Final agridulce y feliz pero de esperanza. En un capítulo en el cual se ha lucido Sandra Rivero y acompañada de Juanjo Artero, por supuesto Óscar Ladoire y Anabel Alonso y esa guapísima novia: Nuria Gago.
Un final que ha aportado frescura, originalidad y nostalgia. Con una brutal secuencia típica del Polar francés en la muerte del policía "Germán"; fatalidad como la que le llevó a la muerte a ese héroe que se marchó ayer: "Jorge Arteche". Cuando todo sonreía y había constituido una familia con su hija y "Benigna", otro miserable terrorista lo mata.
Se nos ha ido aquel lacónico policía que fue descubriendo poco a poco su alma sentimental, excelentemente interpretado por Óscar. Que ha mostrado, con la lentitud y hondura clásica del cine francés, la evolución y desenlace. Que ha sido genial porque para los que seguimos ese género francés que me encanta, hemos encontrado en este actor maravilloso mucho de la gélido sin fisuras del Delon de "El Samurai" y la frialdad despojada de aquel Trintignant de "El conformista". Aunque el personaje fue desvelando otras claves, un perfil psicológico más paternalista de hombre por encima de la placa al que la cámara le persigue en su intimidad que es como la de todos nosotros y que dentro de su traje no anida un hermético monstruo sin piedad o sentimientos.
Hemos asistido a esa amistad profunda ente "Víctor" y "Laura" que la continuarán juntos. porque tiene derecho a vivir la vida, disfrutando de ella. La vida es breve, pero lenta; la vida es dura, pero frágil; es corta, pero muy ancha. La vida es para vivirla y además es única.
A pesar de llegar tarde a la serie no por ello dejé de apreciar un guión excelente en boca de muy buenos actores que han provocado situaciones melodramáticas pero también muy tiernas, divertidas y sobre todo que nos han enseñado cómo era aquella sociedad maltratada pero esperanzada de los 60 en España. Retratando como pocos seriales y filmes lo que fueron las miserias y alegrías de la España de la dictadura de Franco.
Maravillosos personajes todos apreciados por el público, incluidos los más tortuosos. Dudaban, soñaban, albergaban miedos, amaban por siempre y que escondían tantos miedos y frustraciones y que eran fantásticos. Pero aquella época no pudo con su esperanza, con la de aquellos seres humanos inmersos en una realidad cotidiana, corriente y ordinaria.
Las tragedias cotidianas de la subsistencia de todos ellos se entremezclaban con su ocultada inteligencia que les permitió sobrevivir y vencer adversidades y superar fatalidades. Sus usos, costumbres, penas y alegrías de todos ellos se han convertido en una historia deliciosa. Mencionando de igual modo la fotografía y todo el decorado que nos traslada a aquellos mediados de los 60 con sus iconos publicitarios, con sus colores difuminados, con una arquitectura expresiva, un correcto vestuario y hasta unos austeros adoquines en llorosos pavimentos de tantos sueños rotos.
Estoy muy contento de lo visto asiduamente desde junio de este año cuando deje ESDPV y encontré entre esta gente, incluidos fans, un requiebro de comprensión y una educación y respeto que me cautivaron ya que llegué apaleado. Y aún me sigan dando e insultando algunas personas.
Genial serial que toca a su fin en esta temporada y que entre agridulces, comedia, drama, sutilezas, guiños críticos al Régimen y metáforas, ha entretenido y mostrado las cartas sobre la mesa. Para espectadores no ciegos de mente, inquietos que saben disfrutar y piensan.
Y en el final destacar una de las características más importantes del serial para mí: un valor de exaltación en esa solapada denuncia diaria a la situación del pueblo, muy cercana al estilo neorrealista italiano.
Espero volver en la nueva temporada.
Y ¡ENHORABUENA A TOD@S LOS QUE HAN PARTICIPADO EN ESTE EXCELENTE PRODUCTO Y A LOS QUE ME HABÉIS LEÍDO DIARIAMENTE.
Espero vuelvas ya con la nueva temporada.No nos dejes sin tus cronicas.
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