martes, 1 de septiembre de 2015

EL OPORTUNISTA ODÓN ELORZA


Ayer, un exaltado me decía que no había hecho referencia a un crimen del que se cumplía aniversario. El de Jesús María Ripalda, asesinado en los últimos coletazos del franquismo por un policía de la "Político-Social", con un tiro a quemarropa en el vientre en aquel 31 de agosto de 1975, dentro de aquellos "saltos", manifestaciones prohibidas por el gobierno y que organizaba el EMK. El fallecido portaba una pancarta contra la pena de muerte de Garmendia y Otaegui. Aunque se le atribuyó el caso a un policía llamado Lestón, nunca se supo quien cometió el crimen, archivándose la causa por ser declarada de terrorismo y muerto un terrorista como así consideraron a García Ripalda.
Ayer un fascista de los de hoy decía que aquellos jueces, eran los míos, y aquella policía, la mía. Me quedé estupefacto. Primero porque yo soy un demócrata de toda la vida, que vive en una país absolutamente democrático como Francia y porque conocí el final del franquismo en la universidad y las pené de lo lindo. Aunque no me sorprende sobre cómo se insulta hoy en día en esta España de venganzas y peticiones de pena de muerte para el que yo juzgo y lo ejecuto porque me da la gana, en juicio sumarísimo y sin derecho a defenderse. Y aún me quedé más pasmado, aunque no debería sorprenderme porque conozco, en libertad y sin venderme a él, al ver en este casoi la presencia de  Odón Elorza al que he seguido en sus egolatrías y demagogias durante 20 años; su dictadura para el que no está de acuerdo con sus imperativos y le rinde pleitesía, me quedé atónito cuando asoma este personaje del "Lo que vamos a hacer que nunca hizo" apadrinando este movimiento en favor de la justicia hacia la figura de Lestón (sus hijos piden sea retirado el nombre de su padre de la placa en la que se le acusa como asesino de García Ripada, algo inaudito se le haya acusado sin juicio) y posibilitando reconciliación  entre ambas familias, por restablecer la memoria de Lestón y el conocimiento sobre quien en realidad mató a  García Ripalda.
Un expediente conseguido por Odón alegalmente, que se encontraba en El Ferrol, menciona a otro integrante de la patrulla, José Fernández Espejo, como asesino e informa sobre cómo "García Ripalda reconoció a Espejo, soltó su pancarta, asió un barrote con el que agredió al policía, esgrimiendo una navaja y entonces el policía sacó su pistola y sobre él se abalanzó García Ripalda para arrebatarle el arma y en esa lucha se disparó la pistola".
Versión de este asesinato no resuelto, no asumida por la hermana de G.R. y atribuida a las mentiras literarias de la Dictadura. Dice Odón que resulta increíble esta versión, pues es la que él solito ha obtenido. Será un cuento seguro, como el que tiene Odón para hacer simpático a su partido y que aúpe un poco las elecciones para el mismo, que es lo único que le importa y poco las víctimas. Es tan poco democrático que ordenaba que a una humilde emisora de radio, Urdin Irratia, le prohibieran entrar en el Ayuntamiento para transmitir el "Cañonazo" de la Semana Grande.
Es que de su palabrería ya tenemos sobranza. Le escuchaba a este pintoresco enredador que el PNV manipula sobre el 2016 el concepto de "violencia" al aparejarla el vetusto partido para el 2016 con algo que es puramente genérico pero sin apodarla terrorista. Es cierto pero no es menos irrefutable que Denis Itxaso y Ernesto Gasco (segundos de a bordo con el PNV en la Diputación y Ayuntamiento donostiarra) tiempo han tenido para denunciarlo, sus compañeros de Partido, y no lo han hecho.


Hay que ser valiente para pedir justicia ante este crimen que yo condeno rotundamente desde aquí y denuncio a quien me ha injuriado en facebook;  hay que ser heroico y atrevido  para jugar menos cómodamente a la progresía y pedir públicamente, ¡Odón, escucha!, por las 197 muertes de ETA sin aclarar. Y yo pido también justicia. Pero yo soy periodista y él es un político que va de guay y aplaudido y aclamado y para este tipo de aduladores y encantadores de oídos progres, no es muy estético pedir y hacer de intermediario en esas otras muertes que tienen también sus víctimas lamentables y que dejaron tanto dolor.
A mí Odón siempre me ha repelido. Un auténtico enemigo de la libertad de expresión; sólo admitía su ideología Yuppie que vive muy bien sin dar demasiado la cara y al que poco le preocupan esos otros expedientes que duermen el sueño de los justos, aquellos que fueron destruidos o por su antigüedad no tienen posibilidad de ser resueltos, los de la ETA o no reivindicados. Así como de los pocos datos que se tienen de su situación judicial o de una instrucción silenciada. Eso es ser progre y lo demás es hacerte el simpático y caer bien a esa mayoría que llamas fascistas a todos los demás menos a los suyos.
Ya! Odón, hueles. Aquella tu época de animar en la cancha a tus súbditos acaramelados por tu aura santa, pasaron y de ellos no queda nada. La vida es justa y sabio el olvido.
Gentes y políticos de pacotilla como él han hecho mucho daño. Han dado más valor a lo que de execrable hizo la derecha y el fascio que enfrentarse con la izquierda y sus cloacas, que también las tiene y muy profundas.

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