lunes, 22 de enero de 2018

CRÓNICAS MUTANTES: BILBAO BAJO EL TERROR


En la progreta Euskadi todo es atención, consultoría y alusión peyorativa a la bondad volcada sobre unos inocentes menores criminales que, en muchos países, entrarían directamente ya en la cárcel. Por haber cometido un homicidio sobre esta pobre pareja de ancianos de Otxarkoaga, víctimas de menores que están zurrando de lo lindo a Bilbao. Incluso, la progredumbre,  nos alecciona sobre la percepción errónea que supone, cara a la realidad, quedarnos en la crueldad aparencial de estos crímenes y violaciones, sobre todo el de los pobres ancianos rajadas en mil cuchillazos, que parece ser no nos otorgan fiabilidad en su impresión consciente de la realidad sanguinaria apercibida o supuesta, ya que tampoco hay certeza de que tenían intención de matar o ensañarse con los pobres jubilados. Nadie que no sea un sádico, aunque sea menor de edad, puede llegar a matar con tanta ferocidad y ensañamiento como quien lo ha hecho. Por cierto, hay ya tres detenidos, menores, que han ingresado en un centro de menores. Que como son de raza gitana todo es complacencia y deseo de recuperación entre tanta dulzura y ternura hacia ellos con los magníficos y cordiales planes de recuperación que tan buenos resultados aportan en la recuperación, el 80%. Y de los ancianos nadie se acuerda ya. Y ante tanto bobo perdonavidas, una población muerta de miedo, que comprende de sobra lo que sucede y por qué se ha llegado a este punto sin retorno y con un sentimiento de impotencia de rabia que hace insufrible vivir en una ciudad así. Por cierto uno de los detenidos por el asesinato de los ancianos estaba fugado de un centro de menores.



La ciudad de Bilbao está asustadísima y muy preocupada. Aterrorizada. Sin gobernantes  a la altura, con este sistema judicial inoperante, con una policía vasca que es una ineficacia absoluta y medio de baja siempre y con el miedo en el cuerpo porque estamos hablando de bandas muy peligrosas, de menores, de padres insolventes y sin que nadie defienda al pobre súbdito. El alcalde incompetente filosofa sobre lo multidisciplinar de la responsabilidad, del sistema educativo, los fracasos sociales de nuestra sociedad; la culpa es nuestra, cuando a él lo que se le exige y al “maisu” de la inoperante Ertzaintza, es actuación policial, que en este caso tras los dramas vividos en los últimos meses, no tienen los policías mucha idea sobre las bandas que se encuentran detrás de estos robos sanguinarios, apuñalamientos de ancianos inocentes, homicidios, asesinatos, asaltos, violaciones, palizas y camorra y la policía ahora comienza preocuparse. Hay detenciones pero no está nada clara la cosa.



A raíz del homicidio de Ibon Urrengoetxea, la Ertzaintza parece movió las posaderas: Detuvo a dos menores de edad, de trece y dieciséis años, uno inimputable y al que no se puede detener por menor de trece años y que se presentó en la comisaría con su padre y abogado. Quien fuera, cometió el homicidio en la noche madrugada del 23 de diciembre e inmediatamente la casta política del PNV, a través del portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, que dijo conocer a la familia de este ex jugador asesinado, diciendo que “era un caso excepcional por la edad del supuesto autor”. Para arengar contra la temprana edad de los catorce años, terriblemente joven para el oligarca vasco, según él, para responsabilidad e imputación penal. Y que con subir la edad penal y seguimientos, la cosa funcionará. Es evidente que con esta progresía carcundiosa del PNV, podemos comenzar a preocuparnos. Esto sólo lo puede escupir un facha vividor de político de España o Euskadi, que tanto da. 


Nadie demanda bajar la edad hasta los ocho años, como ironiza Aitor Esteban, eso es una exageración, pero flaco favor hace  a la justicia este bien comido peneuvino, y que bondadosamente mira hacia otro lado, que si la víctima fuera de su familia o partido, no pensaría o actuaría de igual manera. Comprendan cómo en Euskadi, en Bilbao, con esta gentuza de partidos, haya tanta impunidad y delincuente suelto.


En torno a los ancianos de Otxarkoaga, la millonaria policía vasca ha detenido a dos menores de 14 años; un crimen sádico con una violencia exagerada hacia dos ancianos olvidados de todos porque son mayores. Todo con una saña y violencia inusitada. Parece que hubo un intento de robo; el piso estaba completamente revuelto, lleno de sangre en paredes y suelo, los cadáveres cosidos a cuchillazos y las cabezas aplastadas. Las asociaciones subvencionadas con nuestro dinero ya han puesto el grito en el cielo porque se ha filtrado que loa supuestos criminales son de raza gitana; que ello es circunstancial. De este modo o no, es lo que hay y por lo tanto se denuncia. Podría haber sido de cualquier etnia, pero ha sido como parece supuestamente es. 


Y si desde luego ha sido alguien de raza gitana, antes que pedir calma a la gente del barrio para que no arremetan contra los gitanos, que se genere una alarma social negativa para los de esa etnia en el barrio, que les digan a los gitanos que sean los primeros en condenar este crimen repugnante. Y el caso judicialmente se trata igual que con autores de cualquier lugar del mundo. No escucharemos denunciar a estos regados por subvenciones condenar a los autores. Hoy por hoy, Bilbao es una ciudad insegura. La ciudadanía, a pesar del alcalde pasota que tiene, así lo percibe. Y es que hay más delitos que se están cometiendo ante el estupor general: el 29 de diciembre, un grupo de menores violaron a una menor en Barakaldo. Otros jóvenes, en el metro de Abando, pegaron una paliza a dos chicos, uno de los cuales perdió un ojo. Y no sabemos quién perpetró estos delitos. La Ertzaintza poniendo multas y los gobernantes disertando sobre la independencia.


Las asociaciones no tienen que analizar nada. La policía y los jueces son los únicos, el resto es un cuento. Lo que la prensa calla es que todo esto recuerda a las bandas y la droga de los 80. Hoy, en Bilbao, se cobra mucha RGI que se gasta en billares y salas de juego, mientras que luego se delinque para comprar droga o repartirla. Hay gente que vive desde siempre muy al margen de la ley, hoy apoyada por asociaciones subvencionadas enemigas de la gente pacífica y tranquila. A final la culpa es de los ancianos, de los que pasean, de los que fabrican cuchillos, de los profesores, del ama de casa, y los menores nunca delinquen y son inocentes. En Euskadi estamos en manos de gentes que siempre han visto con buenos ojos y perdón el asesinato por parte de la sociedad, que obtienen votos de esa calaña animalesca, y que jamás comprenderán que, las leyes, deben proteger a las víctimas y familias. Y en Euskasi se legisla siempre favor del delincuente. Claro que hay que plantearse la edad penal; sólo un monstruo con plena conciencia machaca unos seres indefensos como en Otxarkoaga. Lo que ocurre en Euskadi estos días son actos dolosos, nada irreflexivos, voluntarios y no se pueden perdonar.



Menores pueden cometer los mismos delitos que los mayores pero la sociedad se lo permite y lo tolera, cuando no lo compadece, y se alienta la criminalidad. Son niños para delinquir y pagar por sus actos, pero para exigir derechos de toda índole, cobrar a través de sus familias la RGI son adultos integrales. Es la corrupción de falsos políticos buenistas y otros subvencionados seguidistas que han desarrollado durante décadas, cargándose la libertad de las personas honradas y trabajadoras y protegiendo a la delincuencia en todas sus facetas. Un fascio politiquero nos ha colocado frente al delito, con la complicidad de la justicia y el apoyo de Soros. Y una sociedad corrompida que si el supuesto asesino es español y más si ataca mujeres, está todos los días en la prensa; mientras que si es de otro lugar, como con los ancianos de Otxarkoaga, nadie se reúne en la puerta de ese infecto ayuntamiento para defenderlos y rogar por su memoria. ¡Repugnante política de oligarcas españoles!



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