lunes, 7 de septiembre de 2015

EL SARGENTO MALTRATADOR / LA VERDAD SOBRE ESPAÑA



ACTOR DE LA TARDE :  JUANMA LARA

CON:  JUNIO VALVERDE, ARMANDO DEL RÍO, LOLA HERRERA Y LUCÍA MARTÍN


Un excelente guión sin descanso ni tregua para el espectador. Supera la anterior temporada por lo visto hasta ahora. Y no tiene viso de decaer. 
Si hemos de ir adelantando algo sobre el sorprendente giro que ha dado esta serie, aunque tiene sus bastiones que dan lógica  a su continuidad y concatenan décadas de historieras populares, es sobre el poder de la violencia y de la agresión sobre el resto de historias, a excepción de la de "Pelayo" y "Emilia" de mucha intringulis novelera.
Por cierto lo del salón de belleza es correcto y está en expectativa, aunque ese personaje de "Loli"/Ana Polvorosa es una réplica de aquel que interpretaba Lluvia Rojo/"Pili" en "Cuéntame", por su trabajo en aquella peluquería, su inocencia pueblerina, su expresividad tan espontanea, sin suerte en el amor, se ligaba a todos los frikis que pasaban por allí, siempre engatusando y sin resultados de ningún tipo y resultando ya ineficaz su ansioso embaucar, 


Y hoy si que ha habido dos puntazos: uno, como se muestra en esta foto de abajo, recuerda al cuartel inglés en Egipto, filmado en el filme "Lawrence de Arabia", secuencias que por cierto se rodaron en la Capitanía General del Ejército de Sevilla. Y el otro es un detallazo muy emotivo. vista por detrás y con ese vestido, Michelle Calvó/"Sofía Contreras", la misma silueta y el mismo color, la idéntica pose que en "El hombre de Río", desenvoltura inolvidable que mostraba la malograda Françoise Dorleac (hermana de la Deneuve) buscando con Belmondo, entre aventuras exóticas y con gran belleza plástica, el tesoro de los  Mixtecas, perdidos en el Amazonas. Por un momento me ha parecido ver a Françoise esta tarde. Y por supuesto mencionar uno de los momentos más profesionales de la tarde, instante de gloria, en Lucía Martín cuando toma aire y se dispone a entrar en el Salón para pedir trabajo.




Decía que ya tienen competencia la mayoría de las tramas. Gana lo fuerte y parece queda algo arrinconado lo más blandengue, pareciendo un cuento de hadas. De momento. Los poderes cegadores y valerosos en contar el drama machista en la familia del "Sargento Perona", su fascismo, odio a la cultura equiparándola con lo maricón, representante genuino de la fuerza bruta, ese guión e interpretación son impagables. Y además valiente porque, así como fustigaron a los terroristas, en la anterior etapa, en esta están demoliendo uno de los bastiones de lo que era la jerarquía militar en al antiguo Régimen. Sin contemplaciones, si te descuidas y tocas la trompeta te puedes meter en un buen lío si llevas un uniforme de machos.
Las personas con sensibilidad no podían ser buenos machorros guardia civiles. Lo que en otros lugares serían hombres de cultura, en España, en el ejército, estaban perseguidos. El talento debía anularse para dar paso a la sumisión a la cadena de mando. La persona de "Guillermo, en su alma de música, está tratada e interpretada con acierto total, no exento de rebeldía y violencia estructural y filmada en toda su artística dimensión humana.




Excelentes momentos que, conjuntamente con los maquis, hacen empalidecer otras tramas. La opresión sobre los inferiores sobre la jerarquía de los galones; el alcoholismo como fuga de insatisfacciones y generador de impotencia transformada en violencia contra la mujer; un sargento representante de una casta militar fascista donde la discrepancia estaba prohibida bajo consejo sumarísimo, dentro de una sociedad de tricornios condicionada por su aislamiento y cerrazón moral e ideológica. Una puta mierda de persona y un ambiente denigrante.



Las dos secuencias: en el cuartel y en la casa del sargento, han estado magníficas. De "Goya". Momentos para cabrearte y pensar, sufrir y denunciar valientemente. Nadie había osado cuestionar a la jerarquía de Guardia Civil (Pilar Miró ya lo hizo en el cine) en una serie de la televisión.
De aquella España de represión hemos heredado este complejo de querer emparejar a los que no nos gustan como fachas que apoyan a guardia civiles que mataban. Y ello es muy grave. Porque ni la Guardia Civil es "Perona" ni los que la apoyan son nazis. Tiempo tendremos de seguir a este inmenso personaje odiado por todos e interpretado de cine por Juanma Lara.




Es una respetuosísima serie, objetiva y nada tendenciosa y lo muestra ese tratamiento de aquellos nobles soldados (eran altruistas) de la División Azul, que se jugaron el tipo, que cayeron prisioneros, que muchos no volvieron y que, otros, como "Tomás Contreras"/Armando del Río (que nos recuerda muchísimo a  aquel Conrado San Martín/"Enrique" de "La patrulla" de Pedro Lazaga).
Pero la visión es elegante y objetiva por los visto en estos dos capítulos. La izquierda subvencionada española se ha dedicado, aparte de sacar la pasta en obras públicas y redistribución de la renta, en el más puro estilo socialdemócrata de Keynes para pegar pelotazos, a insultar a todos aquellos que no piensan como ellos y por supuesto, La División Azul", era cosa rara de fachas y fascistas andrajosos. Últimamente ya hasta piden tu cabeza. Pues, en esta serie, así como no se cortan en denunciar a personas y comportamientos de la Guardia Civil, mantienen ese pundonor e idealismo de gentes que fueron de buena fe a luchar contra en los frentes rusos. Y no me duele prendas en ver al personaje de "Contreras" a un personaje hermoso en un sentido patriótico. Yo que vivo en Francia, aquí la historia se estudia objetiva y desapasionadamente y los insultos que en España te dedican y las amenazas, serían impensables.




Este personaje está contemplado (y felicito a los guionistas) por aquel su amor a su patria (que en España si no es la tuya que te subvenciona, es una fachez) y ello es encomiable. El honor: que no hizo la guerra para violar a gentes (de hecho el compañero al que mata es el ejemplo del nazi y terrorista de ayer y hoy); la nostalgia no sólo por lo que de su família y raíces quedaron atrás sino por lo que habrá sido de ellas; el amor al país en el que nació y del que fue triste embajador en el cautiverio; todo ello es noble y sólo desde el reparto del pastel de las autonomías, se puede menospreciar y considerarse trasnochado, algo que aquí donde vivo es un orgullo ser francés y hasta criticar a nuestro país galo en un honor también.



Creo que la serie ahonda en nobles sentimientos, perseguidos en España, donde caen chuzos y llueven críticas y descalificaciones por parte de renegados que maldicen del País (aunque sacan de él lo que pueden) y que son más progres que nadie por despreciar a los que no piensan y sienten como ellos e impedirles manifestar su amor por lo suyo. ¡Bien por la serie! Yo escribo desde un país libre, en España no me dejarían.




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