CRÓNICAS MUTANTES: AMAR ES LO MÁS IMPORTANTE

ACTORES DE LA TARDE:

VICENTE LEÓN, FERNANDO CAYO, MARÍA ADÁNEZ, VÍCTOR CLAVIJO, JUAN FERNÁNDEZ,  IÑAKI MIRAMÓN, LUCÍA MARTÍN Y CARLA DÍAZ.

Por un día, dentro de mi sección Crónicas Mutantes, retomo este, “Amar es para siempre” que abandoné por estar en desacuerdo con la excesiva propaganda feminista anti varones que parece que los hombres, por serlo, éramos todos maltratadores. El discurso agresivo fue rebajado y protagonistas femeninas como Olivia Molina se salvaron de la quema; por su boca se pregonaba lo que, en potencia, suponen las feministas radicales lo que es el hombre. El capítulo de hoy, alejado ya de realizarse para alagar los oídos de los que son ultra radicales en este tema, reconduciendo el desfase de algo que se les iba de las manos. Y por ello, “María”, esta tarde le propone a “Charo” intentar acercarse al hombre, a “Carvajal", ese actor de casta y familia, Jacobo Dicenta, y ella le responde que su corazón está ya seco para pensar que, sin ese ser, ya nada tiene sentido. Y es que el amor es lo más importante y lo más difícil y tiene que llegar y convencer. 

En un tiempo, en la serie, parecía que se establecen dos bloques enemigos, hombres, mujeres y peleles, irreconciliables, todo permitido para uno de los mismos, enfrentados y que denigraba a la mujer y al hombre. El lado humano de las relaciones entre seres es lo que más prima ahora, por lo visto en este capítulo. Donde los hombres y mujeres se quieren y aman y a los dos nos sojuzgan los mismos principios y personas tiránicas. Este, si es el mensaje de siempre de “Amar es para siempre”. El amor que surge entre seres, que se evita, se acepta, da miedo, se comparte, no se desea reconocer, ue se suda, padece, alegra y da frío o calor, que te colma o te hace desdichado. Ese amor contra el que unos aprovechados culturetas de la progresía actual, denigran, para buscar votos entre la exhibición de una homosexualidad agresiva, que no amorosa (muy respetable), que les reporte poder. Vicio, corrupción y papeletas de voto. Nada más. 

Recupera la serie también el personaje de Víctor Clavijo, “Durán” al que ya no le tienen de perrito faldero de una burguesita tonta, "Marta", a la que cada día, la vida real, se la está comiendo y mostrándole que, aunque seas muy feminista, por salvar a los tuyos, por interés o necesidad vital, pueden caer por tus decisiones las mismas mujeres víctimas a las que, de palabrería, defendías. Su aspecto detectivesco conjuntamente con el siempre eficiente Iñaki Miramón, “Quintero”, resulta. Con ese aroma a cine clásico con periodismo que está presente, tintado en una España franquista que hace aún más potente la fuerza de la historia. A través de estos dos personajes, al que habría que añadir al más perfecto caracterizado de la  serie en la Temporada, “Ortega”, un Fernando Cayo que se sale de la pantalla todos los días; se retrata al detalle los tejemanejes del sistema, movido en la sombra por los hilos de mafiosos multidisciplinares con relaciones para el mal bien ramificadas y diversificadas, psicópatas nutridos al amparo del franquismo quienes destruyen todo lo que tocaban. Se ha reconducido también la historia del periodismo, mostrando esa prensa libre que denuncia ese sistema oculto y pérfido, tan de actualidad hoy, reconocible en el ayer. Importante el mensaje de la necesidad de una prensa plural, con libertad y con independencia de la subvenciones y al servicio de castas políticas incrustadas en el Estado. La "Redacción" ha ganado.

Interesante ese “Déjà Vu” de ayer retomado hoy. Ese poder soñar y cambiar la realidad. La secuencia entre “María” y “Nachete” en la Plaza de los Frutos. Ciencia Ficción y translación en el tiempo a una situación que va a suceder. Un gran género literario, apasionante debido al interés que en general todos los humanos sentimos por huir de nuestro presente, rectificar nuestra vida volviendo atrás o de volver a revivir situaciones o relaciones que han muerto inevitablemente. 

Juan Fernández, soberbio todos los días, con su impactante voz grave, la Voz de Alan Rickman en el Estado y de Don S. Davis en “Stargate”, el “General George Hammond”. Inmenso Fernando Cayo; “Ortega”, un personaje muy cruel y agradecido que ha sabido ensamblarlo poco a poco, hilvanando sus distorsiones mentales, traducidas en aparentes desordenes, hasta llegar a la astuta malignidad de un psicópata.

Y sí quiere decir que para LA BOMBA en estos años de “Amar es para siempre” ha sido la presencia, en estos capítulos, de un actor que además es Profesor de la Real Escuela Española de Arte Dramático y director teatral, obtuvo uno de los 'Goya' de este arte en 2007. Premio Max (el Goya del teatro) en 2007 por su longevo Ciclo Autor. El Onubense, Vicente León, el “matón” de “Ortega”. Tiene la misma voz, idéntica, parece un reencarnado de aquel actor de doblaje que tanto gustaba en los 30, 40 y que desaparecía en los 50. Una eminencia de Fono España Estudios de Doblaje: Víctor Orallo. Es Víctor, el único actor de doblaje del que no conocemos con exactitud su rostro hoy. Yo cuando escuchaba esta tarde a Vicente León me estremecía. Me parecía escuchar a James Stewart en los doblajes de los 40. Era Dana Andrews, Ray Milland o Richard Conte. Era un redivivo. Idéntico. Un caso único. La voz de Lamberto Maggiorani, el prota de "El ladrón de bicicletas".