viernes, 11 de diciembre de 2015

LA SOMBRA DE LOS COMUNISTAS / TRAFICANTES DE SUEÑOS


HOY HACE UN AÑO

PRESENTACIÓN DE MI LIBRO.




ACTRIZ: ANABEL ALONSO

CON: EUGENIO BARONA, JOSÉ ANTONIO SAYAGUÉS, JUANMA LARA, NATALIA RODRÍGUEZ, BÁRBARA MESTANZA Y ARMANDO DEL RÍO.


Aunque la entrada de una pobre chica en las filas del Partido Comunista español es para mí un momento muy interesante, lo mejor de la tarde ha sido la confesión y crónica de varias violaciones que narra quien las padeció, "Benigna" a "Elías Roncero". ¡Bien por Anabel Alonso!
Por mil veces que se cuente no deja de ser cruel y desalmado y habría que recordarlo casi en cada capítulo porque si en España y en tantos lugares se abusa de las mujeres con linda impunidad, la violación es el cenit de humillación y violencia más execrable. Decirlo aunque la carga de trinitrotolueno que lleva pueda explotar en la cara de muchos y su violencia emocional pueda herir muchas sensibilidades. La televisión y el guión deben reflejar esta lacra que machaca  a las mujeres, debiendo hacerlo con absoluta sinceridad y vocación de denuncia y advertencia, sin escatimar detalles. ¿A cuantas pobres estos miserables franquistas del dinero no violarían en los misérrimos pueblos españoles? Esta tarde hemos pasado de nuevo los espectadores por el calvario de esta mujer que no se rinde y que busca la justa venganza incruenta, inteligente, desplumando a "Pedrosa" lo que es lo mismo que dejarlo sin poder, capacidad de corromper e influencias.
Como poderoso ha estado hoy "Perona" porque, aunque creyera que pudiera conmover a su hijo, aún resulta más miserable y lastimero porque matar es imperdonable. Si una mujer no te quiere, debe irse y tu dejarle. Jamás esclavizarla, apalearla y en un arrebato lanzarla contra el suelo y romperle la cabeza. Un acto atroz que no certifica la eximente de haber sido no querido.
El adulterio de su tiempo condonado por el amor que sentía su esposa por un preso; nada se puede hacer cuando dos seres se aman y nada es racional ya, sólo sentimental.



Sí que en el capítulo de hoy sobre la filiación de "Leonor" al PC hay una realidad que algunos vemos bajo dos prismas. El más benigno esa honesta y valiente decisión personal por parte de los chicos y chicas que se afiliaban. Primer prisma: el de pensar en que este país debía cambiar y la pregunta de cómo ayudar a los más necesitados, así como la valentía de saber lo que le esperaba alguno teniendo el carnet del PC (como le advierte "Pelayo" a su nieta"). Segundo prisma: desde el otro lado del espejo, la de la marrullería y maquinación de esa máquina absolutista para alcanzar el poder, que era el partido, que no repara en formar cuadros de activistas que se la jugaban, adoctrinando y engañando, para un día alcanzar ese paraíso comunista que jamás ha existido porque buscaban el consenso entre aparatos de Partido, el poder a cualquier precio y la "pasta". El Régimen era odioso y la gerontocracia de ellos también.


Todo aquello por lo que incluso fueron fusilados militantes de células, acabó después como se esperaba y por supuesto no sirvió para nada. Toda la heroica sangre vertida por est@s chic@s fue en vano. El siniestro Carrillo, así como los demás jefes políticos autonombrados por ellos mismos y sin Cortes Constitucionales, firmaron la rendición en cuarenta minutos ante una llamada de Suárez y sembraron la salida a los franquistas con gran parte de ellos y sus aparatos. ¡Triste en verdad!
Aquellos chicos como "Leonor" estaban empujados por ideas nobles, por un gran entusiasmo, espíritu de sacrificio y por su más descarnada sinceridad. La "Pasionaria" y Carrillo eran criminales y se aprovecharon de ello. Y en las primeras elecciones generales recibieron el corrector de donde la gente les veía como representación en el Congreso. Exigua. Posición que, años tras años, buscando siempre el confort y la posibilidad del consenso que le supusiera sobrevivir, han mareado la perdiz hasta ya desaparecer. Aquellos chicos y chicas nunca fueron libres ni iban a cambiar nada, sólo dar espacio de poder a los jerifaltes que llegarían después tras la muerte de Franco, en hedor de multitud. Unos traidores. Al final, su verbo lacerante y despiadado con todo y contra la libertad y la razón, y la pérdida de poder que acumulaban, generaron tantas disecciones y se envenenó con tanta desconfianza que han terminado tirándose los trastos y pactando con quien sea buscando la supervivencia. Hoy están el el pesebre de donde les quieran.



Hay que agradecer esta secuencia, que ya tuvo sus precedentes, sobre cómo refleja el nacimiento del compromiso político que aunque, visto desde hoy, era un abuso y una mezquina manipulación repleta de demagogia por los jefes comunistas, merecer ser contados y homenajear a estos benditos infelices que creyeron que con la lucha y sacrificio, tras la muerte de Franco, llegaría el socialismo, el bienestar y la justicia. Esta secuencia traslada el compromiso de la mujer con la conciencia de clase y nos traslada esa crónica de miseria y silencio, pobreza, explotación por el trabajo, como de igual modo la incorporación de la mujera la cultura y mercado laboral. Siempre he defendido a  aquellos tiempos y a sus gentes pero no gusto a muchos porque yo no soy un periodista de partido político y sí un altavoz de unos tiempos que merecen ser contados desde otros prismas. Hoy de hecho y herencia del sectarismo comunista y del oportunismo del socialismo, el que no aplaude a líderes y programas, es facha. El que piensa es un renegado. El que denuncia, un rencoroso.



Ya el cine italiano de los 60 lo explicaba sin concesiones y de modo sincero aunque cruel que, la lucha política y económica de las clases populares a través de partidos burgueses (todos lo eran), acaba como estaba todo al principio; los ricos siguen siendo cada vez más ricos; la burguesía alidada con el socialismo detenta el poder y hace con él lo que le viene en gana y los muertos solos y tristes en el camposanto. ¡Es lo que hay y hubo!





Un beso trampa de una belleza y coincidencia loables. Que contrasta con el vacío que siente en ese momento el personaje de "Contreras" y nos habla de lo engañoso de la apariencia y de la maldad de ese nazi médico de Franco tan acostumbrado a los experimentos humanos y psicológicos. Que aunque él no estaba con ella, sí que también oculta algo. Juegos ocultos por parte de todos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario