sábado, 30 de agosto de 2014

LOS AMORES MAGNÍFICOS



¡Buenos días!. Ha amores que duran siempre, aunque ya no estés con ella o él, permanecen aunque más reposadamente, pero ya no es lo que fueron y jamás recobrarán aquel brillo en la mirada y electricidad en la piel .Son amores de verdad, absolutamente fuera de los sentimientos habituales, son inmensos, para jamás arrepentirse, los mejores, de sentirse orgullosos de haberlos tenido, para narrarlos en novelas, pero no están hechos para la convivencia. Los chismosos confunden el amor con lo que vemos en la calle, parejo y casi siamés.En absoluto. Es doloroso amar con todas las fibras de tu ser a esa persona única, a la que miras con unos ojos con los que no mirarás a nadie más, y que esa persona sea el motor de tu corazón, y al mismo tiempo tener la seguridad de que nunca te pertenecerá, ni le pertenecerás por entero. Son inmensos amores que mueren en la batalla y a los que se recuerda siempre, pero no están hechos para envejecer en la armonía de un hogar bien amueblado y con garaje. Aunque sea el mayor que vayáis a experimentar después, nunca podréis sentir algo semejante por ninguna otra persona.
Hay veces en que los amores más profundos no resisten la vida social de un país de hipócritas y nuevos ricos, y que en la separación, esos amores grandes y libres, son prácticamente una herida que no puede cicatrizar. Ni de una manera, ni de la otra, hallará su lugar, como esa fiera a medio domesticar que no aguanta mucho tiempo las cadenas del cautiverio, pero tampoco las de la plena libertad. Cuando está encerrada en su jaula, añora el espacio abierto. Y cuando está en espacio abierto, añora su jaula. No sabrá donde está su sitio. Será de ambos lados y de ninguno.

Así son esos amores que nada puede extinguir, pero condenados a agonizar en la distancia. El final suele ser emotivo e inolvidable y cuando uno de los dos desaparece y muere, siempre hay un adiós enorme en el corazón del otro porque nunca conoció a otro ser como aquel, el mejor de todos ni un amor más inesperado e, imprevisible que jamás volvió a repetir porque algunos recuerdos duran siempre. Ver cómo crece el amor, el deseo, el compañerismo, y la profunda comprensión entre dos seres condenados a la separación es más emotivo que haber experimentado otros amores al uso y desgarro en tu propia vida: Fue la más compleja aventura que cualquiera pudiera vivir.







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