miércoles, 7 de marzo de 2018

CRÓNICAS MUTANTES: TERROR EN GIJÓN : MUJERES QUE DESAPARECEN Y UN ASESINO QUE ANDA SUELTO


Ya sucedió en Pasaia, Gipuzkoa. Hace unos treinta y cinco años. Un amigo mío, José Luis del Val desapareció. Su coche estaba aparcado, con las llaves en el contacto, en una zona de descampado del monte Jaizkibel y nunca más apareció. Ninguna batida dio resultado. Salió de su casa una noche y no volvió jamás. Alguien le vio con otra persona, de madrugada, en su coche, por la calle San Martín de San Sebastián.



                                                       José Luis del Val desaparecido



Estos son los impresentables ministros que tiene España. Zoido, sin que se haya aún resuelto lo que ha sucedido a tres mujeres desaparecidas, una ya encontrada ahogada y con signos de violencia, y de una cuarta mujer con intento de secuestro el 16 de febrero, el ministro descarta relación entre estos casos y no encuentra indicios de delincuencia. Para este gobierno y policía, que aparezca una mujer semidesnuda, con violencia, en un embalse, no atisba delincuencia alguna y no es provocada por la actuación de un grupo de delincuentes y que, por ello, no deben ser motivo de alarma, a la vez que pide confianza en la actuación de la Guardia Civil y la Policía Nacional. ¡Ninguna confianza! ¡Aquí sucede algo muy raro! Y van muchas mujeres ya en España, desaparecidas y es una historia muy sospechosa de incompetencia de autoridades y gobernantes.
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Diga lo que cuente el ministro y la policía, estas chicas quedaron con alguien alejadas de sus casas, fueron en coche y esa o esos alguien las mató. A medida que continúan las horas, ante la inoperancia de la policía y las declaraciones de Zoido, la aparición del cadáver de Paz y la denuncia por intento de secuestro de una cuarta mujer, el desánimo se ha instalado en las familias de las mujeres desaparecidas en Gijón. Con esta policía y con este gobierno, no hay solución y menos después de que haya sido un piragüista quien descubriera un cadáver habiendo estado la policía dragando la zona en la que apareció y la descubriera el piraguista poco después de irse ella.  Y que una policía y un ministro, ante una persona que ha sido encontrada semidesnuda y en un pantano con signos de violencia, manifiesten que no existen indicios de sospecha  de que hayan sido forzadas y no voluntarias. ¿Voluntariamente se ahogó en el pantano? ¡Que extraño es todo esto! ¡Que vergüenza! De ministro de Interior que, por cierto, sigue buscando infructuosamente a Gabriel Cruz. No se lo cree nadie.  Y ya sales corriendo cuando te dicen, ante lo que se sabe ya, que no existen indicios delincuentes.


Alguien asesina por la zona. Dicen la Guardia Civil y el ministro que no encuentran indicios que relacionen a tres mujeres desaparecidas en varias localidades de Asturias o que hayan sido forzadas o voluntarias.  Yo tengo un montón. Zoido, el incompetente e imprudente ministro, asegura por que sí no tener nada que ver una con otra desaparición. El caso es que ha aparecido el cadáver de Paz Fernández, ahogada en el embalse de Arbón, por cierto localizado por un piragüista porque la Guardia Civil ni lo encontró habiendo dragado esa parte del embalse, con signos de haber sido asesinada y medio desnuda. ¿Y esto es a lo que la Guardia civil llama no haber sido forzada? Evidentemente, como ocurrió con Diana, Marta, las de Alcàsser, Sandra, las dos mujeres de Hornachos (Francisca Cárdenas Y Manuela Chavero), no vamos a saber mucho más. Por cierto extraño caso el de Francisca Cárdenas, que salió de su casa para entregarle a un amigo de la familia a su hija pequeña, de la que se había estado haciendo cargo durante la tarde y tras dejarle a la niña, retomó el camino de vuelta a su casa, distante unos 60 metros, pero no llegó a ella. La casa, cuya puerta dejó abierta, está en una calle cortada. Y nunca más se supo ni nadie investigó más. 



Y existen muchos más casos sin resolver y de los que nadie se preocupó o incluso borró pruebas: Cristina Bregua de Cornellá, cuyo cuerpo sigue sin aparecer después de 20 años y de que su novio recogiera una coartada de su propia madre. Eva Blanco, en Algete, asesinada a puñaladas, encontrada en el terraplén de una carretera en construcción, y a cuyo asesino nadie jamás detuvo a pesar de que existían sospechas de un conocido con quien tuvo Eva relaciones en el coche, que se menospreciaron pruebas de ADN de voluntarios del pueblo ya que el asesino dejó el suyo en el cuerpo de Eva, y la comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos (Madrid) nunca supo nada. ¡Increíble! Y muchos más casos: Sheila Barrero tenía 21 años. Estudiante de Turismo en Gijón, también trabajaba los fines de semana de camarera en un bar de Villablino, en León. Fue justo en el Puerto del Cerredo, su hermano Elías la encontró dentro de su coche una mañana de enero de 2004. Estaba sentada en el asiento del conductor, con las manos colocadas sobre las rodillas y el abrigo enganchado en la puerta y le caía un chorro de sangre por su sien. El calibre, con el que un asesino había acabado con Sheila, era muy pequeño, poco común, pero en esta zona minera las escopetas, explosivos y armas modificadas de pequeño calibre eran muy poco habituales. La escena había sido modificada. La había parado en la carretera, por lo que tenía que ser alguien conocido. El asesino se había montado en el asiento trasero y la había disparado a la cabeza. Después movió su cuerpo al sitio del copiloto, trasladó el vehículo a la explanada que hay en el puerto y volvió a colocar a Sheila en el sitio del conductor. Uno de los amigos, y ex pareja de Sheila, dio positivo en las pruebas de residuo de disparo. Pero una batalla química legal sobre si podía deberse a una transferencia dejó, incomprensiblemente, suelto al sospechoso tras ser detenido. Nunca se supo más de la mayoría de estos casos, ni los investigaron realmente.


No me extraña que no se sepa jamás lo que ha sucedido; si un ministro del gobierno, Zoido, sin haber aún descubierto el paradero de las otras dos mujeres de Asturias, ya descarta que tengan que ver las desapariciones entre ellas. Oseas: carpetazo. ¿En base a qué? Con ello ya nos está diciendo que no va a investigar nada. ¿Qué mafia existe en España que se lleva a mujeres, las asesina, hace desaparecer, tortura, esconde cadáveres, que nadie encuentra una razón y a sus asesinos? ¿Quién se encuentra detrás de todo ello? ¿Paraliza alguien algunas investigaciones? ¿Por qué se nota tanta incompetencia en las fuerzas de seguridad? No es creíble que, en este tipo de desapariciones, no aparezca nadie y si sale  algo es porque se ha movilizado una población: Diana o el piragüista por ejemplo



En este caso que nos ocupa tiene todas las papeletas para tratarse del mismo asunto, relacionado entre sí: Lorena Torre, de 40 años, desapareció el pasado jueves, día 1 de marzo, por la noche, en Gijón, y su coche apareció aparcado en las proximidades de la playa de El Rinconín. Un día después se produjo en Avilés la desaparición de Concepción Barbeira, tras salir de su casa en San Adriano (Castrillón) para dirigirse a su trabajo en el hospital San Agustín de Avilés, al que no llegó a incorporarse. Su vehículo fue localizado horas después de que se denunciase la desaparición con las puertas abiertas y el bolso en su interior en la localidad de Santa María del Mar, en Castrillón. Y Paz que ha aparecido asesinada. Había decidido pasar un día en la localidad costera de Navía. Allí reservó un hostal y se la vio la noche del 13 de febrero. Cerca del hostal de Navía se encontró al perro, al día siguiente, solo. Y el ministro dice que nada de esto es de similar calado. Le agradeceríamos que nos explicara que ha sucedido, ya que sabe tanto como para descartar relación entre estas desapariciones que  aterran a Gijón. La gente en España se encuentra muy sensibilizada; no se fía ni de los gobernantes ni de los policías; estos temas de mujeres acaban por no resolverse y es muy raro.


Además hay una denuncia de secuestro que parece que el ministro no se ha enterado de la misma. Ocurrió según consta que una cuarta mujer, ovetense, denuncia que intentaron secuestrarla, cuando un hombre intentó meterse en su coche, en una zona apartada y sin iluminar. Coincide el coche con las otras tres desparecidas, cuando volvía de Gijón a Oviedo. Curiosamente, esto ocurre muy cerca entre personas relacionadas por su vivienda o trabajo. Cerca de donde trabaja Lorena y residía Paz, Nuevo Roces, a esta cuarta persona, en la oscuridad de la noche, en un semáforo al lado de un desguace, un 16 de febrero, un hombre la abordó en la oscuridad intentando entrar en su coche. Hay muchos puntos en común, como para no desviar la relación entre estos cuatro casos similares, cercanos, en la zona y con este precedente de secuestro ubicado en el epicentro de por donde se movían dos de las personas desaparecidas. Entre Navia y Castrillón hay 48 km. Y entre Gijón y Castrillón 37 km. Entre Navia y Gijón 101 km.


Tres mujeres sin apenas problemas y desparecen cuando a algún lugar iban con los coches. La segunda en desaparecer fue Lorena Torre García. Salió del trabajo el jueves 1 de marzo, de un hipermercado de Gijón, no volvió nunca más y su coche apareció en la playa de Rinconín, en Gijón, a 12 minutos de donde había salido, con sus enseres personales dentro. Paz Fernández, la primera en desaparecer, el 13 de febrero, se sabe anduvo por entre Navia donde apareció el perrito, el hospital de Jarrio donde estaba aparcado su coche y una zona montañosa donde se registró la última llamada de móvil. Iba a Navia en plan de asueto por un día. Entre Navia y donde ha aparecido su cadáver, entre estos dos lugares, hay doce kilómetros. La última fue Concepción, vecina de San Adriano, el caso más extraño. Marchó a las 8 de la mañana al Hospital de San Agustín, su coche apareció bien aparcado en la puerta del Hotel Román, a dos kilómetros de su casa, en la playa de Santa María del Mar, con los enseres y las llaves puestas. Con la aparición del cadáver de Paz parece que su muerte violenta fue "voluntaria" según el ministro. ¡Que desgracia de  políticos!

  
Las familias no creen en absoluto la denigrante versión oficial. No es para menos. No se trata de mujeres con problemas. Desaparecen sin lógica. Viajes inesperados o extraños lugares al que han accedido sin venir en su ruta.  Personas que salen del trabajo o van a él y sus coches, aparecen bien aparcados con los enseres personales y hasta el bolso dentro. Cercanía entre viviendas y trabajos de algunas. Nadie deja el coche con las llaves puestas; son tan cercanos todos los casos y muy similares: coche, lugar alejado sin muchos testigos, viajes inesperados, retornos o idas que no acaban en su casa o lugar de trabajo. Todos los casos, con ese coche aparcado en una ruta extraña y un jamás se supo de ellas. Y en un radio pequeño de acción. No le vamos a hacer el trabajo a la policía pero es evidente que los cuatro casos están relacionados; el secuestro era un acto desesperado ante la falta de víctima; estas mujeres quedan con alguien que las capta y si unas llaves continúan en el coche sin la propietaria, a la misma, es que la han forzado a salir; sin duda. Hay un miedo enorme y una incompetencia absoluta. Seguiremos.







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