Si llegara otro juez ahora para hacerse cargo del Caso Kote Cabezudo, y excarcela al preso, sería un escándalo de corrupción clamoroso. Ya no es antes, los viejos tiempos, es después. Hace poco nos alarmamos y la gente sale a la calle para protestar por
la puesta en libertad de estos sinvergüenzas chulones de “La Manada”, antesala
de la absolución de estos, para mí, de violación por lo visto y escuchado. ¿Quién
propició ello? Una juez que cambió el voto sobre lo que ya ella había votado
anteriormente. Raquel Fernandino Nosti. Ella los condenó por ser su voto vital,
la protagonista decisiva para que los cinco acusados por los hechos del 6 de
julio de 2016 en Pamplona no fueran absueltos, y ahora los libera.
Indudablemente dirá lo que justifique leguleyamente su proceder al modo
más conveniente para justificar esta aberración, pero su proceder sin Marlaska
no se comprende. Y no es el único caso. Hoy nos hemos enterado que Asenjo, la
juez del caso Kote Cabezudo en san sebastián, instructora apartada por supuesta
prevaricación. Hoy, al casi paralelo tiempo con el de la puesta en libertad de “La
Manada”, uno de los magistrados ha cambiado el sentido de su voto y el TSJ del
País Vasco desimputa a la Juez María Isabel Pérez Asenjo. Para temblar. Ya viene precedido por la dimisión del fiscal de la causa, Jorge Armando Bermúdez, apartado de la causa un día antes de pedir carcel para Kote Cabezudo.
Esta señora fue la encargada de instruir el caso hasta hace pocas
fechas pero que se inhibió recientemente después de que el Tribunal Superior de
Justicia del País Vasco (TSJPV) admitiera parcialmente una querella en su
contra presentada por el letrado de la acusación particular. Esta querella
respondía a la «falta de actuación» de la juez en un requerimiento que ella
misma realizó al fotógrafo para que retirara de internet las imágenes de las
mujeres «perjudicadas en este procedimiento». Durante varios años, algo
inaudito con las pruebas ópticas y denuncias así como testificales de víctimas,
cinco años, mantuvo a Kote en libertad. Desde el año 2013 todo se tapaba y
no se encarcelaba a un fotógrafo investigado por presuntos delitos contra la
libertad sexual y la intimidad, violación, abuso sexual, estafa, delitos contra
el honor, injurias, descubrimiento de secretos, amenazas y asistencia a
espectáculos exhibicionistas o pornográficos. Hasta el 4 de mayo en el que otro
juez, justo, adhiriéndose a la Fiscalía de Gipuzkoa, encarceló a Kote Cabezudo.
Con su ingreso no sólo se trataba de hacer justicia ante algo que extrañamente
con Asenjo se había demorado, era el crujir de dientes para muchos que se encuentran
denunciados y que mientras se impidiera la cárcel y naturalmente se postergara
sine die el juicio, dormían medio tranquilos en su nube de poder e influencia
social. Era la décima petición de ingreso en prisión realizada contra el
fotógrafo, quien en las nueve oportunidades anteriores había continuado en
libertad por decisión tanto de la Audiencia de Gipuzkoa como de la magistrada
Ana Isabel Pérez Asenjo, encargada de instruir el caso hasta hace pocas fechas.
Hace poco, quien mostró tanta laxitud para los vídeos guarros de Kote, solicitaba
amparo al CGPJ, pidiendo al Consejo se adoptara una resolución para obligar a Mario
Díez, abogado de la víctimas, a retirar un vídeo del 8 de marzo del 2018 donde
contaba todo lo que sucedía en estos cinco años de silencio sospechoso. Y el
caso saltó a la prensa, “Sin filtros”, “La Tribuna de Cartagena O Melchor Miralles
dieron la voz de alarma para reivindicar justicia para unos hasta incluso niños
y niñas violados desde muy temprana edad. Salieron tres nombres de muchos más, entre
ellos el de un ex Alcalde, Odón Elorza, hoy diputado de la PSOE.
Un gravísimo ataque de la juez al derecho a la libertad de expresión
que hoy se hace más temible porque, como con “La Manada”, un juez, con su voto,
ha desimputado a la juez Pérez Asenjo. Puede volver a recuperar el caso una vez
se ha hecho público que por decisión del Tribunal Superior de Justicia del País
Vasco la jueza, ya no está imputada. Ella ha sido para muchos de mantener el caso sin avances durante cinco
años y por no haberse ocupado de que los vídeos pornográficos fueran retirados
de la red. “Nos tememos que las personas de las que han abusado sean consideradas
delincuentes, que es algo que ya ocurrió, y que Cabezudo acabe en la calle. Una
decisión así nos alejaría de la resolución justa del caso”, han manifestado
miembros de la plataforma.
Y en el final ese es mi gran temor. Que unas personas menores de edad,
repletas de ilusión, que querían triunfar, soñadoras, tímidas, que se dejaron
pervertir por minoría de edad y por vergüenza de que su familia conociera su
desgarro y drama internos, hermanos nuestros gipuzkoanos y donostiarras, se queden
sin justicia y, peor aún, estigmatizadas como culpables de mentir y tal vez de
provocar. Pero debemos de luchar contra esta gentuza que actúa así desde la
llegada del hipócrita Marlaska, el que dijo que “este no es un país de
corruptos sino uno donde se investiga”, por eso mismo que ya van dos jueces que
cambian decisivamente el voto para que no sepamos la verdad y encarcelemos a
corruptos y para mí violadores. Nunca pediría agredir o arremeter contra un juez pero sí uso de mi libertad de expresión para pedir justicia, que retiren a esa señora definitivamente del caso y decirle a Asenjo que, con menos cargos, muchos presuntos violadores son inmediatamente encarcelados.
YO SÍ CREO A MIS HERMANOS VIOLAD@S POR LA
MANADA DONOSTIARRA
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