CRÓNICAS MUTANTES: UN TRAJE A MEDIDA DE EDURNE ORMAZABAL

Como el dinero no es suyo, los políticos, sobre sus propios fracasos de los que no responden jamás,  inventan ocupaciones para tapar rotos y que encajan a los mismos de siempre y a pagar los demás. Como este es el caso que nos ocupa.

Lamentable fue la gestión de Tabakalera donostiarra en su génesis. Quiero y no puedo. Para llegar a lo que es hoy Tabacalera, o sea nada salvo un bolsillo roto, se tuvieron que sortear muchas turbulencias que frenaron la puesta en marcha del centro más de lo esperado. A muchos, tratándose de partidos políticos que querían mangonear y llevarse grandilocuencias, más poder y maná para los suyos, no nos extrañó. Cambios en la dirección (como en el San Sebastián 2016), en la definición del proyecto cultural, recortes presupuestarios... Josean Muñoz, abandonó la nave en 2010 tras cuatro años al frente cuando las instituciones públicas (Gobierno Vasco, Diputación de Gipuzkoa y Ayuntamiento donostiarra) decidieron "redimensionar" el proyecto hasta empequeñecerlo, reduciendo 5,7 millones de euros en el 2013 y quedando su coste total en 50,3 millones de euros. Pasaron dos años de disputas y encontronazos políticos, hasta que en junio de 2012, Ane Rodríguez, asumió el timón y consiguió templar los ánimos y poner en sinfonía a los tres patronos públicos. Para entonces hubo que aminorar costes y pasar de una inversión inicialmente prevista de 93 millones para sufragar las obras a los 51 millones que finalmente se han requerido. Ane Rodríguez continúa, pero asoma de nuevo una mujer que tiene el don divino de la ubicuidad: Edurne Ormazabal. 

Primero, se piensa en la persona y luego se confecciona el ropaje. Ahora le han creado un nuevo cargo en Takacalera a Edurne Ormazabal que lleva 30 años en los mejores puestos de la EITB, radio y televisiones públicas, Canal Plus con programas de cine y ceremonia de Óscar, Zinemaldia, presentación y ruedas de prensa del Festival del Cine de San Sebastián, Coordinadora de Euskadi Gaztea, A3 Radio, Eitb.net, Diario Deia, Herri Irratia, Directora Comercial de EITB; en lugares diversos y en ocasiones al mismo tiempo. ¡Qué suerte! Tantos trabajos y otros, ninguno y debiéndose marchar de Euskadi. Sin que sepamos nada de si ha habido o no concurso público; no lo ha habido. Es un cargo a dedo del consejo de administración de tres instituciones en una situación económica muy delicada económicamente para Tabakalera. Un momento de enorme esfuerzo público de dinero inyectado de nuestras carteras a través de presupuestos públicos. Instituciones que están todas encantadas con esta señora. Y lo pagamos los demás.  

Como jamás ha funcionado Tabakalera, y ahora tampoco, han buscado entre sus habituales a una persona que consiga "dotar al centro de mayor coherencia, incorporar a las industrias culturales, atraer a nuevos públicos y mejorar la comunicación". Después de la millonada gastada, el Centro, es un mole pétrea aislada del público, artistas, dominada por la marca Tabakalera y sin nada que ver con los anhelos para los que surgió. Pero para alcanzar los objetivos previstos, hay que buscar al mejor y en concurso público; es lo justo. Cada institución, Ayuntamiento, Gobierno Vasco y Diputación aportan, entre todas, 5.852.529,30 euros. ¡Una barbaridad! Y, con legalidad o sin ella, no hay derecho a no convocar un concurso público. Y ahora, como todo es un desmadre, le han creado un flamante cargo inventado a una persona que es abusiva en la presencia, dirección y administración de organigramas y medios públicos, gestionando a diestro y siniestro y asomando en muchos; dotando de un puesto laboral inventado para una señora que ya aburre y que tiene las mismas cualidades que muchas otras personas tiradas que están por ahí. Con Franco trabajaban los del Régimen y ahora los mismos, los  propuestos por el Estado de Partidos.

Es que yo considero algo inmoral que ese puesto sea concedido a dedo. E incluso que tal cual es la situación del Centro, que sólo ha generado 3.000 euros de ingresos en un año, se aporte semejante inyección de dinero público. Un Centro lleno de oficinas, refugio de burócratas oficiales, enchufados de organismos, sin apenas actividad y una ruina total. Casi todo lo que se prometió, ni se ha planteado después de la inauguración.

La selección se ha hecho en despachos donde "porque lo digo yo", Edurne, refleja que es la mejor. Que por cierto es psicóloga, dicen responde al perfil adecuado, con una trayectoria vinculada a los medios de comunicación y la dirección de equipos. Por eso tanto donostiarra preparado abandona la ciudad. Tanto joven y que podría aportar, en concursos públicos, lo mejor de sí mismos para este puesto. ¡Ya vale de esta señora! No existe ninguna necesidad de crear esta figura. Ya se encontraba Ane Rodríguez y que continúa como Directora Cultural; la misma, nos avisaba, en mayo, que hacía falta una persona para gestionar la relación de los que convivían allí. Dos apuntes: Ella no tendría mucha mayor razón para seguir en el Centro si llega Edurne. Y yo suponía que la persona que han contratado será para algo más que para que el personal conviva mejor. Se han creído de verdad que es un lugar para ellos y su convivencia.

Yo no sé qué tienen algunos que criticar o menospreciar de los hombres, estas personas que acaparan unos privilegiados puestos de trabajo; metidas por los partidos políticos; que restan posibilidades al hombre y a muchas mujeres porque sólo ellas copan estos trabajos y acceden sin concurso a puestos de esa envergadura, creados ex-profeso para ellas porque Markel Olano, el Gobierno Vasco o Eneko Goia están encantados porque hasta son rostros de la televisión.Esta es la realidad de Euskadi y Donostia. Me gustaría que los mencionados convocaran una rueda de prensa para que respondieran a varias preguntas: ¿Para ustedes es lo mismo gestionar un medio de comunicación que una Tabakalera? ¿Sólo ella merece ese puesto o ronda alrededor de algún partido? ¿Cuáles otros candidatos se valoraron? ¿Colaborar en actividades culturales es suficiente para dirigir una Tabakalera? ¿Qué eventos culturales han sido? Actividades culturales en Euskadi, muchos las han dirigido. ¿En qué actividades e iniciativas promovidas por la industria cinematográfica audiovisual y musical ha participado con una base sólida para dirigir semejante monstruo de Tabakalera? ¿Presentar el Festival es un mérito que acumula puntos para dirigir Tabakalera? ¿Cuáles son las industrias culturales y los nuevos públicos a los que piensa atraer? ¿Cómo piensa  mejorar la comunicación creativa esta señora? ¿Cuánto va a cobrar esta persona? Un traje a medida y un trabajo para esta persona que lleva décadas en todo y cobrando más que muchos hombres y mujeres, pobres marginados porque no son de la gracia de los partidos políticos.

Si la gente no va al Museo de San Telmo. ¿Cómo va a acudir a Tabakalera? Ubicado el Centro alejado del centro de la ciudad y en un lugar carente de aparcamientos y hay que pagar y mucho por aparcar alejadamente,  en un caótico barrio de Egia, cerca de donde estuvo el cine Dunixi que fue desgraciadamente un fracaso porque no tenía apenas público, Tabakalera se creó sin mayor idea de lo que allí se iba a desarrollar y que suponíamos sería inmantenible. Lo dijimos pocos, pero acertamos. Cuando hoy se habla de “ampliar actividades”, es que ni se pensó en las mismas ni las había. No había nada que aglutinar y, hoy con este nuevo cargo, tampoco porque no hay nada sino paja y coleguismo de los mismos que se reparten los trabajos  institucionales de la ciudad. Es la casa de los mismos de toda la vida. No existe ni como Centro Internacional de Cultura Contemporánea ni existen iniciativas como tal; las actividades públicas programadas son escasas; que yo sepa no es un centro de profesionalizar artistas o creadores y de todo lo prometido sobre generar y compartir conocimiento y sus cuatro ejes de trabajo que configuraban su programa: prácticas artísticas contemporáneas, mediación, laboratorios de cultura digital, no se ha sabido vender nada de nada. 

De la biblioteca de creación es que ni se conoce existe; del “pensamiento contemporáneo”, menos aún y de la "Mediación" con los ciudadanos, inasistida. Todo fue un cuento como su fantasiosa pretensión lo anunciaba: “Ecosistema cultural”. Y lo que se programa es tan pijoprogre que no conecta con  los gustos de nadie, ni interesa, a gusto de la marcfa Tabakalera. Es una quiebra de proyecto y un gasto inconmensurable que lo estamos quitando de nuestros dineros para dormiten allí oficinas de toda una fauna de un llamado "ecosistema cultural", en el que conviven el Festival de Cine de San Sebastián, el Instituto Etxepare dedicado a la difusión del euskera y la cultura vasca, la Filmoteca Vasca, la Fundación Kutxa, Zineuskadi, proyecciones del Festival sobre Zabaltegi, proyecciones de cine y San Sebastián 2016 que ha sido un timo monumental. Se hicieron una Tabakalera para ellos.

Jamás ha sido un espacio para todos, con cabida para artistas que trabajan, así como de atracción de artistas internacionales y de muy diversa procedencia, donde se fueran a generar corrientes de reflexión crítica, y sobre todo un lugar de acogida; es desangelado y partitocrático. La gente nunca ha sentido gran curiosidad por este edifico, salvo el día de la inauguración, ni es algo suyo sino de los vividores del Régimen; casi ni se ha acercado a participar y el espacio a conquistar y disfrutar es todo. Nunca se ha identificado como un centro cultural con diferentes usos y lo más sugerente fue el lunch que dieron a deshoras en la inauguración para que el populacho no zampara.  

Toda esta broma, que no la levanta Edurne Ormazábal, cuesta casi cinco millones de euros a una pequeña provincia. Un pozo sin fondo y unos deficientes gestores absolutos, felices de haberse conocido, administrando el mismo. Y aquí llega Edurne a esta tumba faraónica de Tabakalera que no redunda ni económica ni culturalmente en San Sebastián.