lunes, 29 de julio de 2013

CUANDO EL AMOR COME CON LA MIRADA EN PUENTE VIEJO


Tristán” retoma una nueva vitalidad y llegará a  mayor lucidez. Aún a costa, como no podía ser menos, de ser rechazado por su hija real. Es el camino de la sanación, de ir quemando todo aquello que te confundió en la vida y que te condujo a un abismo de apariencia insondable. Es la meditación y la desazón, es la expiación. ¡Tantas cargas!. ¡Tantas heridas!.
Sin embargo, ha habido dos momentos impagables, las dos miradas entre Álex y Ariadna, cuando dentro del bloqueo, los ojos les han juntado en la indiscreción de dos mínimos instantes no contemplados entre ellos, mirándose a hurtadillas. ¡Feliz tarde!. Dos que se reconocen, aún en mundos separados y terciando esa situación. Dos ansias por estar juntos para siempre. Un  acto de amor dentro de otro acto de hostilidad de apariencia irreversible. La mirada del amor nunca molesta, va directamente a los ojos y electriza todo el sistema motriz de modo fascinante, aunque no se aprecie. Muy justo castigo el que recibe el maduro “Tristán”. Pauta lógica en "Aurora", dosificando su torrente de reproches emocionales a la figura del inconsecuente padre que ha tenido. ¡Magistrales!: Álex Gadea y Ariadna Gaya.

Pero... tímidamente retorna a ser de nuevo aquel otro. Ha visto toda la película de su vida. El desgaste, el cansancio, su descarada sensación de que no había sabido reconocer a su hija, todo lo que le había descabalgado de un carrusel de magia y ensueño juvenil, cuando se comía el mundo, transformándole en un atormentado desconsolado. Hoy, aquel tiempo, ha tenido su epílogo en el reencuentro. Acontece, el mismo,  con la nostalgia reconducida de quien empezó una aventura con “Pepa”, siendo un soldado jovencito; pasó por la amargura de la muerte de su ser más querido; atravesó por el desprecio, producto del olvido, hacia la sangre de su amor y culminaba, esta tarde, entrando, su descendencia, en la casa de aquel grandísimo amor pasional y auténtico. “Anoche soñé que volvía a Puente Viejo”. Como en “Rebeca”, la sombra de una mujer se interpuso entre el genio y figura del enamorado, como si estuviera viva. Y ha estado luchando contra un fantasma durante veinte años. Hoy, ha vuelto “Pepa”/”Aurora” a su casa. Para poco tiempo. Todo se dará. 

 
 
Las muestras de desprecio y humillación a las que ha sometido a muchos, este buen “Tristán”, han sido constantes. Y hacía falta la presencia física, de enorme parecido y modales,  de otra actriz, Ariadna Gaya, para que sintamos, a la inversa que en el filme de Sir Alfred, más ya la presencia física de “Aurora” que la de aquella protagonista hasta hoy: “Pepa”. Ha sido un cambio cualitativo, que no se daba con “Jacinta” porque el guión no la contemplaba como descendiente del caballero. No he podido sino recordar la Voz de la simpatiquísima Mercedes Mireya, doblando a Joan Fontaine, en los primeros minutos de “Rebeca, recitando aquello de “Ayer soñé que volvía a Manderley”. Y aunque no retorna aún "Aurora", de algún modo, lo ha hecho en el espejismo atómico de su fugaz presencia. Y “Aurora”/Ariadna gana pantalla por goleada.
Lo que falta en la televisión o en el cine actual: Hechizar a un espectador que no pestañee ni un instante ante lo que ve, que le embadurna de sueños remotos e inalcanzables que se encuentran más allá del séptimo cielo. Una televisión que presenta la cruda realidad, pero con una belleza y un glamour descaradamente romántico y ensoñadamente aventurero. Ensueño, tenían: Greta Garbo en “La reina Cristina”, Charlie Chaplin, Gerard Philippe y Errol Flynn en todos sus filmes. Ensueño, tenían las voces inolvidables de Elvira Jofre, Carmen Morando y de Manuel Cano en los doblajes de filmes al castellano. Ensueño, tenían: Los Estudios de la televisión, en “Miramar” de Barcelona. Los filmes: “El mago de Oz” y “Brigadoom” de Minnelli. Y lo tiene Álex Gadea, y mucho, en PV, como lo tuvo en sus días la gran Megan Montaner. Tienen el encanto que destilan  las películas antiguas  a las que les perdonas todo.
 
No sé que destino les deparará a los actores más allá de PV. Pero, este lugar remoto, tiene un ensueño artificial que lo fagocita todo. Alberga, incluso, en su foto, una pigmentación bucólica que encoge el alma. Es hechicería pura. Otros seriales y filmes que se ruedan no tienen esta capacidad sugestiva. Muchos, son pretenciosos, otros, son horteradas infumables. PV, es la defensa de la fantasía, dentro de la creación de este espacio atemporal, que discurre entre estos páramos, rio y bellos paisajes y con unos actores fantásticos. Este es el auténtico secreto de PV y por ello no funcionan, algunos, más allá de estas coordenadas. La magia tiene un encantamiento que enamora y emociona y singulariza el serial. Es surrealismo y maravilla. Pero dentro de estas coordenadas.
“Tristán”, ha  estado bajo los efectos de un mal sueño, pero dormido. Se ha preservado de la maldad exterior y lo vamos a ver a partir de ahora, mantiene su encanto personal, su fuerza y vigor, la bondad y la armonía original de sus  primeros tiempos en PV. Reacciona..pues
Todos los momentos con Ariadna se transforman en sublimes. Como el encuentro en la “Casa de Comidas” con su hermano “Martín, algo soso estos días. Todo lo que sale de su boca es espiritualidad que barre lo imposible. Ella, es la hija de un amor que jamás parecía podría darse. ¿Lo recuerdan?. Eran aparentemente hermanos, sus padres, y estuvieron tan castigados para poder un día reconocerse como esposa y marido que, “Pepa”, entregó la vida por ello. No se olvida  jamás. Y esos ojos que se funden entre "María"/Loreto y "Martín"/Jordi, que vislumbra  sagazmente "Aurora", son la melancolía en pleno frenesí. No es imposible su amor tampoco.
La mirada del amor que detectan “Aurora” y “Mariana", entre "María" y "Gonzalo". Los requiebros visuales entre "Tristan y Aurora", durante la cura, como padre e hija. Las lágrimas que se enfrascan en la llorosa “Rita”/Charlotte, todo este percibir, es producto de la fuerza vital del amor que propaga su eco hasta el último día de aliento de la  vida de los humanos. Acariciador, apasionado, dulce, morboso y tierno, es el lenguaje corporal que te invita a fugarte con el/la  otr@. Ello está ocurriendo en PV. La fuerza de la creación.

Una mención especial para Mario Zorrilla, en esa secuencia de auténtico Spaghetti Western, por mi, tan valorado dentro del cine en coproducción en los 60. Un mito y un estilo de hacer cine. Tanto la toma de cámara, desde el suelo hacia arriba, la ruda majestuosidad del jinete “Mauricio”. El clímax, la acción, el diseño de la cabalgada, hoy en PV, camuflaba maravillosamente los estereotipos de justicieros y bandidos en aquellos tiempos de estado de excepción en los Estados fronterizos del sur, o sea, en Almería. !Me ha encantado!. Mario, me ha recordado al infausto Fernando Sancho en aquel filme de Duccio Tessari: “El retorno de Ringo”. ¿Para cuando rótulos y foto para con él?

Dedicado a quien se ha marchado, por lo menos habitualmente de la serie: Victoria Camps. De buenos profesionales es ser agradecidos,  por su gran labor en la serie. Hubiera sido mi deseo entrevistarle, pero fue imposible a ella o a muchos del PV. Se encuentran blindados y  tampoco, ellos,  muestran mucho aprecio, ni contestan,  porque este humilde periodista lleve a sus 40.000 oyentes  o a los miles que leen estas crónicas diarias, una pequeña referencia de su buen hacer. Es una política nefasta, ellos sabrán!. Es más fácil irte de copas con el Papa, que te conteste esta gente. !Muchas gracias!.



4 comentarios:

  1. Es tan bonito lo que dices Jose Ignacio. No he leido cosas tan bonitas sobre El Secreto nunca. Aunque hoy me aburre lo del niño.Tienes un don para captar las cosas que no habia visto en nadie. Ya te leo que no te dan entrevistas, ellos se lo pierden, te leemos muchos, en mi club casi todos, no somos muchos pero te seguimos y estamos esperando a que coloques tu escrito toditos los días. Tu sigue para nosotras. Oye ¿eres guapo? porque si esos son tus ojos, no veas que mirar. Y la voz preciosa de verdad te lo digo sin cumplido porque es la verdad. Me puedes contestar si lo deseas. Besos puenvebejeros

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  2. Ni caso Iñaki que yo tambien te leo a ti muy agusto. Me gusta muchisimo como hablas del amor, vaya que si lo practicas como escribes menudo novio a la vista jejijujejjejjuuu . Oye que rara esta Maria que no se aclara le vamos atener que dar un empujoncito para que se decida.Sigue asi que me emociona mucho cuando te leo.

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  3. Tienes la habilidad de convertir en sublime lo prosaico.
    Un saludo.
    María.

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  4. De acuerdo contigo en la calificación a Álex Gadea y Ariadna Gaya, realmente han estado magistrales. Esas miradas de Tristán a Aurora cuando le está curando, esa altivez bien entendida de Aurora hacia su padre por el abandono de tantos años, me llegaron a emocionar de tal manera que alguna lagrimilla salió...
    Ariadna cada dia lo hace mejor, aquél acento catalán que yo le notaba al principio, ha desaparecido y de Álex qué decir, el papel de hombre maduro amargado y triste le ha hecho madurar como actor, como hacía tiempo no se veía en la escena española.
    Sigo pensando que El secreto de Puente Viejo se ha convertido en una verdadera escuela de actores.

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