SU MADRE / UNA SECUENCIA PERFECTA

ACTRICES DE LA TARDE: 

FARIBA SHEIKHAN Y AÍDA FLIX

Ha sido un momento impresionante que salva de la quema a ESDPV en los últimos días, donde Fariba y Aída han estado que se salían. Ayudadas por una exquisita y sensitiva realización, esta secuencia, confía en la inteligencia y mejores sentimientos del espectador cuando muestra, como un retrato naturalista y desesperado, el cordón umbilical que nos une a esta vida y más allá: muestra madre y nuestro refugio.

Veo al gran  Griffith en su cine mostrando dar de mamar de modo sencillo y natural a tu hijo, el gusto para captar puntillosamente con la cámara la nutrición en los primeros meses de vida, el reconocimiento de la sangre, sobre todo esa tendencia a crear un clima angustioso que implica un intento de salvar en el último momento la vida a un inocente bebé. Griffith en estado puro. Donde el drama hace avanzar la trama, donde los sentimientos y la necesidad vital se imponen a la narración. Momento más reposado y psicológico, de supervivencia vital y afectiva en el bebé (que traga la gougoutte porque reconoce al ser que le ha dado la vida). Es su madre. Y tiene también del cine de otro grande: Feyder por la calma del recién nacido en medio de la angustia, por la calidez del pecho de una madre, rozando Fariba lo poético y espiritual. 

Este tipo de secuencias las realizaron con grandioso acierto desde el lirismo y el intimismo épico, los mejores realizadores del cinematógrafo, como Pudovkin que realizó de modo riguroso y correcto lo que es una madre en el más pleno sentido existencial del término. Momento el de hoy que va adquiriendo una enorme fuerza narrativa e impacto óptico. Momentos tensos y bellísimos con una Fariba que parece una madre de verdad (se nota de sus cualidades maternales), nos hacen chocar los pulmones uno contra otro de la opresión que nos causan cuando nos atraviesa un punzón de hielo porque la mejer es el ser más perfecto de la creación y da la vida y la amamanta apretando a su ser contra su pecho.

Ella es pobre, su madre, está desesperada, castigada pero curtida, sacrificada y muy resistente, intuirá sin duda que se trata de su hijo, es su sangre propia. Reconocer a tu hijo por parte de su madre es tan antiguo como la humanidad. Ya "Pepa" reconoció a su hijo, se repite el tema aunque con una variante; no es una huella en la piel, es la figura maternal que da la vida y son los ojos de una mujer que padece que brillan cuando encuentra a su hijo, nada ni nadie le pueden convencer de lo contrario ya que su sangre y espíritu se subleva.

Niños robados, aquí tenemos un precedente en España. Que nos procura un acaloramiento e indignación. Un momento doloroso, una anécdota estremecedora desde el otro lado de la intriga y el negocio (como pudo ser  "Sin identidad"), contemplado desde el lado psicológico de la violencia dolorosa hasta el extremo, repleta la escena de lloros de una madre desquiciada y todo un carrusel de emociones, egoísmo, mentira y robo. Violencia y manipulación en "Amalia", temor y pena honda en "Fe". Con un estupendo silencio en el momento de dar el pecho roto por la alegría de que el niño reconoce a su madre y relax final en el niño saciado y colmado. Este instante ha sido de una hermosura sublime, casi un momento de "culto".

ACTRICES DE LA TARDE DE IGUAL MODO

CARLOTA BARÓ Y CARMEN ARÉVALO

Momento de especial relevancia que traerá esa intriga que se sospechaba tras el pelaje de "Nicolás" a lo hitchcockiano, desaprovechado el personaje así como el de  "Mariana" hasta grados de ir haciéndonos desinteresar por la primera actriz de ESDPN con María Bouzas: Carlota Baró. Un personaje "Mariana" ahora bajo el vértigo de la duda, un luminoso veneno que se instala en ella, una desesperada reacción y la quiebra de toda la credibilidad. El terror de un presentimiento se le confirma subjetivamente y de ello esos ojos de asombro y no credibilidad que pone la actriz (a destacar esta tarde), conjuntamente con el señorío de la gran actriz Carmen Arévalo, señorial y teatro en estado sólido y una buena actriz de doblaje, la voz de Patricia Medina y de Vanessa Redgrave en doblajes más recientes.  Un psico thriller que se avecina.