MARIO DÍEZ ¡DEJE EN PAZ A LOS FALLECIDOS! NO SE PUEDEN DEFENDER.

¡Cómo ha decaído la profesión de abogado desde que llegó Mario Díez! Lanzando vituperios. Tergiversándo todo; negando la objetividad de un escrito. Presenciamos en él contra mi persona periodista, además de su cólera, una vacua tentativa de alborotar y desbarajustar una situación para esconderse detrás de ese enfoque muy interesadamente y seguir huyendo hacia adelante. Diseñando con ingeniería casposa, la respuesta para conseguir el máximo efecto demoledor hacia el periodista e impresión negativa de los demás hacia el mismo, en incautos espectadores; advirtiendo sobre lo que no es y sobre todo menospreciando a la prensa humilde por informar y dar su opinión; llamando "tonto" a un periodista y riéndose porque no comulga con sus propagandas sobre el nuevo mundo que nos va a traer cuando él cambie el sistema. ¡Por favor, que este individuo no cambie nada que lo va a dejar mucho peor! Ya veremos quien ríe el último.

Cuando un periodista crea opinión e informa sobre un Caso, el de Kote Cabezudo en esta ocasión, es democracia; cuando Mario Díez pone en evidencia a la prensa por hacer su trabajo y cumplir con su obligación, intentando manipular a cuatro  amiguetes de la Red con falsedades auto inventadas, incluso metiendo por en medio a una señora contratada que hace lo mejor que puede la información, mi compañera, es la dictadura. Así es como algún abogado persigue a los periodistas, en nuestro caso, o va con ellos de la manita para que den la cara como en “Intereconomía”, mientras se calla muy ladinamente. Y ¡claro está! el periodista que escribió el pasado día nada tiene que ver con la demanda que unas señoras juez le han interpuesto, así como con la ampliación de denuncia por parte de fiscalía (que bien callada se la tenía el letrado) por supuesta “simulación de delito”. El periodista, a pesar de lo que exhibe impúdicamente este abogado, no está para pedir la detención de nadie; ni para acusar de violador a nadie. Pero sí para informar y manifestar,  creando opinión, sobre sus dudas sobre sobre la trayectoria de un abogado que comenzó defendiendo a las víctimas supuestas de Kote Cabezudo y ha acabado inventando asociaciones poéticas donde incluye número de cuenta corriente; intentando crear una escuela de abogados, buscando jóvenes para triunfar en la profesión; vendiendo la zarzaparrilla de lo que del sistema vamos a cambiar entre todos desde nuestra casa, apuntándose uno también en otro apartado; repartiendo libros por Navidad y pidiendo teaming de a 1€ y abriéndose a donativos para la nueva sociedad. Me encuentro sorprendido en realidad. 
Denunciar, en todo caso, usted o el fiscal o un particular. Yo sólo he contado  a la opinión pública que a ustedes les acusan de “injurias y calumnias”. No me lance a la población enmarañando y desfigurando con que yo he pedido sea usted juzgado; jamás he dicho eso. Ni por supuesto debo pedir encarcelen a una juez. Usted sabrá en los líos en los que se ha metido y a mí no me responsabilice de su complicada situación judicial. Yo hago mi trabajo. Si usted no anduviera con el Melchor en un plató de televisión diciendo barbaridades de personas o silenciándose, no se encontraría en esta situación. No es mi culpa.

Yo no tengo por qué acusar de Odón más allá de su desastrosa gestión pública que fue para mí. ¡Hágalo usted! En su grupo tienen la lengua muy suelta. Llamar violador a un ex alcalde. ¡Usted sabrá!  A mí no me involucre. Sobre las “vecinas y amigas”, sobre de los ciudadanos, no son tan tontos como usted cree. Es la gran equivocación de creerse un pequeño Dios, como “Saturno” que diría George Brassens; los mortales no son tontos y el tiempo no perdona nada en cuanto a las falsedades. Lo que opinen tras leerme a mí seguro será justo. Saben de sobra quien es usted y quien soy yo. Le voy a poner un ejemplo elocuente. Cuando ustedes llamaron a reunirse en los Juzgados en la primavera pasada, entre periodistas y manifestantes, éramos más de 70 personas. Hoy es patético, apenas se reúnen 15 personas y la prensa ya no acude como en aquel primer día 4 de mayo. Eso lo ha conseguido como récord usted, desinteresándonos por su protesta, reduciéndola a la mínima expresión popular en la calle. Por algo será. Esos "vecinos y amigos" de los que augura irán a denunciar a jueces y alcaldes tras leerme, son los que ya no acuden a la manifestación. Por el escueto número ya no veo movimiento suficiente que impacte para pedir la detención de una juez  y señalar a un ex alcalde como  como financiador de Kote Cabezudo.

¿Es algún delito conocer a una familia y apreciarla? ¿Tener amigos? ¿Existe alguna sentencia en contra de ellos que los manche o que a mí me comprometa? ¿Usted viene a Donostia a recriminarme de mis gentes apreciadas? ¿Me está llamando delincuente? ¿Me está apuntando y marcando con falsedades ante la opinión pública, por mis amigos y vecinos? ¿Qué pretende al exponerme así ante le Red?¿Qué “explica ello y encaja a la perfección” como usted comenta? ¿Algo deshonroso? ¿Me debo de ocultar de algo? ¿Soy culpable de tener vecinos y amigos? ¿Soy un pervertido por apreciar a una familia? ¿Acusa usted  a alguien de algún delito? Usted no tiene ni idea de quien habla. Ya quisiera tener la cultura y el empaque de aquellas personas a las que entrevisté por última vez, alcaldes y escritores de la historia y génesis de un pueblo; el padre de esta saga a la que usted parece tiene algo que reprochar y que  denigra. A los difuntos, mejor dejarlos en paz y sobre quien se querella sobre usted, como abogado, defiéndase y deseo un juicio justo pero yo no reprocho que una juez le haya denunciado porque es usted un individuo de poco respeto. Conmigo y mis amigos de antaño, con mi compañera de la radio, lo ha demostrado. ¡Deje a mis raíces y amistades en paz! No se lo permito. Le repito que si se han querellado contra usted, usted sabrá. Me siento muy orgulloso de haber conocido a esa persona fallecida, a su hermano y hermana, a la madre maravillosa que tenían y al padre intelectual que tuvieron. Con mi familia se portaron siempre muy bien. Ya puede usted seguir marcándome que ni me oculto ni tengo motivos sino gran emoción al recordarlos. Y no me va a  asustar. Aunque esos amigos suyos racistas me llamen "guisajo".

No sólo falta al respeto a unas gentes proximas, también ha insultado a mi familia, a mis pobrecitos padres que ya se fueron, a mis abuelos y a mis tías y gentes muy queridas que eran amigos de esas personas, a las que usted no les llega ni a la suela del talón. Desdecir de un fallecido que no se puede defender, con nombre y apellido, es algo innoble. Y comprometer a quienes los conocimos por su mero hecho y aprecio es algo muy propio de mezquindades. Es usted una vergüenza de la profesión. Usted sí que demuestra una elocuencia sonrojante, pero cutre y nada a desear. A lo dicho ¡Que tenga un juicio justo! Y siga huyendo hacia adelante. Toujours vers l'avant!!!!!