Los que venimos denunciando hace años a supuestos casos de pederastia,
jamás osaríamos, sin juicio y sentencia, afirmar rotundamente que en un lugar
determinado personas concretas se “follan” o “violan” a menores. Ello es
gravísimo. Y hace desmerecer la lucha contra la pederastia que la prensa o
particulares pueden llevar. Esta semana un abogado oportunista ha llevado a la
Red este caso que no es de ahora, me refiero al del Centro de Menores Ibaiondo de
Zumárraga, del que se viene hablando hace ya meses; sobre todo a raíz de
aquellos pobres ancianos de Otxarkoaga supuestamente asesinados en enero por 3
menores y los cuales fueron enviados a este centro. Por cierto en cuyo muy reciente juicio
no han aclarado el por qué se ensañaron tan vilmente con los dos pobres ancianos a
los que molieron a palos y después les clavaron armas blancas. En base a ello
surgieron informaciones y supuestas denuncias de agresiones a menores en el
centro. Este abogado, algo que considero incomprensible, afirmaba el pasado día
14 en Twitter sobre este centro de Zumárraga: “Quienes deben tutelar a los
menores, se los follan. Y el Gobierno Vasco tan “extrañado”. Es algo
inaceptable que por denuncia de un vigilante sobre supuestas relaciones íntimas
entre internos menores y personal educativo y tráfico de sustancias
estupefacientes contra el director de las instalaciones y la empresa
adjudicataria, DELTA, un abogado, nada meno,s confirme que “se los follan” y
apunta a dejadez del Gobierno Vasco. Por
este camino no vamos a ninguna parte.
Mientras el Gobierno Vasco responde no ha recibido información de la
policía sobre las supuestas ilegalidades y conductas delictivas, dicen los
denunciantes (hablan de 14) aportando documentos, informes de incidencias y
hasta archivos informáticos, este abogado, tras la denuncia, demandando al
final como hecho ya consumado y demostrado echarse a la calle, afirmando que ha
habido despidos. ¡Vaya usted tranquilo señor abogado! Parece ser que el caso
requiere ya una cirugía contestaría en la calle tras haber puesto como un trapo
a algunos que tutelan diciendo de ellos que “se los follan” Esto se llama
arenga y ganas de montarla, aires de notoriedad a cualquier precio, sobre una
denuncia que requiere la presunción, como todas, dando ya por caso sentenciado.
¡Menuda imagen que está dando este señor de ese centro y de parte de sus
trabajadores! Y es que por muchos informes que se pongan encima de la mesa,
pruebas informáticas y narraciones escabrosas, ello debe llegar a la policía, a
un juez y proceder a un juicio. Lo que me extraña que una persona que dice ser
abogado, arremeta con semejante confirmación hacia trabajadores.
No seré yo quien defienda a algún pederasta pero tampoco aseveraré que
han violado a alguno sin juicio. Y no les quepa la menor duda, como ocurre con
el Caso Kote Cabezudo que si observara
irregularidades en el mismo, lo denunciaría. Y es que incluso no sólo se está acusando a trabajadores de haber cometido delitos con menores, es que los mismos internos quedan bajo sospecha de supuesta delincuencia, prostitución y trapicheo.
La plantilla ha salido a defenderse y aportan contundentemente que
estamentos públicos como el Ararteko (Defensor del Pueblo), el Defensor del
Menor y los juzgados supervisan su actividad y se encuentran en contacto
permanente con los menores. Y es que mientras no se demuestre lo contrario, las
peroratas y alegatos dichos sin más y sólo para captar cabreados, son calumnias
intolerables. Los vigilantes de seguridad, de uno de los cuales partió la
denuncia, son de una empresa subcontratada y no han refrendado el comunicado de
los trabajadores que se defienden de semejantes aberrantes acusaciones. Llenos
de estupor y rechazo, confirman que algunos trabajadores llevan más de trece años
en el centro. Unas acusaciones de esta abogado que suponen no sólo una
desvalorización del trabajo de unos tuteladores sino una infamia y un ultraje
dar por sentado que “se los follan”.
Están apareciendo en la, mesiánicos predicadores que, con tal de organizar
levantamiento y revuelta, están usando de temas pederastas muy delicados, muy
graves, que efectivamente se dan en nuestra sociedad, para hacer caja y trepar
sin que se sepa muy bien a donde desean llegar. Los trabajadores de Ibaiondo
tiene derecho a un juicio justo, si hubiera una denuncia, y no a ser expuestos
ante la sociedad como pederastas inmundos conchabados casi con el poder. Luchar
contra el sistema no es difamar, ni montar circo insultón en la calle donde se
llame “mierda” a gentes honradas que tiene su criterio y que no siguen a la
manada de agresivos parlanchines a los que, por cierto, nunca se supo donde
anduvieron con los escandalosos casos de pederastia y ahora salen todos a toque
de Jericó para ser más defensores que nadie.
Estos nuevos profetas del camelo no van a cambiar nada. El cambio lo harán ciudadanos, una sociedad, un día, con libertad política y conocimiento de cómo debemos y debe abordar una democracia auténtica.
Es que se estan pasando ahora ya todos violan todos agreden es algo que al final no te lo crees ya.
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