¡ HE AQUÍ AL ASESINO!

TIENE LA MEJOR COARTADA. "CALDAS" NO HA AVERIGUADO NADA PORQUE  NO BUSCA AL ASESINO SINO A UN TONTO, MAREA AL PERSONAL, IMPLICANDO A LOS DEMÁS, PARA QUEDAR ÉL SIEMPRE EN LA SOMBRA Y QUE SEA IMPOSIBLE DESENTRAÑAR EL CRIMEN. Y SI CAE ALGUNO.....

!HE AQUÍ  AL ASESINO! Aunque pueda parecer improbable, no lo es. ¿Quien llevaba y lleva la investigación por el camino que él sugiere?: "Caldas". ¿Quien conocía de antemano todos los trasfondos en el que estaban involucrados todos los personajes, todas las circunstancias que les rodeaban?: "Caldas". ¿Quien conociendo tanto y tan prestigiado en su profesión, no da una? ¿A posta tal vez?: "Caldas". ¿Quien está embarullando todo a su conveniencia e interés?: "Caldas". ¿En torno a quien bailan todos?: "Caldas". 



¿Quien conocía lo del cuarto de las escobas, lo de la Sociedad de "Alonso", lo del "enterrador" , lo del pasaporte, el libro de las donaciones a la Causa "Junacarlista", lo de la rescisión de contrato a "Quintero", todo en definitiva?: "Caldas". Esta tarde, cuando pregunta a"Félix" sobre quien podía conocer su relación con "Alcoriza", y así poder arrojar luz sobre el tema de los anónimos que quizá sea el mismo asesino quien los envía, respondiéndole "Novoa" que "Marta", "Alonso, "Ana María"; se olvida uno, el mismo "Caldas" que puede haber investigado el turbio asunto muy personal de lo cometido por "Alcoriza" y es otro más. Como cuando cita a los que que conocen la investigación de "Alcoriza" y olvida que entre "Quintero", "Nuria", "Jaime", se encuentra él también. Siempre está él. Él investigó a todos y todo para usarlo en contra de los demás.

Puede ser él quien está montando un caleidoscopio de enredos para ocultar que quien realmente mató a "Alonso" fue él. El modo con el que, esta tarde, aparta a la familia de los citados por "Félix", es más que sospechoso. Busca otro culpable, la familia es una vía agotada, y pide la ayuda de "Félix" para elaborar un plan de enfermedad en este y que sólo lo conocerá "Rosalía". Y la que viene, un plan para atrapar al de los anónimos, es de las suyas también.

Esta tarde ha tenido una gran contradicción, que es un poco lo que le ocurre a él: Dice que el anónimo lo ha escrito alguien que aprecia a "Félix" pero al mismo tiempo cree que es el asesino. Eso es imposible. El anónimo lo ha escrito él y si no, tampoco tiene por qué tratarse del asesino.  Está pidiendo ayuda a "Félix" para que le brinde otros culpables.

Este inspector con aspecto y andares mezcla entre Hyde y de jorobado de la Calle Morgue, que deambula por las calles del viejo Madrid disfrazado de justiciero, persiguiendo a víctimas para que le tapen el crimen, puede ser el asesino. En algunas ocasiones, la última cuando persigue a "Rosalía" y en otras como la de las tortillas por ejemplo, su presencia y andares, plasma el sórdido clima de las noches con neblina entre callejuelas recorridas por un siniestro monstruo humano.

¿Quien no nos dice que visitó a "Alonso" aquella noche, en la que "El Marqués" había sido ya denunciado por "Vigo", para chantajearle, pedirle dinero e impedirle si no su huida aquella noche. Tal vez era un policía al que corrompía "Alonso" o les unía algo que se nos puede escapar ahora. Lo que es evidente es que, en todos los momentos, la siniestra sombra de "Caldas" ha llevado la investigación por donde ha querido y fracasado. 

Hay mucho que hablar. Él había obtenido mucha información de varios personajes y la utilizaría según fuera viniendo y necesitara.

"Henar" no se encara con un policía así, indicándole cómo debe investigar, sin prejuicios,  si no conoce algo más. La pregunta es clara: ¿Le vio en la escena del crimen  y teme denunciarle? A "Maroto" fue fácil detenerlo. Es que de hecho, el haber borrado todas las huellas y dejar la estatua encima de la mesa de "Henar", es algo que sólo lo puede hacer un profesional que desee implicar a otra persona; alguien que iría sin duda a la mesa y apartaría la "Victoria de Samotracia". Si la hubiera dejado de donde la cogió, tal vez, no hubieran reparado en ella tan de inmediato y no quedarían con la prontitud necesitada, las huellas de esa otra persona que se buscaba. Cuando "Jaime" le habló de la pista de la reunión "Prochinos" no le quedó más remedio que actuar. Después, tras escuchar a "Ana María" despotricar contra "Rafa", con la información que ya tenía de él y con la foto de "Ginés", implicó a otro inocente. Y  a saber si "Valderrama" no era su chivato, sobre el pasaporte,  o tuvo que ver con el crimen.

A "Félix" lo tenía a tiro tras la declaración de "Henar". Pero se ha dado cuenta de su enfermedad y de su responsabilidad en la detención y por eso escribe los anónimos, quiere exculparlo y por ello busca otro.

Efectivamente, se acaban los culpables. Ahora, desesperado, quiere implicar a "Quintero". En su investigación también está constatado que, "Haussman" y "Alonso" por revancha, le rescindieron el contrato al abogado, no renovándoselo. E implicará a "Rosalía". Busca coartadas rápidas. Cuando mató  a"Alonso", buscó su salida personal. Por ello fracasa, porque no busca al culpable sino a un chivo espiratorio y se aprovecha de un Régimen que estaba dispuesto a condenar a cualquiera con tal de cerrar el asunto. Ahora, cesado, sigue comandando la investigación. No la deja en manos de nadie. ¿Por qué? ¿Por justicia? NO.

Los anónimo son suyos. Enreda y ahora busca, implicando a "Rosalía" y Félix" en ese ardid de enfermedad de "Félix", la cabeza de "Rosalía".

Cuando descubrió el cadáver de "Alonso", nada más entrar,  aseguró por donde había entrado el asesino y salido, desde donde le golpearon, cuando ni tan siquiera se conocía el arma del crimen y era imposible improvisar, desde un hombre tendido en el suelo, desde donde le podían haber asestado un golpe a "Alonso".

Lo de "Quintero" ya le delata. Y es que la investigación va por el camino que él sugiere, antes y ahora. Y ese dato se nos pasó. No resulta creíble que nada avance y que se tome la investigación tan culinariamente.

No es la primera vez que en las novelas de misterio, el asesino, es policía. En "La Ratonera",  de Agatha Chistie, que he visto hasta treinta veces, el criminal es el "Sargento Trotter", él era el sorprendente asesino. Por cierto hay una versión de este clásico que se estrenó en el Teatro Romea de Barcelona con una interpretación fantástica de Joan Borrás, como el policía, que es la mejor de todas las que conozco. 

                                                                         JOAN BORRAS

Muy emotivos momentos sobre el final de "Carlos Salgado" eran los primeros tiempos de la temporada. Y me ha emocionado cuando, "Nuria", reconoce esa amargura de cómo le dejó sola y, cautivado, cuando le asegura lo que hubiera querido a su otra hija "Mónica".

Este artículo está dedicado a una de mis actrices francesas favoritas, que ha fallecido ayer: Mireille Darc. Musa de los 60 y 70.