EL MISTERIO "BEATRIZ"

Antes de nada, por favor, saquen del guión a la alcahueta de "Emilia" que resulta tóxica y está ya destrozando la trama de "Los manantiales". Es como el sarampión, que la está infectando toda de chabacanería, con su vulgaridad, sus chismes, su ordinariez (incluso esas entradas del cura agravan la enfermedad); un engendro que corrompe la trama negra y sutilmente perversa de ese lugar de aguas, de mujer infiel y pobres víctimas, de ocultamiento de personalidades. Con ese cura, esa "Emilia",  esos "Castañeda" que con una plaga por su pésimo guión, y que destrozan una bella historia de emociones contenidas, misterio y que nos adentra en profundidades casi insoldables del género humano. Es insufrible y ya están tocando ese otro tema que corrompe al serial: la trama de los anarquistas de los que "Raimundo" decía que "tenían sus motivos". Ver asomar a los de PV por la casa es un asesinato de la trama, supone una hipertrofia y es una infumable ciencia ficción que da ganas de vomitar por su esperpéntica murmuración, su correveidile cañí y que agradeceríamos los confinen en ese lugar, antes maravilloso, que está ya infectado de zafiedad y putrefacto aroma podemita: PV. ¡Por favor! Que no pisen "Los manantiales" los degradados personajes de antaño. "Emilia" no aporta ya nada, sólo hacer pervertir las tramas.

Personalmente, me retiro si observo que estas secuencias maravillosas acaban desintegradas y apestan a ordinariez y chabacanería que es lo que traen la mayoría de los personaje de ESDPV, a excepción de "Carmelo", "Dolores", "Mencía" y "Francisca". Y uno de los más degradados y humillados ha sido el de aquella inolvidable "Emilia", que hoy que nos hace padecer esta insufrible pieza de televisión patria, rancia y bochornosamente cateta. Tengo mis dudas porque algún prepotente guionista de la serie no acaba nunca de hilar y resolver tramas sin desgarrarse y no escucha a nadie, sólo está al servicio de guiones inconclusos y tramas destrozadas. Podían haber mantenido  a actores muy valiosos y hoy tener el doble de audiencia. ¡Una pena!

Me daría mucha pena porque los actores de "Los manantiales" no merecen esta incursión pirata en sus aposentos. Ha sido enorme la sutileza de esa mujer infiel, aunque prudente, que busca la complicidad de alguien por encima de todo, engañando si puede, para averiguar el misterio que se cierne sobre "Beatriz".

Una mezcla de Preminger y Chabrol (Truffaut por supuesto) que me ha encantado aunque estemos hablando de una modesta serie pero que plantea referentes que aprecio; es como aquel ESDPV de antes, cuando no lo destrozaron los guionistas, la política y las razones de empresa. 

La cara de Yara Puebla ha enamorado a los telespectadores esta tarde y hasta las butacas de sus casas. Ha cincelado con sutiles trazos, con absoluta interpretación eficaz, el poderío de un personaje arrollador que en plan caribeño está montando una trama para resolver sus conflictos. Bellísimos y delicados registros, los de una angustiada mujer que seduce con las garras de una mirada y un recatamiento pudoroso que es toda una declaración de misterio que flota por la pantalla.

Detrás de mucho de "Los manantiales" no sólo hay mucho de cine noir, de obsesión que genera el misterio de una mujer que calienta sin abrasar y enfría rápidamente, de fascinación por lo que se espera pueda ocurrir un día en el que la mujer se entregue al tonto del hombre, de esa mujer que aparece y desaparece con gran glamour siempre; un poco al estilo de lo que Hollywood obsequiaba en su época dorada. Me gusta mucho la actriz y cómo la dirigen, como anda por detrás siempre, agazapada, con sus dolores de cabeza que le confieren una personalidad turbulenta y que contrapone lo real a lo imaginario o tramado por ella, siempre susurrando en planos sutiles. ¡Muy bien! Espero que la maquinaria infectada de ESDPV no destrocen a la actriz, el argumento y la trama.

Y conlleva mucho del cine de un viejo amigo al que siempre entrevistaba en Donosti: Claude Chabrol. Él me enseño en aquellas entrevistas, más de cine que nadie o escuela. Sobre ese lado de oscuro y malévolo de las infidelidades conyugales usadas para beneficio propio en un ambiente burgués y aparentemente cauto y relajado Hábilmente encaminado en sugerentes detalles (como esta tarde "Camila") y con finales atípicos. Con una realización de ritmo lento que se adecua a lo que se quiere contar. La destrucción de algo enormemente imperfecto que anida en la pareja que no se quiere. Yara, con su personaje que gravita magistralmente de modo invisible y virtuoso. ¡Por favor! Saquen de ahí a los restos de lo que fueron aquellos personajes de ESDPV.

Y vamos a dejarnos de fariseísmo que suelo leer por ahí alabanzas  de personas que a mí me han calificado la serie de horrorosa, caricatura y pantomima. ¡No sean hipócritas!