Un "Ricardo" que les ha salvado la vida. Un policía, "Yuste", sobre el que, el propio "Ricardo", en la cárcel, se interroga desazonado si hubiera disparado o se trataba de una bravuconada. Un sistema judicial que no perdona la muerte de un miembro de la policía, aunque testigos afirmen ha sido un accidente; y un planteamiento, como siempre ocurre en la sociedad política española, desde entonces hasta hoy, que no se hace justicia sino que se busca el oportuno castigo ejemplar. Eso es la confirmación, con Franco y con la llamada democracia, de la prueba más palpable de que no hay justicia, sino intereses creados entre los que la manejan como una de sus funciones, para ejecutar una oportuna decisión que les convenga social, económica y políticamente. Si ahora interesa que la prensa, para dar ejemplo y extender el pánico, informe sobre una pena de muerte, aunque no sea justa, sentenciada por la justicia, así se hará aunque se lleven a un inocente de por medio.
Secuencia hecha con mucho mimo y aunque con cierta distancia, semeja al puro cine negro norteamericano pero con menos amabilidad en los personajes policiales y con ribetes del policíaco neorralista español, añadiéndole la brutalidad de aquel Régimen y de algunos de sus esbirros; todo, en un documento cruelmente costumbrista de la vida de persecución en aquellos años 60.
La serie es valiente y honesta. Cuenta, sin pelos en el guión, o autocensura, somos testigo de todo tipo de violencia policial y política de aquel infecto Régimen repleto de acciones criminales e injustas sobre los que aspiraban a una libertad negada y a una justicia inexistente. Es una censura dura la que se muestra a uno de los bazos armados del franquismo, como fue el sistema represivo de la policía. La policía, en la serie, es la falta de solución a un problema ya bastante irresoluble. No es una serie tóxica, como alguna que hay por ahí, tiene elementos innovadores sobre otras series y no está contagiada de propaganda. Muestra un escenario muy lejos del optimismo, porque la futura oposición "Juancarlista" no se libra, en un escenario cercano a la decadencia.
Se nos ha ido "Yuste" y perdemos buenos momentos que hemos vivido con Carlos Heredia. Insuperables. ¡Gracias por tu excelente trabajo. Costaba creer que se tratara de una actor y parecía fidedignamente uno de la Político Social.
Con esta secuencia demoledora en la que, contemplada desde hoy, todo el sacrificio que ha podido hacer "Ricardo" o que padecieron todos aquellos, como "Rafael" o "Alba", por una sociedad mejor, no valió para absolutamente nada. Lo que le responde "Rafael" a "Alba" es cierto. Ha muerto y puede ser el héroe después del terrorismo con el que se manifestó en su vida policial. No ha recibido un castigo, la muerte sí, pero no la dureza en vida del penar por sus acciones. Y fue así. Toda aquella gente, más allá de sus tropelía, y gracias a la Monarquía y a su Estado de Partidos, fue reconocida, rehabilitada, subvencionada y gozó de un estatus privilegiado.
El beso, entre "Nuria" y "Jaime", que ha hecho temblar los cimientos de la casa de los "Novoa" y a "Rosalía" salir corriendo por la escalera sin ponerse los zapatos creo yo. Alucinaba la pobre madre de familia al sentir ese beso, obsceno por incestuoso para una señora que conoce la verdad. Por cierto, a Thaïs, le han quitado la peluca o la peinan de modo diferente. Su pelo es precioso.
Sorpresas da la vida. detrás de este aburrido fiscal e intrigante político para los de su casa, hay un alma de actor. Poético de la judicatura que hasta igual sabe hacer reír incluso. Es ese otro lado de las personas que nunca acabas por conocer. Y no es algo absolutamente antitético en un fiscal; cuando se encuentran en el estrado, deben de ser algo o mucho de actores.
Se acerca el "sablazo" a "Félix" que actúa con total credulidad pensando en dejar una parte de su dinero a su otra hija, a "Nuria". Mal ha hecho no consultar con un "Quintero" que acaba de perder su contrato con "Haussman" . Y sorprendente toda esa maleta de dinero que ha llevado a casa del sinvergüenza de "Alonso", dinero que le va directamente a financiar su quiebra económica y patrimonial.
La secuencia del vasco que va a visitar a su hijo y desea conocer sobre la parentela de su supuesta novia, sobre todo a lo que se dedica, es muy de los vascos. Podía haber preguntado por la sorpresa de los sentimientos de su hijo por "María", sobre que le condujo tanto en ella para dejar su homosexualidad arrinconada, pero le pregunta por el patrimonio y vida laboral de la familia de la chica. Me ha hecho gracia.
Gran post como los que no tienes acostumbrados Me da pena que desplumen al pobre Feliz, una buena muerte de un sinverguenza que ha abusado de sus pòderes para hacer daño Gracias
ResponderEliminarTodo lo que dices tienes toda razón al final siempre gana la policia Siempre es asi Gabon Iñaki
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