domingo, 23 de marzo de 2014

EL GRAN CONRADO Y GONZALO EL CARABINERO

A la secuencia de "Conrado y Gonzalo" en la cárcel antes se le llamaba la escena de un padre  o hermano celoso emboscado tras una carabina, hoy le llamarán el momento de un reputado familiar colocando en su lugar el futuro sentimental de su hermana. Nada de magnetismo en un reaccionario trabucoide, "Gonzalo", osando pedir explicaciones a un presidiario sobre su honestidad para con una enamorada muchacha, teniendo en cuenta se encuentra prisionero y ello no es de recibo. ¡Lo que le faltaba al personaje de "Gonzalo" para perder el poco encanto que le va quedando y que se le quede la sonrisa dentada yerta!. Nada más lejos que permanecer en el romanticismo este cura retratado en este momento del viernes como un conformista absoluto, perdida la rebeldía y su aire de iconoclasta sulfurado. Que pone en duda la seriedad de un amor loco, casi imposible, porque el que está entre grilletes y cadenas algo habrá hecho. ¡Una pena!. Ya no defiende los sentimientos de su hermana prometidos, la valentía de la que, él mismo, hacía galanura, ya no tiene nada de insurrecto y amotinado, de quien vivió aquella intensa historia de amor contra corriente, que parecía imposible, se ha transformado en un usurero casero domesticado que va a pedir explicaciones sobre la renta, si puede o no pagar, si puede o no amar "Conrado" porque está hipotecado por canalla en el penal. Como un nuevo rico vulgar que ya olvidó que, en otro tiempo, pasara por un similar encarcelamiento injusto y fue apoyado y le visitaba una señora casada. Se ha presentado de "carabina" al presidio. Y "Gonzalo" se encuentra inmerso en un proceso de estupidización de nuevo rico insufrible.
Quien rechazara las normas y se saltara todas las vallas de las convenciones, quien hoy mismo vive bajo parámetros de comportamiento y apariencias rechazadas por la sociedad, pidiendo explicaciones sobre honorabilidad y coherencia en el prisionero, por cierto un soberbio hoy Rubén Serrano, digno, entero, seguro y trágicamente romántico. Antítesis del burgués "Gonzalo"; un "Conrado" buscando ese amor intenso, profundo y peligroso frente a las salidas de tomo burguesas de "Gonzalo. Volverá, cuando salga de la cárcel (según cuentan las revistas, pronto), a su escéptica vida y sin ingenuidad sustentará su futuro en el amor y en hacer feliz a "Aurora".
Vence por goleada el personaje de "Conrado", porque queda encumbrado en su rotundo: "La quiero" así como porque se quita un competidor veleta de la serie.
Visto para sentencia por nada convincente el arrojo de "Gonzalo".Todo ha resultado bellamente irreal en la conducta esperanzada y progresista del ex-cura. Todo aquel canto a la vida, al amor, toda aquella ceremonia de virilidad resuelta a golpe de enorme efecto, toda su nobleza de espíritu indómito, un personaje tan sincero y arrollador, no ha disimulado su machismo por ese trato dispensado hacia su hermana haciendo de carabinero ante el amor más grandes y que no es menos por estar bajo sospecha de delincuencia como pensaría un semi-terreteniente con menos agallas que la "Francisca Montenegro".
Toda la magia y el onirismo del personaje se han esfumado. Aquel que parecía valientemente libre de ataduras sociales y de seguideros cotidianos, esta condenado a perpetuar las mismas convenciones sociales que tanto criticó y puso en cuarentena.
Esta tarde ha surgido un nuevo amor en PV, que ya existía consolidándose, tras las provocadoras de "Gonzalo". Valiente apuesta de PV, con esta enorme propuesta conceptualmente tan original y demoledora del héroe incólume, hijo de la "Pepa", un guión inmoderadamente irónico sobre el destino retrógrado al que estamos abocados, abordando esta visita cargada de solemnidad para   "Conrado" y conservadoramente rechazable para "Gonzalo".
Se ha clausurado todo el sentimentalismo y sonrisas bobaliconas inherente a la historia de amor contra marejada de "Gonzalo y de María", presentando un futuro maniqueo entre los que van a amar como se amaba antes y más y los que retoman coordenadas de espacio y tiempo de otras épocas nada apasionadas y sí confortablemente resignadas. De hecho, siempre, ha sido especialista en crear atmósferas que pareciendo valientes eran malsanas.
Pero es inteligente el guión, toma el relevo el otro y eterno arcano amoroso de los tiempos actuales, con un varón repleto de pulpa postjuvenil  y para darnos desde la semana próxima un subidón de azúcar, según cuentan los que sí tienen el aplauso de los fans para adelantar acontecimientos.
Secuencia monumental, densa en los sentimientos de "Conrado", espesa y amarga, es un sustituto de este Jordi que nunca ha convencido sino en sus arrebatos. Una secuencia demoledora para "Gonzalo", abigarrada, de un ex-sacerdote que parece que no es sino un espectro de lo que prometía, movido ya no por impulsos y emociones sino por puro interés. Un duelo dialéctico entre un arcaico "Gonzalo", insdisimuladamente machista, y un huracanado "Conrado", desnudo de prejuicios, sano, enamorado, rudo y auténtico hasta la médula. Enfrente un trastornado "Gonzalo" que se nos muestra un inaudito ex-clérigo que censura y persigue la liberalidad de costumbres que, hasta hace poco, defendía con tanta vehemencia. ¡Para que te fíes!. 
Romántico entre suciedades carcelarias, se encuentra perfectamente trazado el personaje de "Conrado", áspero, empieza a dar una fuerza y verosimilitud a la historia increíbles, preso de ese apasionante drama psicológico donde la necesidad de estar junto a su amor, la conciencia y el crudo pasado le afectan más que la cárcel. Capaz de transmitirnos una abanico de sensaciones y una caleidoscopio de miradas, te engulle cuando intentas comprenderlo.

El juego en torno a la creación de una ficción acaba en esta ácido final de ocaso de dioses.




El artículo sobre Mariana y Mauricio

7 comentarios:

  1. A mi "Gonzalo" nunca me termino de convencer, ni el personaje ni el actor. Ahora se ha convertido en un nuevo rico y se cree con el derecho de juzgar a los demas por pecados que el mismo a cometido. Buen relevo del guion en Conrado que ,al menos, transmite verdad y se "cree" su personaje. Gonzalo ganaria mas si dejara el papel de santurron que no le pega y mostrara el alma atormentada que guarda en su interior.

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  2. Espero que no te traiga problemas este articulo entre las fans de este Jordi que no es mal actor pero va a la deriva Muchas gracias por este señor articulo Jose Ignacio muy bueno

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  3. Todita la razon el personaje de Martin carece ya de encanto y lo has descrito perfectamente era grande pero ahora le toca el turno a Conrado por lo demas decirte que con el articulo de Mariana y Mauricio me he reido muchisimo, se nota que les queire smucho y sobre todo a Carlota.

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  4. Lo malo es que el personaje de Condado no esta en la cabecera (que es el gran indicador de nuevas muertes y marchas al extranjero).

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  5. De acuerdo total Orellein. Jose Ignacio merece un reconocimiento por valiente y decir las cosas como son. Recuerdo como le pusieron con lo de Sandoval que se porto como una impresentable, malencarada y envalentonada por fanáticos que casi se meriendan a José Ignacio. Gonzalo es una m de personaje y muy mal interpretado desde siempre, ha venido Conrado y a lo poco que hace le supera, es que es un amorfo. y la Loretse ha hecho una estupida insoportable.Sigue asi Jose Ignacio

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