sábado, 31 de marzo de 2018

EL CRIMINAL DE NAGORE LAFFAGE SE PODRÁ LLAMAR JOSÉ VIZCAY YLLANES




En España, ser terrorista o asesino es un chollo. No para la gente de calle, que padecen su violencia, sino para los encausados. Ayer mismo, en San Sebastián, un individuo con muchos delitos y reincidiendo, amenazó a gente en La Concha con dos machetes. Pese a su historial se encontraba libre y sin compromiso. Esta es la justicia que tenemos. Un caso flagrante y escandaloso fue el del criminal Diego Yllanes que mató a la irunesa Nagore Laffage; condenado a doce años y medio y con nueve años y ocho meses, ya está en libertad; ejerciendo su profesión de psiquiatra en lo privado y con absoluta normalidad. Al tiempo, le veremos en la medicina pública. Ya se ocupa de la noble profesión de ayudar al equilibrio emocional y sentimental de las personas que le necesiten. Una honra para el estercolero en lo que se ha convertido la terapia de los antiguos y desaparecidos manicomios, hoy transformados en centros de salud mental. Farmacias para beneficio de laboratorios farmacéuticos, en las cuales se expenden psicofármacos, con unos garrulos de psiquiatras que intentan así actuar sobre el descontrol cerebral. 



Otro criminal como tantos que dejaron a sus víctimas en la eternidad, a sus familias destrozadas y amigos hundidos y ellos, con unos pocos años, eximidos de tener que penar en la cárcel por sus delitos y viven con una normalidad como si con ellos no hubiera ido la cosa. Ello, si no delinque de nuevo. Pero que no se preocupe que la justicia será magnánima, en una país donde, para los corruptos jueces, robar chatarra está más penado que ensañarse criminalmente con un pobre chica indefensa o con delincuentes de lujo como Urdangarín, escándalo internacional. No me extraña que, en Europa, sospechen de la justicia española, trístemente ejercida, como todo, al estilo del Estado corrupto de Partidos.


Esta es la basura de justicia que apoya a delincuentes que tenemos en España. La de los tribunales ordinarios, penales, Supremo, Constitucional y demás... vergüenza internacional. Diego ya podía ir a disfrutar hace tiempo de un tercer grado de pena, dormir cada noche en la prisión,  periodo en el que un compañero suyo, Carlos Chiclana, lo empleó. Ha estado en la cárcel con sentencia de homicidio y no de asesinato. Un jurado de bochorno no apreció ensañamiento. En España, si un juez es sospechoso de corruptela, imaginemos un jurado. La víctima se resistió al forcejeo de su atacante. Diego le pegó una paliza impresionante; tras 38 golpes, entre heridas externas e internas acreditadas por la autopsia, se dio cuenta de que Nagore no respiraba y estaba muerta, el criminal le seccionó con un cuchillo grande la yema del dedo índice de una mano, le robó los anillos y pulseras que llevaba, y envolvió el cuerpo en tres grandes bolsas de basura y cinta adhesiva. Y ello no supone ensañamiento. 



Tras esto sucedido José Diego fue a buscar el coche de su padre y lo condujo hasta el garaje de su propia vivienda. Bajó el cuerpo exánime de Nagore en el mismo ascensor donde retozaban horas antes, cargó las bolsas en el automóvil, se dirigió a una zona boscosa próxima a Orondritz, a unos 35 kilómetros de Pamplona y arrojó el cadáver. Imaginense un jurado que no se conmueve pensando en estos tremendos delitos de ensañamiento, premeditación, violencia, cálculo como coartada, crueldad en el enterramiento y lo declaran como un pobre enajenado que cometió un homicidio. Y hubo suerte porque por poco le declaran inocente.


Pretendió simular que la joven había sido desvalijada y a unos 80-100 metros se desprendió de la bolsa con las joyas de la víctima y el cuchillo con el que la había agredido. Semejante hijo de puta ya está en la calle y peor aún. Como no hay justicia, repito, se va a cambiar el orden de los apellidos, como ya hizo Rafael García Fernández asesino de Sandra Palo, que ahora se llama Rafael Fernández García y que ha vuelto a delinquir. Con cuatro años, por ser menor de edad y disfrutar de la justicia corrupta española, acabó su condena en el Centro de Internamiento y hoy ya delinque de nuevo. Roba coches y lo que pille; ha sido detenido en más de nueve ocasiones y nadie se mete con él. Según entra, sale. Debía de estar controlado y robó hasta 215 vehículos, un buen número de ellos furgonetas de reparto de fruta y periódicos. 


Él y sus compinches robaban y calcinaban coches e incluso levantaron un taller para trabajar más profesionalmente, con herramientas de todo tipo, transportines y grúas plumas. Pasado el tiempo, la policía, como no se enteraba, registró esa pequeña empresa y encontró diez motores, ejes, radiadores, puertas, cajas de cambio, ruedas, faros y tubos de escape preparados para su venta, como si de un desguace al uso se tratara. Facturaron más de 200.000 euros al año. No me puedo creer que la policía tardara tanto en descubrir esto y que no se enterara de que el “Rafita”, bajo supuesta vigilancia, robara y robara sin control.


Diego igual. Se cambiará los apellidos y podrá hacer ya lo que le venga en gana. Alterará su identidad, sin trámites complejos, difuminando así su lado más oscuro y tenebroso. Podría desempeñar su profesión de psiquiatra sin que sus pacientes supieran que él fue quien mató a Nagore Laffage aquella madrugada del 7 de julio. La justicia putrefacta española no impide hacerlo a pesar de tratarse de un delincuente Se podrá llama José Vizcay Yllanes. Jugando con los apellidos. ¡Tomen nota y no vayan a consulta! Por solidaridad con Nagore, su familia y “porsiaca”. 


Siempre mi recuerdo a Nagore. Desde que falleció, en la radio y escritos, he apoyado su memoria y juré contar lo que sucediera. Hace años, ya en radio, comenté que saldría pronto mientras que la ama Asun, su aita y amigos ya no volverían a ver jamás. Tiene un gran valor Asun. ¡Siempre con ella y en su llorada soledad!


5 comentarios:

  1. Mi recuerdo y saludos a Asun que le conozco y esta destrozada. Graciasw por tu artículo.

    ResponderEliminar
  2. Te he escuchado años y años hablar de Nagore. Y sigue Iñaki. Un abrazo y viva la justicia de verdad

    ResponderEliminar
  3. Yo leí hace años sobre este caso y dije que saldría sin cumplir condena.Es una vergüenza la justicia en España de hecho no existe

    ResponderEliminar
  4. Permiteme me sume a denunciar constantemente a este digo señor porque nada de lo que ha sucedido tiene nombre.Ni lo que hizo, ni que esté en la calle, ni que pueda ejercer ya, que se cambie el nombre que no es lo mismo poner que te llamas José Vizcay que Diego Yllanes. Efectivamente esta es la justicia que tenemos a favor de los grandes delincuentes.Magnífico artículo José Ignacio y no dejes de denunciar las injusticias.

    ResponderEliminar
  5. Yo siempre me pregunto una cuestión: por que toda esta gente que andan libres y delinquiendo no les detienen? Lo del Rafita que debía de estarlo y encima robo cientos de coches y tenia manda guevos un desguace. Tienen que ser chivatos o así porque no lo entiendo. Vi las imágenes en la tele de ese individuo que iba con dos machetes en tu ciudad en la playa y estaba libre a pesar de ser un delincuente habitual.Yo me pregunto si yo voy con dos machetes donde estoy ahora? Algo hay aquí en todo esto.Y estoy contigo en que para los pobres la justicia es perra, para los ricos y los mayores delincuentes, nada.

    ResponderEliminar