miércoles, 18 de febrero de 2015

LA DOBLE VIDA DE NICOLÁS ORTUÑO / LA CERTEZA DEL ENGAÑO:


ACTORES DE LA TARDE:

CARLOTA BARÓ, CARMEN ARÉVALO  Y ALEJANDRO  SIGÜENZA.



Inspirado capítulo donde Carlota recupera el pulso vital que tanto echamos de menos en los últimos meses, midiéndose con otra grande actriz Carmen Arévalo), se iguala a aquella Sophia Loren de formidables y exaltados dramas románticos, interpretando conjuntamente con la estupenda Carmen Arévalo casi un remake hitchckiano de doble vida al descubierto con su sorpresa y engaño al descubierto, a su vez, con rugosos poliedros e intringulis, seducción de mentira y sentimiento de otra verdad. ¡Grande Carlota! Nivel alto esta tarde para esa su gran capacidad para desgarrarse con la mirada quebrando en dos a la cámara que la mira entre pudorosa y asombradamente.


Seduce Carlota con su extraordinaria belleza, planos  impresionantes, primeros planos de su rostro que hemos contemplado, haciéndonos disfrutar de un cine clásico, con grandiosa fuerza dramática y mucha humanidad dolida a flor de piel, mostrandose en asombrados ojos al descubierto, en una interpretación apasionada sin tecnicismos ni gaitas. Donde la duda que surgirá en la pobre chica de que su marido se avergüence de ella, es típica y magistral del cine silente, que gustó mucho en aquella época porque hablaba de una sociedad de grandes chicas pobres y desvalidas que tan bien supo reflejar y hacer llorar Charlie Chaplin.


Una gran secuencia donde brilla Carlota que tiene de muchos estilos cinematográficos, de todo en grandes cantidades: amor sincero, mentira interesada, amor propio ante un engaño, suspense, aventura, con una bellísima Carlota que llena la pantalla y embruja en su desazón con sus ojos abiertos e incrédulos ante lo que presencia y escucha. Donde, además, se refleja fielmente, como en muchos filmes de la Loren, las clases sociales, la confrontación entre los ricos de alcurnia y su desprecio por los pobres campesinos de los alrededores que tan bien interpretó la gran Sophia. En Italia es muy aprecia Carlota, les recuerda a sus apasionadas y deslumbrantes Anna Magnani y la mencionada  sirena de Sophia Loren.


Y también en esta secuencia que tiene de todo con Carlota en uno de sus mejores momentos en el serial, se demuestra de lo ecléctico que es ESDPV, donde cabe de todo. El thriller psicológico con ribetes de intriga y cine negro. Con una actriz que soporta el personaje principal de esta tarde que es el poder corrosivo y demoledor que supone la sospecha, el daño que hace la duda e incertidumbre y lo aplastante de descubrir la otra cara de la farsa que ha interpretado tu marido. Y repito con un momento que llega mañana cuando ella cree es motivo de vergüenza para su marido. Hoy Carlota ha estado prodigiosa en su adaptación al mejor cine y mañana, pasará a la historia de la televisión . El momento de sentirse de menos, frágil y menospreciada, es tan intenso y sombrío como aquellos que vivieron Lillian Gish, Merna Kennedy, Paulette Goddard o Virginia Cherrill. Y así lo veo aunque parezca un sacrilegio, y a pesar de su juventud, Carlota, es oro molido aunque su papel últimamente resultaba insignificante, sólo salvado por su perfeccionista trabajo.


Reconozco que cuando nos presentaron  en los Estudios la vi tan sencilla y cálida que me emocionó cómo, tan sin darse importancia como actriz, tan cercana, podía transformarse tan camaleónicamente en escena. Es ademas, una gran chica; lo digo yo que, a la mínima de mosqueo, deja de interesarme una persona. Estar tarde y mañana se ha exhibido sin pudor teatral. La duda le ha paralizado la acción, le ha sumido en la incredulidad y el mundo se le viene abajo, manifestando en toda su crudeza el poder destructivo sobre el ánimo. La certeza del engaño con una asombrosa interpretación que da una textura dramática e intensamente elevando la intriga siempre duo a duo con Carmen Arévalo con la que se compagina fantásticamente. Carmen prestigia y enseña el camino que Carlota debe recorrer en el futuro porque, ella, como lo fue Amparo Baró, será una grandísima actriz si no la  estropea alguien.


Y para los más estudiosos ante esta maravilla de secuencia, más allá de la mentira, y gracias al "rol" de Carmen Arévalo (un lujo contar con ella), el momento se ha transformado en un estudio sobre la duda y la subjetividad, sobre la capacidad de la mente que puede ser engañada cuando interpreta datos aparentemente objetivos y resulta que los transforma forzando la percepción. Y acercándonos durante toda la época del engaño, a los espectadores porque, subjetivamente, hemos creído que lo de "Nicolás" era verdad y no una "trola" perruna, sabiendo siempre lo mismo que la protagonista "Mariana".
Inteligente intriga que subyacía en toda la andadura de "Ortuño" (el "de las flores" que llamábamos) con una magnético, sibilino, enamorado y cachondo "Nicolás" (Alejandro Sigüenza) en su bello juego de cobardía, protección, amor y apariencias; un dudoso "Nicolás" sabio, sin maldad, preciso; un "Nicolás" muy angelical en su juego agobiante de parecer un retorcido sin serlo. ¡Gran secuencia! La mejor de Carlota en toda su historia.


ACTORES A DESTACAR:

IVÁN MONTES Y FARIBA SHEIKAN



A Iván porque me trae en su interpretación, a pesar de su juventud, el perfecto retrato de lo que la magia del cine dejó en mí cuando fui con una tía a ver "Ben Hur" en el desaparecido Astoria de San Sebastián. Aquella pantalla en 70 mm, los proyectores con su gran angular, aquellos actores (Boyd o Heston), aquellas voces (Cano, Durá o Navarro), aquellos momentos de pasión y cuadrigas, aquellos romanos, aquella música (Rózsa), nunca lo he olvidado. Él me lo recuerda cada tarde. Me gusta volver al pasado, rememorarlo, soy muy nostálgico. Me agarro al cine que descubrí y me dejo llevar cada tarde con Iván. Me acojo a  aquellas imágenes en movimiento que descubrí con cuatro añitos. Con Iván, mi cuerpo y mente (lo hace muy bien), viajan por un mundo ya vivido y al que necesito volver. Cuando mi vida era el cine, cuando escuchaba a aquellas voces del doblaje que conocí después en persona o a a aquellos actores que años después he entrevistado. ¡Gracias Iván! Por ese duelo de la tarde cuando llegas a la "cantina" porque lo que recreas con tanto amor y que fue algo para mí divino e irrepetible cuando lo descubrí en "Duelo en O.K. Corral" en el cine "Moderno" de Pasaia, como tu personaje. Un regalo para el sentir maravilloso.
Y a Fariba ¿qué le puedo decir?, tarde soberbia de dulzura, maternidad y regazo de madre. De cómo reconocemos a quien nos dio la vida y con ella, cuando nos vamos, la vemos en el último éxtasis de vida, antes de desaparecer para siempre. Martxoan noa eskerrik asko. Muxu haundi bat.


2 comentarios:

  1. Precioso tu escrito de hoy. Ya era hora de poder ver a Carlota en su esplendor, con esos ojazos suyos que dicen mas que las palabras. Parece que se avecinan momentos interesantes. Y la estampa de " Ines" con su bebe con la cara llena de plenitud es una maravilla. Lastima que sean tan cansinos con el tema de Aurora- Conrado y lo de Raimundo- Francisca...No se vasco, si no es indiscrecion me podrias traducir tus palabras..

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