Triunfos en el desgraciado descubrimiento del cadáver de Gabriel,
ninguno. Recordemos que detuvieron a un hombre, Diego F., como sospechoso por
haber acosado, de manera reiterada, a la madre del menor. Tenía una coartada y
en principio no se le creyó, incluso se puso en duda la honestidad de los
testigos que le vieron y hasta se llegó a decir que lo vieron con un pico y
pala y una bolsa grande. Se equivocaron; confundieron, porque querían acabar
rápido el caso, quien era realmente el asesino. El más fácil. Uno que quebranta
una condena no tiene por qué ser un asesino. Se llegó decir: ¿quién dice que los
testigos no mienten? Resulta que quien
lo asesinó era la pareja de su padre: Ana
Julia Quezada. A Diego F. se le señaló injustamente. Si no llega a tener testigos y no se da el desliz de la pareja del padre, lo condenan. De hecho, emprendieron acciones
judiciales contra él. Y no olvidemos que nadie supuso pudo ser esta persona, Ana Julia, y sí el más "raro" de la historia. Si no es por la metedura de pata de la "camiseta", nada de nada. A Javier Ledo le va a suceder lo mismo. De él se dicen monstruosidades y es el sospechoso oficial y único, como Diego F. Y. las coartadas de poco sirven. Con Diana Quer ocurrió lo parecido. Si no existe un desliz de "El Chicle", nada de nada, y encima se descojona que si va a salir en poco tiempo.
¿Después de 6 años, ahora, le sale la vena atacada y criminal a un
hombre, Javier, sobre su amiga, Paz? No me creo nada. No le voy a defender.
Pero demasiado fácil para un gobierno ausente del caso y dramático para una
persona que merece el reconocimiento de la duda. Han pasado de no dar
importancia a una supuesta agresión en las desapariciones de tres señoras, mencionando incluso pudieran tratarse de voluntarias, a presentar a un monstruo como sospechoso de un crimen negado
por ellos.
A Javier Ledo le han caído todas. Incluso un Guardia Civil ha
manifestado que “Con lo que tenemos, se le va a caer el pelo”, ya le pueden
emplumar. Comentario escalofriante y muy injusto y ese Guardia Civil debe de
abandonar el Cuerpo. Él, sólo, con ese comentario, ha delatado del por qué
apuran encontrar a alguien para acusarle.
Que expliquen el ¿Por qué abandonaron la búsqueda de Paz en un momento
determinado y el cadáver lo encontró un piragüista y no ellos con sus medios y
rastreos? Todo está analizado contrarreloj. Muchas ganas tienen de condenar a
Javier, de confundir con la no similitud de los casos (evidente), negando
incluso que hubiera tragedia (antes de aparecer Paz) y de no buscar a las demás
mujeres. Porque mientras se centran en ello, en las idas y venidas a la
madriguera de Javier, las dos mujeres y lo que puede esconder su misteriosa
desaparición, queda sin investigar.
Javier no es el único sospechoso, existen dos más pero parece que no se
ha seguido por esa vía. Es todo muy confuso. Desde el inicio, hay algo muy
extraño en todo esto, cuando ni era siquiera desaparición forzada y los casos
no tenían nada que ver, según las autoridades. Hoy tienen ya un culpable tal y
como se está presentando el caso y la reacción furibunda que excita en muchos
ciudadanos, aparece un hombre que debía de ser el “Más malvado de todos”.
Ignoraba que este señor pudiera ser tan peligroso; dicen que tenía una
“guarida”, así llaman a su casa ahora, libre de miradas, donde comentan se
movía con intimidad y allí seguro que ocurrían cosas escabrosas y terribles.
Sospechoso
de robos hace meses al que nadie detuvo o denunció. Supuesto ladrón de un bar
cantina cerca del pantano, según el propietario debía de ser él quien forzó una
ventana y robó dinero y tabaco por 6.000 euros en noche oscura (¿Tanto dinero
había en esa cantina alejada y por la noche? ¿Tal vez de un día? ¿Tanto gana
usted? ¿Y no le denunció?); vendía tabaco robado por la calle (¿Nadie le
denunció?); agresor de mujeres, violento y sin escrúpulos; su ex dice que puede
matar y que no cumplía la orden de alejamiento por malos tratos; tipo raro y
agresivo que hasta despreciaba a Paz en un bar; amigo de una chica que en
realidad era un asesino encubierto; se besaba con Paz y esa foto letal casi ya le
culpabiliza, mientras negaba su relación y dormía con ella en la caravana;
tenía una casa vivienda con un almacén subterráneo y un bajo donde hasta hubo
un “puti”, en casi escombros, sucio y tenebroso, donde se ha encontrado sangre
en fregonas y seguro que es que allí asesinó a Paz y en cuyo lugar pernoctaba
“el vampiro”; llevaba muletas que están siendo investigadas; un tipo soberbio y
agresivo según los vecinos y muy raro. ¡Vamos! El asesino en serie ya
encontrado. Tan hábil que hasta que hubo de traerse perros desde Madrid para
registrar su guarida porque, los que tenían en Asturias, no podían llegar a
oler tanta perversión.
Todo le acusa, sobre todo los bajos y fosos de su guarida: una planta
baja que es un mundo de suciedad y abandono. Todo es descubierto en dos días,
muy fácil. ¿Cómo no va a asesinar un hombre en cuyas estancias lúgubres de
color salmón, acumula tablas, colchones, una caña de pescar, y toneladas de
polvo? El sótano es almacén de material de construcción. La primera planta es
la que Ledo utiliza como cocina y comedor. En una esquina de la segunda tenía
su habitación, provista de un tendal que no se utilizaba, cuentan los vecinos.
¡Cuánto sabían los vecinos y hasta lo sospechoso que es no utilizar el tendal!
Y no entienden cómo puede ser inocente este hombre del que dicen conduce sin
carnet a pesar de tenerlo retirado y las pierna chusca, escayolada. Vamos a
tener que escribir una novela sobre este hombre de vida tan aventurera,
delincuente y criminal. Conocía a una mujer desde el 2012 y casualmente, en el
2018, la asesina en su madriguera.
No me creo nada. Todo esto precipitado debe de ser demostrado y
juzgado, sentenciado. Este nuestro sistema judicial que no vale dos gordas,
debe de hacer justicia. El peligro y el delito deben de ser probados. En una
semana no se puede crucificar a nadie de por vida y ¡ahí te quedas!, sin una
investigación exhaustiva y menos sin resolver las otras dos desapariciones con
las que guarda indudable relación. Existen, hoy mismo, dos mujeres
desaparecidas más y esto se está haciendo para ofrecer carnaza y calmar a la
masa furiosa, despistarla, ya sí ya no nos acordamos de Concepción y Lorena. Se está criminalizando a una persona varón por ser rara y tener
antecedentes y contradicciones agresivas. Pero de ahí a ser un asesino hay
mucho trecho.
Ya pueden encontrar los rastros que quieran en la mazmorra de Javier
Ledo que hay unos interrogantes muy serios y que, sin resolverlos, es imposible
culpabilizar a esta persona. Primero: es imprescindible buscar una más que
posible relación entre las tres desapariciones y sobre todo a las otras dos
señoras. Y es que estamos olvidando que, el coche de Paz, apareció alejado de
su Hostal y de la casa de Javier, en el helipuerto del hospital de Jarrio; como
el de las otras dos mujeres, en una playa, y en los tres casos con los enseres
de ellas dentro y además, en el caso de Concepción, las llaves puestas. ¿Quién
dejó ese coche allí? ¿Si lo aparcó Paz, por qué? ¿Dejó el bolso? Carece de
sentido. Si ella, según la policía, pudo ser asesinada en la bajera de la casa
del terror, por qué el coche estaba allí, en Jarrio? ¿Lo llevo alguien luego?
¿Cómo volvió ese alguien? ¿Lo aparcó ese alguien antes o después de tirar el
cadáver de Paz al embalse de Arbón? ¿Para qué iba a dejarlo allí? Nadie se
pregunta por el coche y su misteriosa presencia ni cómo se desembarazó del
perro y si este animalito estuvo todo el rato con ella ya que no se separaba.
¿Qué hacía el perro por las calles de Navia? ¿Cómo llegó hasta allí?
Los whatsapp deben de ser investigados. ¿Existen? ¿Hay registro
fidedigno de llamadas y localización de las mismas, habidas entre Paz y Javier
como confiesa el hombre? Conocer ello es fundamental. Los registros nos dan la
posición de cada persona en un momento determinado. ¿Por qué se desecha esa
pista? La sangre puede ser de cualquiera. ella no demuestra nada.
Pero existen interrogantes mucho más peliagudos. Un cadáver pesa más;
hay que sacarlo de la casa, meterlo en un coche, conducir, llegar a un embalse,
aparcar, sacar el cadáver, arrastrarlo y tirarlo previo colocarles piedras, en
lugar de cierto escarpado precipicio. Los vecinos, algunos, no creen que
pudiera hacer todo esto, de haber sido el asesino, sólo, Javier. Coinciden que
en el caso de que haya tenido algo que ver en el crimen, él solo no se podría
deshacer del cuerpo. Por su estatura y complexión, es prácticamente imposible
que pudiera cargar un peso de un cuerpo muerto. ¿Cómo se iba a arreglar para
meterla en el coche, bajarla y tirarla al pantano él solo? Es imposible. Y
además, en días previos y por ese tiempo, andaba con muletas y escayola No
tiene la complexión, ni casi podía conducir. Y el coche sigo preguntado: ¿Quién
lo llevó, lo dejó, para qué, por qué, se dejó la documentación, que hacía allí…
en Jarrio?
Mi pesame
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