CRÓNICAS MUTANTES: TESTIMONIOS ESCALOFRIANTES EN SAN SEBASTÁN 2

Tal es el desamparo de las víctimas que el abogado de ocho de ellas, Mario Díaz Fernández, se ha visto obligado a grabar un vídeo en el que relata como ocurrieron los hechos y quienes participaron en ellos y entregárselo a la prensa; el propio Fiscal Provincial de Gipúzkoa tiene en su poder un listado con los nombres y apellidos de jueces, políticos, banqueros e importantes empresarios españoles que habrían participado en estas orgías con menores en las que, incluso, se habrían grabado violaciones.

         ABOGADO DEFENSOR EN FOTO DE ARRIBA: MARIO DÍAZ FERNÁNDEZ

Después de 5 años de instrucción la juez Ana Isabel Pérez Asenjo sigue negando el ingreso en prisión de Kote Cabezudo con un argumento tan pueril como que “el ingreso en prisión no va a evitar lo que ya se ha cometido”. Ya está todo dicho. Por fin, a finales de marzo del 2018, el TSJPV admitió a trámite una querella contra esta juez que debía investigar al fotógrafo donostiarra por presuntos abusos. Por «hecho omisivo», de posible relevancia penal, «referido al deber de promover la persecución de delito de desobediencia grave a la autoridad judicial», indica el TSJPV en un comunicado, en el que, por otro lado, desestima la querella respecto de otros once hechos. Al final, se veía venir, los jueces son ya denunciados en España. Y llegará ese otro día en los que los metamos entre rejas. 

Son testimonios escalofriantes. Aún, en una decena sitios, se pueden ver y se venden los videos de la pornografía infantil y un vídeo con la violación que se denuncia, material de Kote Cabezudo. Tras 2 años 5 meses siguen ´los vídeos ahí. Hoy tras este tiempo, la fiscalía pide la retirada de esas grabaciones. Unas grabaciones que la jueza Ana Isabel Pérez Asenjo no demandó retirar tras años de denuncias y testimonios; el 27 de marzo se pide la abstención de esta juez, querellada por falta de actuación en la retirada de toda página web con fotos y vídeos de las presuntas víctimas, en base del artículo 219 de Ley Orgánica. Hace unos meses el llamado “Tatuador” fue detenido y encarcelado por denuncias de abuso en su local de San Sebastián.  Le llamaron desde "hijo de puta" y le destrozaron la fachada de su comercio de tatuajes. Kote, con más supuestos delitos presentados, anda en libertad; su fianza de 250.000 euros la pagará en razón de que sus víctimas pongan antes 3.000 euros de fianza; se chulea de todo viviente; la jueza ni pide la retirada de asquerosos vídeos con los que se sigue comercializando en la Red; tras treinta años de violaciones sigue feliz como una perdiz y la jueza ha sido denunciada porque, teniendo delante de ella los relatos y los vídeos que aparecen por Internet, que son pruebas más que concluyentes para exigir la entrada en prisión del donostiarra, la misma jueza Ana Isabel Pérez, ha denegado hasta en once ocasiones su ingreso en la cárcel. 

Cinco de las querellantes y el abogado Marío Díez han denunciado a la magistrada por prevaricación. Personalmente creo que no sólo debe de ser apartada del caso sino haber sido detenida hace tiempo ya. La juez no es una víctima; son los chicos y chicas violadas y menores de edad, las víctimas olvidadas. Es la sospechosamente responsable de que, unos, como el “Tatuador”, acusado de  presuntos delitos relacionados con abuso o acoso sexual, estén ya en la cárcel; y otros, como Kote, en libertad, con supuestos delitos de estafa, revelación de secretos, amenazas, pornografía infantil, corrupción de menores, injurias y abusos sexuales. Tras más de cinco años de juicio y hasta once peticiones de entrada a prisión por parte de los abogados de las víctimas, Kote Cabezudo, sigue en libertad provisional sin fianza, tal vez protegido por  altos cargos de San Sebastián, como responsables del silencio mediático y la lentitud judicial. Se encuentra en libertad, nunca pisó la cárcel y cuya jueza esgrime un argumento indecente para no detenerle tal cual que “como el daño está hecho para qué le vas a detener”. Oseas: mañana matan a una persona y ¿para qué vamos a encarcelar al criminal si ya está muerta la persona agredida? Evidentemente, esta señora es un peligro público y debe de ser detenida; se ha cargado el principio básico de la justicia, perseguir al delincuente y restituir la justicia a la sociedad. Ella misma ha reconocido que “el mal ya está hecho”. Su comportamiento es de juzgado de guardia y dos de las tres denuncias por prevaricación, fueron denegados. 

En noviembre de 2.013, una víctima la principal víctima interpone la primera querella por prevaricación y por omisión del deber de perseguir delitos contra la juez: ¡ahí es nada! La instructora ordenó sobre ella un informe de credibilidad, la intervención del teléfono de la víctima y la colocación de un dispositivo de escucha y una baliza GPS en su vehículo, así como solicitó del cuerpo policial que le fueran entregadas todas las conversaciones intervenidas, incluidas las que la víctima mantuvo con su letrado. Es que es todo es basura. El propio fiscal de la causa Bermúdez, recomendó denunciar esto ante Madrid ya que, él mismo, se encontraba atado de pies de manos por la Teniente Fiscal, también denunciada por prevaricación. 

Ana Isabel Pérez está muy molesta con Miralles y su "Sinfiltros" pero ahora que se deje de tonterías y deberá explicar el por qué de su "falta de actuación" durante estos años a la hora de retirar de la red las imágenes y vídeos de las víctimas. Es que ello puede constituir un delito de prevaricación con "relevancia penal", aparte de suponer una injusticia monstruosa para con las víctimas. El abogado Díez ha interpuesto una denuncia ante el Fiscal General del Estado por una supuesta trama de abuso de menores en la localidad donostiarra. Miralles va más allá y señala públicamente a políticos, empresarios, periodistas o abogados, y da un nombre, el de Odón Elorza y al ayuntamiento, alcalde de San Sebastián de 1991 a 2011. El socialista ha negado las acusaciones en su página web y ha anunciado que presentará una querella contra el periodista. De todos modos, parece que los vídeos serán pronto retirados.

No se le ocurrirá demandar a Miralles o a algún periodista porque, quien ha sido denunciada por "dejación" en el caso de las víctimas y a quienes  ha pedido fianzas, hoy nos querelle  a los periodistas y pida lo que no ha encerrado demandado para Kote. 

Yo ya en el 2015 y 2016 lo denunciaba; nadie hacía ni caso. Y ya se comentaba incluso sobre la “Red Senegal” porque parece que hasta allí se pudo ampliar esta pornografía y abusos denunciados. A pesar de todo soy optimista; creo se va por buen camino y que caerá toda la Red, cómplices incluidos. Porque es que no se va a parar en denunciar a quienes están imposibilitando se haga justicia y protegen descaradamente a Cabezudo.

Mañana seguiremos pero os doy para leer en relato de una víctima. Una de las chicas cuyo relato ha salido a la luz ha sido el de Señorita X, una joven violada y grabada por Kote desde los 15 a los 18 años. Este testimonio y vídeos son más que suficientes para encarcelar, de inmediato, al fotógrafo denunciado.

“Tenía 14 la primera vez que acudí a una sesión del fotógrafo, como comenta a PlayGround. Sufría bullying en el colegio, y quería demostrar mediante varias sesiones fotográficas que podía integrarme y ser una más. El primer día acudí con mi madre. No volví a hacerlo. El segundo día, ya sola, comencé a posar desnuda ante él. El tercero, Kote me introdujo los dedos en la vagina. "En esa situación yo me quedaba bloqueada", afirma la joven. Tras esta amarga experiencia, no quería regresar, pero Kote me amenazó con mostrar mis imágenes desnuda si no lo hacía.
X, aterrorizada, no tuvo más remedio que aceptar el chantaje y verse dos veces por semana con el donostiarra. Todo fue a peor desde entonces. El fotógrafo la violó durante tres años, con y sin cámaras de por medio. "Perdí mi virginidad con él", señala. Para no levantar sospechas, Kote enviaba CDs a la madre de la adolescente con algunas de las fotos de sus sesiones, en las que aparecía con ropa y no mostraban ninguna anomalía. X encontró su vía de escape en las drogas. A los 18 años, se enganchó a la heroína. "Cuando iba al estudio, él me pedía que me pinchara delante de él. Quería verlo". Sin embargo, su adicción le pasó factura, y a los pocos meses estaba demacrada. Fue entonces cuando el fotógrafo se olvidó de ella. Diez años después, X continúa en un programa de desintoxicación. Los vídeos en los que Kote abusa de ella están en Internet. En algunos aparece llorando”.