario por esa tela de araña en torno al criminal “Fernando”. La desaparición de la “Doña” ha creado un ambiente catalizador de los desencuentros Los personajes, sin la cobertura despótica de una dictadura impuesta, libremente, se están encontrando y enfrentándose, encontrando planos lúcidos,  para poner en la picota a la bestia inhumana del “tranquicojeras”.
Excelentes Loreto, nuestra apreciada donostiarra y Carlos sublimes. Como siga así de impresionante en cuanto a su interpretación, cuando le vean en un comercio van a llamar a la autoridad pensando se ha escapado de PV. No ha tenido desperdicio toda la secuencia. Secuencia de glamour en “María”, perversidad en “Fernando” y de psicología en manos de una señora madura y doliente.
Secuencia a pleno gas. Brillo y talento en un guión que pudiera ser convencional y sofisticado, de riña dominguera en una comida familiar pero que, con la dirección e interpretación, te estalla en el plasma televisivo por la valentía de “María” y su enconamiento hacia el ser más despreciable de la tierra que tanto asco le da y que ha descubierto en su abyección, con celada incluida. Sacando talento y dejando a un guiñapo de hombre retorciéndose de impotencia ante una rebelión con bofetada en su alma negra ante la respuesta de su sagaz esposa; frente a la incapacidad de dominarla y la imposibilidad de parar los cuernos; encontrándose más castrado que en lo sexual que esa es ya crónica. Un intento de agresión incluido que denota la bajeza de este personaje, hueso a taladrar en el garrote en una fría mañana, al alba.

Secuencia que ha tenido su continuación en el arrebato de "Emilia", una loba defendiendo a su hija, que puede resultar de lo más peligrosa, enfrentándose a un cínico y muy seguro de sí "Mesía", momento impagable en el serial de hoy. Tanta ultramasculinidad de "Fernando" va a acabar pero que muy mal. Ritmo espitoso en una escena vibrante. Estos días se luce Sandra Cervera. Y su zenit entre "Fernando" y "Martín", en la visita a la "Casona" para entregar la herencia, dos  que un día se van a matar o alguno de los dos lo intentará con la dinamita robada. 
Momento visual sombrío y muy intenso.
 
Poesía de los sentidos en "Isidro" y Rita". El perdón y la angustia del que sabe se va y de los que le rodean que conocen que se quedan huérfanos. No sé si será verdad lo que este manipulador compulsivo está padeciendo ahora, que pasa por saberse que desaparece para siempre del mundo de los vivos. Yo no me fío que siga camuflando indulto tras lo impotente y desmejorado de su comportamiento imperdonable, con otra vuelta de tuerca a la teatralidad del desahuciado por enfermedad mortal.Un niño grande que puede haber caído en su propia invención truculenta, la de su enfermedad atávica. El horror se transforma en amor en los hermanos, la enfermedad en cariño por parte de "Rita" y entre todos, solidaridad de familia reunida. La cosa no iba de buenos y malos, sino de consanguineos que lloran por verse separados por la parca. Un homenaje de PV a las suplantaciones en el cine, en su ficción, a esos borradores que hacen las personas para improvisar comportamientos deshonestos y a esos bosquejos que configuran los demás con la desazón que procuran los primeros. Me ha recordado Jorge Pobes a un exalcalde de un pueblo cercano a San Sebastián, Pasaia, lingüista, colaborador del Festival del Cine y de nuestra emisora Urdin Irratia durante varios años, Xavier Portugal, que nos convocó para presentar un libro sobre historia de su pueblo. Fuimos los medios y público, una tarde a ese lugar; él sabía que se moría y en la charla y muestra de su trabajo, muy enfermo, se quedó mudo, empezó a llorar y nos dijo con una voz áfona: "!Me muero y no quiero!. Fue la última vez que le entrevistamos y ante el micrófono de nuevo sollozó y corté la emisión. No pude seguir. Nunca más le volví a ver.
 Dos momentos y consecuentes registros, esta tarde con "Aurora". En la tristeza que sigue a momentos intensos vividos como respuesta ante una gran calamidad. Cuando le regalan la pepita de oro.
Siempre he defendido el caudal de nervio e intelecto, sensualidad, ingenuidad y rebeldía que anida, en sus interpretaciones cerebrales o alocadas, Ariadna. Su entrada como hija de "Pepa" será inolvidable. Con Alex se le notaba algo nerviosa y cohibida y el guión no supo dar la importancia de un padre perdonado por su hija y un trasfondo de continuidad. Como también le han amputado de abuelo. La secuencia del perdón, en el lugar donde murió "Pepa" es antológica. Y sus encuentros con "María" y "Emilia", figuran entre las secuencias más hermosas de su interpretación. Tiene una bella voz antigua que suena a doblaje de la Metro, en la Barcelona de los 40. Como Helia Romero y Leonor Fábregas. Su personaje, y no digo que no tenga que aprender, por supuesto, pero obtiene buenos resultados cuando está descargado de sutilezas y desprovisto de complejidades, centrándose sobre todo en sus arrebatos más revulsivos y en sus aires sobrados que se evaporan como el humo para dar paso a una mujer frágil, maravillosa y encantadora que abrirá un día su corazón a la persona equivocada, como todos. La vida de una  descariñada la hizo esquiva y desconfiada, llena de vulnerabilidad y de determinación, nerviosa e insegura se agarra las manos para autodefenderse, algo cobardica que intenta superarse con una osadía no exenta de razones y valor pero que puede resquebrajarse en cualquier momento. Me gusta mucho.
Llega la Navidad. La fruta escarchada, el melocotón en almibar y el palo del subidón comercial. Pero para ello, "Mauricio" que será un jubilado de oro gracias a "Fernando", ha preguntado sobre el precio de favor que supone se ha etiquetado para algunos vecinos como él. Virilidad y sagacidad, en "Mauri" y "Rosario" en periodos de crisis de autoestima y de sablazo de usurero. Summa cum laude de los hombres y mujeres contemporaneas. Y golosos que lo son. Llega este solsticio de niños y de niños grandes.
Y en  esta foto, la última, una mirada para morir de infarto.
Dedicado a los actores y demás stras de PV




1 comentario:

  1. He recibido algúns crítica por la jocosidad que me produjo la secuencia entre María e Inma. Geniales las dos. Cuando escribí ello lo pensé, pero decidí transcribir mi estado de ánimo, de morirte de risa, ante tanta crueldad tal y como yo lo capté en la realización de la secuencia, de esta y de la mayoría de las que comparten María e Inma. La ficción no es el mundo real, admite ciertas licencias, entre ellas la exageración y el humor negro, que no son irrespetuosas ni frivolizan una tragedia. Ejemplos hay muchos. Pepe Isbert fue un "Verdugo" cachondísmo. Berlanga, en "Vivan los novios", de la muerte de una madre hizo un enredo bufo y hasta la puso con hielo en la bañera y del matrimonio un descojono total. En "El pisito" ,una gran desgracia, es motivo de pasarte hora y media riéndote. En "Plácido" la burla hacia la caridad es total. Es que PV entronca en esta secuencia, para mí, con el humor más negro de aquel cine de denuncia, crítico, de mordaz ironía, de ácida sátira sobre situaciones sociales o políticas, un cine que te mete el corazón en un puño a través de lo burlesco.No es jocoso, es muy triste, pero la narración es hiperbole pura. El cine de los 50 y 60 que revulsionó la cinematografía española. Gracias por opinar

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