martes, 27 de agosto de 2013

LA INCREIBLE TÍA "SOLEDAD"


Dicen que segundas partes no son buenas. No es el caso de Alejandra Onieva y de su personaje la tía “Soledad”. Está magnífica. Ella y Ariadna, en esta tarde un poco floja en la que se ha notado la ausencia de algún peso pesado en la interpretación, Carlota Baró entre otras, y donde ha habido exceso de melodrama.
Sin embargo ha tenido aciertos notables. Todas las entradas de Alejandra y las de los otros protagonistas que han estado junto a ella en los entintes. Me ha recordado al mundo de Miguel de Unamuno que estudiaba en el Colegio Francés y al que consideraban, en Francia, un erudito de lo más inteligente y magistral. Era de lo poco que dábamos de literatura española. Hoy, considerado en la analfabeta sociedad de subvencionados, un facha.



Unamuno era el PV de esta tarde. La sociedad de provincias. Un retrato perfecto en cuanto a la psicología y lo social de una aristocracia de provincias, enfrentada al liberalismo allende lo lugareño y que empujaba. En el episodio de hoy estaban perfiladas las líneas de aquella sociedad que cambiaba a duras penas. Las contradicciones de una casta terrateniente infranqueable, su rigidez y rectitud farisea, al mismo tiempo que se iban instalando los aires de libertad en aquel volcán de ebullición que eran las ideas llegadas desde la revolución americana, con la nueva ética protestante y el espíritu del capitalismo.
 

“Soledad” y “Terence” representan a las nuevas corrientes culturales e incluso de comprensión en el amor y del respeto a las ideologías, que se comenzaban a ventilar por la carcundiosa España, transgrediendo  los moldes férreos de su caciquismo.
“Soledad”/Alejandra ha hecho un papel memorable esta tarde, de honda cultura político social en las crónicas de PV. A mí me ha apasionado. Deja al “morituri te salutan” melodramático de “Fernando” y a los gimoteos de “María” reducido a escombros. Se ha llevado una laureada, con Ariadna Gaya y doña María Bouzas. Una “Francisca”increíble. Sorprendente cómo ha ido adaptando su discurso y registros al interés de curso monetario que puede tener el posible emparejamiento con la alta burguesía norteamericana sin mucho fundamento, que cree ella y que le excita al pensar que puede manejar también a un burgués despreocupado de los negocios, pero solvente.
Que no se ofenda nadie pero es que ha sido un capitulazo en toda la intervención de la tía “Soledad”. 

 
Aquella vida mediocre de la protagonista, en los tiempos actuales,  absolutamente superada por la cultura y la educación de una clase liberal que comprende que lo que nunca muere, el amor absoluto de “Soledad” por “Juan”, debe de ser respetado en la persona de tu esposa. Eso, por desgracia, aún, en España, no se ha superado. Gran lección.
Una radiografía moral de primer plano. Ha desbancado a todos los seriales del día. Es el fin del qué dirán o de los cuchicheos o alcahuetería de aquella, o esta España. De cuando llegan el nuevo matrimonio, el de color negro, donde se acaban las mujeres “perdidas” y el dar la espalda a quienes no se sometían al marido por obligación.
Hoy, “Rita”/Charlotte se ha marcado otro puntazo. Se enfrentó con el cabronazo de marido, poseedor de la fuerza y del mando. De ahí derivó una pequeña clase media que trajo la Guerra Civil. Y hoy “Rita” ha ganado a su amor, “Isidro”, ha alcanzado cotas de independencia, pero sobre todo, de libertad.


 
Detrás de un buen guión había mucho de escabroso y con atinadísimos diálogo ente la madre y la hija. Era la ironía sutil de “Soledad” que ha podido con la zafiedad prepotente de su madre. Los deseos de estar con un hombre atento y divertido que te respeta y al que acabas queriéndole, enfrentados al mundo falsario del decoro y de la decencia impuestos por una sociedad de férrea disciplina religiosa y de apariencias, pero que no olvida los caudales.
Mordiente análisis crudo de la vuelta de la tía Soledad”, con una entrañable secuencia entre Ariadna y ella, en el “Jaral”. Se reconocen. Eran “Pepa” y la nueva “Soledad”. Nada de doble moral para mujeres sumisas y de pata quebrada y en casa y de hombres, como “Anibal” y demás jauría, preparados siempre para desfogarse inherentemente.
Una plástica de color que me encanta en PV. Que no es sino lo plano de una vida donde la fatalidad acecha en esa monotonía de los oprimidos que viene a romper los nuevos casados. Donde se malvivía en una sociedad infame, salvo que le echaras arrestos y te ganaras la hoguera.
Alberga muchas referencias. “My Fair Lady”, Chejov, Stamley Kramer, Unamuno, Picazo y su cine y, hoy, en la secuencia de ”Soledad” con “Aurora” reencontrándose, al típico Saura de comienzos de los 70. La remembranza de una infancia, de unos parientes, del volver al pueblo, de la niñez. Precioso momento por cómo se ha recordado el pasado pero con el cuerpo presente y sobre todo se ha contado en imágenes con ese abrazo y ese resplandor en Alejandra y ese aire cautivador y recio de Ariadna, que es un cielo de actriz. Todo con aquel lenguaje sintetizado de los rocambolescos 70. Y detrás un amor que nunca se esfumó: “Juan”.
 
No es la primera vez que se ridiculiza la “Marsellesa”. Un himno de Rouget de Lisle, glorioso, canto a la libertad o  a la división de poderes o de choteo según ande el patio. Ya, Georges Brassens, componía que si se tocaba la “Marsellesa”,  él se ausentaría. Y en los filmes más conmovedores se ha interpretado. En el fastuoso “Napoleón” de Abel Gance. En “Casablanca”. También en “La Marsellesa” de Renoir o en “La Pimpinela escarlata”. Jean Pierre Cassel se cacondeaba de lo lindo con ella ante los alemanes y Gert Fröbe, en "Aquellos chalados en sus locos cacharros." Y Selu esta tarde ha tomado el sendero de aquellos que les supo a poco el burlarse de los franceses con este, interpretando vibrantemente pero con saña jocosa, este  himno en la invasión.
Sigo sin entender la marginación de "Raimundo". Cada día es más incomprensible y sospechoso. Sólo asoma en escenas con "Emilia" y "Alfonso". No se relaciona con casi nadie y en medio de potentes acontecimientos. Ni con su hijo(no ha participado de la boda prevista ni en el compromiso); ni con su nieta "Aurora", que no ha intercambiado con ella dos frases ni rozado en plano; ni con sus otros nietos( de hecho no ha estado con "María" directamente). Podemos decir que su personaje está reducido a escuetísimas apariciones seleccionadas. Y no creo sea problema del guión ya que su presencia es muy interelacionable y da juego. Es el eslabón de PV entre varias generaciones. 
Por muy cierto que, el viaje romántico que hicieron de vuelta a España, "Terence" y "Soledad", desde la Bahía Hudson, me ha recordado al que leí por ahí de uno que, en navidades, viajó con Megan a New York y volvió sólo, por aquella época más o menos. Igual se cruzaron.

Dedicado a Iosu que me ha enviado una fotos de una representación de Mario Zorrilla en Castro. Están en nuestro Blogger.


3 comentarios:

  1. Jose Ignacio da gusto leerte esto cuanto sabes.He visto tu foto en el blog bueno solo los ojos y pareces un tio guapo y de ojos tristes me he enamorado de ellos.Pero sobre lo que dices de Loreto no creo que es verdad esta ha estado muy bien, ¿no te parece? y ya hacemos apuestas si se muere o no chopito. Tu sabes algo?.Sobre todo lo que dices yo hay cosiyas que no alzando entender pero me las estudio. Eres mejor que mi profe y a Unamuno no conozco mucho. Estuve unos dias fuera pero ya he vuelto. No dejo de leerte. Estuve en Mallorca y no me perdi ninguno. Besitos

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  2. La rentree de Soledad ha sido como una bocanada de aire fresco en P.V., menos mal que le han dado un giro de 180 grados al personaje, pues estaba tan 'quemado' que lo mejor que hicieron fue mandarla de viaje al extranjero jeje.

    Realmente crees que lo de Hipolitin y La Marsellesa ha sido una burla?. Yo, por el contrario, pienso que ha sido casi un homenaje, a quien se le ocurriría hacer un himno con la letra en francés sino a Hipólito???? (Por cierto, Selu Nieto tiene una magnífica voz).

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  3. Karmentxu!, Por supuesto que es un homenaje al tema de Rouget de Lisle. Lo que ocurre es que, al hacerlo tan desenfadadamente, suena a cachondeo, es iconoclasta porque no está revestido de ese ceremonial protocolario casí heroico y doloroso que se le da. El otro día pasaba yo por Tarbes y vi a unos nos ancianos que llevaban flores, frente a un monolito y cantaban la Marsellesa. Es precioso y muy emocionante, además de revolucionario.Mira!. Lo he citado antes, el film de Ken Annakin "Aquellos chalados en sus loscos cacharros", nunca me ha gustado más la Marsellesa como cuando la interpretan en plan cachondeo frente a los alemanes que participaban en el vuelo.Jean Pierre Cassel y Gert Fröbe estuvieron inmensos.
    Apreciada Lidia sobre lo que dices de Loreto, noto una cierta corriente contra ella en los foros, tratándola como insufrible. Su personaje ha tenido altibajos, yo creo que no funciona en algunos momentos con Jordi, en otros sí, pero ella ha demostrado que es una de las mejores actrices de PV, y que se lo ha currado. Fíjate! tiene mérito, llegaba de la EITB con lo que eso supone de mal aprendizaje, de tics, de engreimiento, de acentuaciones, de enchufismo, de gastaeuros sin más exigencia que eso es la EITB.Pero ella se ha refinado muchísimo y se lo ha trabajado. En la actualidad, no tiene nada que ver con el cutre "Goenkale". Es muy elegante y es una señorita o señora, fiel reflejo de ese tipo de mujer decomonónica educada en clase alta. Sobre "Fernando" no sé nada. Y gracias por leerme. Un beso a las dos

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