ESTE ARTÍCULO ESTÁ DEDICADO A TODOS AQUELLOS QUE PENSARON QUE TRAS LA MUERTE DE FRANCO VENDRÍA LA DEMOCRACIA Y LLEGÓ LA DICTADURA DE VARIOS PARTIDOS CONSENSUADOS SIEMPRE EN UNO. ¡POR TODA AQUELLA BUENA GENTE QUE FUERON NUESTROS PADRES!
ACTORES DE LA TARDE: ALEJANDRO ALBARRACÍN Y NATALIA RODRÍGUEZ
CON: JOSÉ ANTONIO SAYAGUÉS, ITZIAR MIRANDA, MANUEL BAQUEIRO Y LUCÍA MARTÍN.
Retomaré paulatinamente mis diarias crónicas de esta serie que las compaginaré con las de ESDPV. Hay tramas francamente estimables en esta temporada y secuencias como estas, en la que un publicista se enfrenta nada menos que al Régimen denunciando a un torturador policía que le había partido la cara, creyendo ingenuamente que aquello de la apertura del Régimen se podía tragar con un vasito de agua con limón. Tremendos momentos donde cabe una esperanza a la vida a través de la família y ese tenerse los novios al lado en estos tan amargos tragos. Un reflejo perfecto, para las generaciones actuales, de donde procede la España de hoy, continuadora de aquel Régimen con otro de Partidos donde, como ayer, el que se mueve de la foto del consenso entre ellos, es fulminado. De ello hablamos ahora. Sin desdeñar como digo ese aspecto de neorrealismo costumbrista y de mucha nostalgia y ternura que respira la secuencia en casa de "Pelayo", al estilo de Berlanga, Ferreri y Bardem, un homenaje aquel cine mezcla de ilusión, comedia y drama donde se quería mejorar lo presente de modo ilusionadamente ingenuo pero maravilloso. Por encima de la feroz dictadura, padre y madre de lo que tenemos ahora, estaba la creencia de que algo o cambiaría o estaba ya evolucionando hacia un mundo mejor y mucho más democrático.
Momento muy interesante enclavado en aquella mitad de los 60, donde se mezcla el realismo con el altruismo y se muestra que, a pesar de la mentalidad diferente de hoy, de otras costumbres y de más alta tecnología, de un cierto progreso, España sigue siendo aquella dictadura donde el que no está con lo establecido y con el que se turna mandando, es fulminado automáticamente. Pero siempre ha habido gente noble como este protagonista que aunque acaba tranquilo y cree ingenuamente en la justicia, también se queda sin nada, arruinado porque cree que las cosas mejoran; y todo ello no era sino una componenda del franquismo para cambiar una imagen en la que este sector de valiosos profesionales, liberales, abiertos a otros países democráticos y que querían transformar desde su profesión al país, modernizandolo y dándole aires refrescantes nuevos, no cabían y eran aniquilados de la sociedad, bien mintiéndoles en la cárcel o dejándolos en la pura indigencia. Aquella fue la supuesta apertura que algunos bondadosos se creyeron (la de aquel infausto del OPUS López Bravo que murió en 1985, en un muy raro accidente de avión chocando con una torreta de la Euskal Telebista en el monte Oiz), como hoy se creen que estamos en una democracia; cuando en realidad te costaba y te cuesta la vida enfrentarse a un paripé y a un timo monumental. Aquella reforma del OPUS era para traer capital y turismo, para que se cimentara el negocio del ladrillo y, tras el estraperlo, se crearan grandes fortunas al amparo del Caudillo, pero no estaba pensado para que la gente tuviera más libertad. Un Régimen nunca cambia (¡cómo se va a destruir a sí mismo!), evoluciona para seguir robando al amparo de una publicidad engañosa que para nada afecta a lo fundamental y a aquella libertad que aspiraban sectores profesionales y estudiantiles representados en esta pareja de los tiempos de Franco y López Bravo. La apertura tecnocrática suponía tan solamente, como hoy, que en lugar de encarcelarte, torturarte y darte de leches con saña, te quitaban todo y en ese indigencia tu voz se apagaba, algo que nunca resulta porque siempre nace un rebelde. Una España pensada, como la de hoy, para los atracadores, delincuentes y demás forajidos y donde sólo quedaba callar y dejar desvalijar a los demás, como hoy.
Momento de una televisión que parece intrascendente y que sin embargo tiene un fondo intelectual de amargura inmenso. Ingeniado para hacer comercial y romántico un momento durísimo de crítica social y política sobre la dictadura de un Ministerio franquista y de las influencias de la casta del Régimen para ahogar las crítica y vengarse de justas denuncias. Con ese momento tan entrañable de la presentación ante la família del noviazgo oficial con una "Manolita" que está que se sale. Con una encantadora y revolucionaria Natalia Rodríguez, en el papel de una sentida "Leonor" que presagia lo que las mujeres deseaban con razón y justicia antes que las absorbiera la dictadura de los partidos e hicieran de ellas, burócratas y vividoras al servicio de un jefe político y cobrando "pasta" por servir al feminismo de diseño que se inventaron con tal de llenar la cartera. Emancipación de la que excluyeron a jubiladas, pensionistas, estudiantes sin carnet, mujeres perseguidas y liberales, mal-pagadas, violentadas y marginadas, que no pensaban como ellas ni se vendían a la corrupción política de los mismos amos ante los hoy que se arrodillan estas mujeres sufragistas al servicio del Estado de Partidos.
Momento de rabiosa actualidad, lleno de candor e inocencia, llena de matices sugerentes y emocionantes que dan una sensación agridulce, encantadora y emotiva, con unas interpretaciones naturales y espléndidas dando todos un toque moderno y contemporáneo a aquella época tan dictatorial.
Como siempre una critica acertada y real de lo<que fue y sigue siendo ser mujer y no morir en el empeño.
ResponderEliminarelente visión del pasado inmediato y del presente, que me interesa más por lo que supone de frenos y marginación de jóvenes, tanto chicos como chicas, con un futo más que oscuro. Aún no lo saben, pero lo irán descubriendo cuando ya tenga difícil remedio para ellos, que tendrán que someterse a estos encantadores de serpientes (encima, bastante tontos, o quizá deban ser tontos para desempeñar el papel de bien pagados capataces) que repiten papel y actitudes apaentemente democráticas y comprensivas, casi todos procedentes de capas bajas socioculturales y económicas, contentos al retirarse por haber logrado un capitalito y un desclasamiento hacia arriba, creyendo que los buitres de verdad los han admitido en sus rediles. Triste realidad ante la que todo joven debiera rebelarse y así lo espero, aunque ando convencido de que muchos son los llamados a héroes, pero muy pocos los que se autoeligen. De todos modos, confiemos.
ResponderEliminarelente visión del pasado inmediato y del presente, que me interesa más por lo que supone de frenos y marginación de jóvenes, tanto chicos como chicas, con un futo más que oscuro. Aún no lo saben, pero lo irán descubriendo cuando ya tenga difícil remedio para ellos, que tendrán que someterse a estos encantadores de serpientes (encima, bastante tontos, o quizá deban ser tontos para desempeñar el papel de bien pagados capataces) que repiten papel y actitudes apaentemente democráticas y comprensivas, casi todos procedentes de capas bajas socioculturales y económicas, contentos al retirarse por haber logrado un capitalito y un desclasamiento hacia arriba, creyendo que los buitres de verdad los han admitido en sus rediles. Triste realidad ante la que todo joven debiera rebelarse y así lo espero, aunque ando convencido de que muchos son los llamados a héroes, pero muy pocos los que se autoeligen. De todos modos, confiemos.
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