ACTRIZ DE LA TARDE POR GRANDES MÉRITOS:

LORETO MAULEÓN CON SANDRA CERVERA, FERNANDO CORONADO

Y FIDEL BETANCOURT

Burla y broma macabra la propuesta televisiva de "Puente Viejo" esta tarde en un capítulo lleno de tristeza, cinismo e ironía. Con ese sorprendente y tétrico ataúd que aparece en la Estación de Minia que dicen trae el cuerpo de "Gonzalo". Mientras algunos difuntos reaparecen, otros que volvían, han fallecido de verdad parece.

Loreto es muchísima Loreto y no se si seguirá mucho tiempo o no en la serie, pero siempre, se quede o parta, será una maravillosa actriz que nos ha deslumbrado en muchos momentos, hoy, en concreto con la muerte aparente de su querido esposo, como telón de fondo, mostrando diestramente el alma dramáticamente herida del personaje, imponiendo un inasible poder de seducción melodramática de alta calidad ante una cámara que filma con una elegancia truculenta y sobria la llegada del féretro de madera a una estación que, por cierto, en invierno, a las 7 de la tarde, es ya de noche.

Un ·Tristan Castro" sinuoso que sigue a los personajes que tiene por frente que sigue en plano secuencia, sorpresa y otro supuesto hijo de "Tristán", circunspecto, casi con aura de enterrador del Far West y que no interviene para explicar los misterios de su relato sino para ensombrecer aún más el momento con la patología de una enfermedad que impedirá ver el cadáver. Puede que "Gonzalo" no haya muerto, de hecho su final ambiguo es una puerta a su posible retorno (aunque dudosa vuelta). Una escena pensada en un crescendo emotivo que parte de la sorpresa y que nos apunta ya a otro misterio con esa alargada sombra lúgubre y tétrica que cubre un trayecto vital de "Gonzalo", desde su partida hasta este momento con este efectivo y efectista aparente desenlace.

LOS SEPULCROS VACÍOS

MARÍA BOUZAS, MARIO ZORRILLA Y JULÍ CANTÓ

La otra cara de la moneda, quien no era esperado ni anhelado y aparece: "Don Fulgencio" Momento friki pero con mano culta en su plasmación, con ese ribete de intelectualidad que siempre alcanza "Francisca" dándole a la sesera para expandir sus dominios a base de corrupción, manipulación, sorpresa y muy mala intención. Momento muy ceremonioso pero también, interpretando un actor de indudable vis cómica negra, Julí Cantó, donde se carcajea uno con esas armas de destrucción humana que tiene la "Paca", con cadáveres que aparecen sobre supuestos muertos reconocidos como tales y un gran enredo que no convence a "Mauricio" para salir del atolladero de sus preguntas, por parte de "Francisca".

Son buenos momentos a reivindicar con un inquietante sentido del humos muy truculento y naif, que hablan de la misma sociedad que hoy en día, crímenes que no son tales, que encubren otros que lo son pero que no lo aparentan, enredos y líos de personajes demoníacos, oscurísimos e innombrables entre una jarana de difuntos que estaban vivos y coleando.

Momento delicioso para Dráculas, como se juega con lo oscuro y doloroso para darle una solución simpática y tranquilizadora, humor patibulario muy bien interpretado en este broma feroz y fúnebre.

Chufla en medio de inquietantes momentos góticos con un "Juli" que me ha recordado cuando sube la escalera para recogerse a a sus aposentos, me ha recordado al inmenso Max Schreck del "Nosferatu" de Murnau, instantes casi vampíricos, plástica y retórica imagen de "Fulgencio" con una utilización de la imagen que crea desasosiego en el espectador que casi parece oler a azufre por lo que allí se está ventilando, Con una caracterización de "Fulgencio" arrastrada a la que Julí imprime un extraordinario impacto espectral.