miércoles, 3 de enero de 2018

EL FALSO MISIONERO DE LA MISERICORDIA



Es normal que un papa satánico y judeomasónico, que hace el saludito de la cabra satánica o usa del símbolo de los Huesos y la Calavera, un Illuminati peligroso, que ha descubierto que Luzbel es Dios, no apoyará jamás a los católicos y blancos perseguidos y asesinados en su propia Europa. Con el diablo no se dialoga o se le escucha, se le combate a vida o muerte. Y mucho menos si se disfraza de misionero de la misericordia. 


La superestrella mediática del año, nominado por una televisión gay holandesa, en El Día Mundial de la Paz, ha arremetido contra los europeos que piden mayor control de fronteras. Yo lo tengo claro. Él, como Jefe Supremo del Vaticano, este Papa, puede acoger intramuros de su corrupto Estado del Vaticano a varios miles de personas inmigrantes, como ya fueron acogidas en la 2ª Gran Guerra, salvándolas de los Nazis. ¡Qué mejor que entre tantos tesoros vaticanos, compartiendo, unos inmigrantes sus tesoros culturales, enriqueciendo al lóbrego Estado curil al tiempo que dándole lustre y policromía entre sus tétricos pasillos y escaleras siniestras!  Tiene sitio, dinero, caudales y disposición. El hipócrita de Francisco lo tiene muy claro y le toca dar ejemplo de su predicamento.  Porque, de lo contrario, si no les abres las puertas y fronteras de tu Estado, constituirá un ataque a la dignidad humana de los inmigrantes.


¡Francisco! Tienes que ser el primero en dar ejemplo, menos satanismo, comerse los mocos como los Illuminati  y más representar al buen Dios, creyendo en él. Adelantarte a todos en acoger a estos pobres, protegiéndolos y dándoles una vida digna dentro de tus muros y fronteras, promover la mezcolanza entre sebosos jerarcas a los que la comida les sale por las orejas y pobrecitos famélicos que de vez en cuando comen arroz y así integrarlos en el ajuste a la doctrina social de la iglesia. Mejor que en ese lugar santo, en ningún otro podrán apercibir a Dios. 


Supongo que no tendrá pavor el Vaticano o él en riesgos para la seguridad de un mausoleo donde mora Dios justo y justiciero o pensarán en el coste de ello. Todos los hijos de Dios merecen vivir lo más cerca de él. O sea, en el Vaticano. Así, aparte de la palabrería, mostrará al mundo la coherencia y bondad de su deseo de integración de los huidos; que no hay que tenerles miedo; que son buena gente; lo bien que se siente uno cuando deja de lado la xenofobia y aleja la discriminación racial y se encomienda proteger a sus “palomas” como mandó hacer el Maestro de todos ellos. 


¡Que mejor que mostrar al mundo en la televisión vaticana cómo se les quiere y ayuda y se les arropa de dignidad a los desfavorecidos por cuestiones racistas, económicas, de seguridad y culturales! Que, dentro de sus muros, comiendo y vistiendo gratis y hasta ocupando los coquetos desvencijados jardines vaticanos, son felices lo que nada tienen gracias al para y su séquito de cardenales orondos y enciclopedias del dogma. ¡Lo que puede ganar un enriquecido Vaticano haciéndose partícipe de las aspiraciones de los valerosos que han recorrido medio mundo para encontrar la bondad, la fe y la justicia! Y para que, por primera vez, sea en el estado papal, donde se dé primer ejemplo y entren legalmente los que huyen del peligro y sean recogidos en seguridad absoluta en su exilio tormentoso. A partir de ahí, ya hablamos. Porque pedir acojan a unos dignísimos señores, sin explotación y con mucho amor, pidiendo desarrollos integrales o educación, cariño, comprensión y facilitarles salir al encuentro de sus hermanos europeos, y no dar ejemplo… ¡Como que no!


Yo, Papa, lo tengo muy claro. Ya que te has puesto a bendecir al recién llegado… ¡Que se note! Que sea entre las piedras del Vaticano donde comience ese aprendizaje a participar en la vida en quienes te acogen, desarrollando una línea de enriquecimiento mutuo y de colaboración fecunda con el alto clero. ¡Luego, ya comentamos Francisco! Que no se preocupe. Que nadie le va a quemar su santuario como algunos hacen con templos llenos de cristianos durante la celebración de la misa ni demás tesoros que nos enriquecen pero que, parece ser, los teníamos olvidados.

3 comentarios:

  1. Jajajjaja genial que bueno Iñaki. Es verdad es rarisimo este hombre

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  2. Muy bueno este artículo y escrito como pocos saben hacerlo que nos abre la luz a muchos misterios. Feliz año

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