jueves, 4 de julio de 2013

LA CHIRIGOTA BIEN VALE UNAS MONEDAS





Son geniales los “Mirañáez”. Igualitos que los sandungueros políticos  de hoy en día. Aprendices, iniciándose en la carrera de las artes del engaño, desde el nivel municipal, que es de donde se empieza a cobrar para financiarse, después de comprobar sobre de qué va la política en España. Les da todo por igual. Al alcalde y a sus consortes y demás estómagos agradecidos. Siempre que haya dinero sobrante de por medio, si es preciso, nos colocamos con nuestros sagrados cataplines en la plaza del pueblo y hacemos circo y hasta de bombero torero, como en el Txofre donostiarra en sus días. Sobreviven en una incomunicación total, navegan  en el incumplimiento absoluto de  la promesa y todo lo vuelven del revés y que desdice del ayer, sin algún rubor. Todo es posible. Toda la flagrante infidelidad a lo comprometido, muestra sobre la relatividad del servicio público, del  engaño de su programa ideológico que no es sino una coartada para servir a sus bolsillos con la paga de los ciudadanos. Todo es una mentira, como en casa de los “Mirañáez”, donde el dinero lo compra todo menos la cordura. La excusa es una evasión, todo son justificaciones para negar la mayor con un rostro impenetrable. Con ligereza y falsedad se alega hasta la llegada de extraterrestres para desdecirse y proponer aquello otro que más caudales nos aporta. Una tarde, desean denunciar a la autoridad por  la chanza desprestigiante sobre sus chifladuras casi autobiográficas; otra, proponen la censura atroz para la lectura de prensa; para desdecirse al día siguiente y, por dinero, aceptar la mojiganga  por dos duros la "tira" escarnecedora y obligar a los lugareños a reírse porque, ya se cachondeaban de ellos, dado por coloquial. En clave de humorada, los cuatro han estado geniales. El genio: Selu/”Hipólito”; su amante esposa, que alucina más que cuando era una enternecedora cieguita: Blanca/”Quintina” (gracias por compartir mi texto, un besito Blanca, te aprecio muchísimo aunque no te conozco personalmente), y los dos grandes saineteros: “Alcalde y Alcaldesa consorte”/ Enric y Maribel, que tan y de bueno hablan de la discordia mental que anida en la catastrófica casta política española, desde antes de Maura, experta en amordazar a infelices por sus sutiles intereses y para sus descaradas rapiñas.
Por cierto, ayer, en Enric, entrando al “Colmado” hubo un momento en el que me recordó  al gran actor francés Bernard Blier, en aquellos gestos con los ojos saltados y la expresión del rostro, abombada y caricaturescamente exagerada. En la época en la que protagonizó sus mejores filmes, con Gabin, Lino Ventura y Jean Lefebvre, cine agridulce francés,  irónicamente cómico de los 60,  con películas como “Les tontons  flingueurs”.
Pero el capítulo de hoy ha tenido bazas muy intencionadas que pudieran pasar desapercibidas. El tema de la intolerancia con el hoy sobre aquella laxitud que tuvimos, en circunstancias parejas de nuestro ayer, porque nos afectaban a nosotros y se justifican egoístamente. La  relatividad y justificación  de aquellos nuestros comportamientos, los de “Raimundo”, su agrio comportamiento actual, descariñado en un discurso que sólo oculta vejez y decrepitud. Es melancólico ver a este personaje, ácido e impertinente, desdeñando el amor de su hija por un pobrecito abandonado, actuando “Emilia”  en similitud a cuando era también ella recogida por “Ulloa”, tras el accidente de sus padres y quedarse en orfandad absoluta.  No está envejeciendo con dignidad “Raimundo”. Es que, lejos de los mitos, estos personajes del liberalismo español, han sido siempre un reguero de contradicciones y, al final, acaban en  la Iglesia, comulgando, desdiciéndose de toda su vanguardia ideológica y haciendo daño al prójimo. Cuando truena, se recogen en la iglesia más próxima. Son frentistas y casi todos sus argumentos acaban en falsedades no mantenidas en el tiempo, en discursos nominalistas que concluyen en justificaciones innobles,  siempre de cara a la galería y acaban siendo los mayores déspotas. A Ramón Ibarra, le ha tocado ese papel de verdades claudicadas. Al final va a tener razón "Francisca".
El pacto fáustico de la pobre “Jacinta” rezumaba un regusto de marcado sadomasoquismo, cuando su alma y vida, hacienda y seguridad, están en manos de una torturadora. !Vaya usted a saber cómo se lo cobra!. Magnífica en ese sentirse víctima ante la cruel “Paca”, Victoria Camps, por primera vez se quiebra en su altanería y me ha gustado muchísimo y ha sido una de las escenas más morbosas de la historia de PV. La “Francisca”,  me recordaba a aquella señora “Fourneur”, Lilli Palmer, entrada en años, que maltrataba y disfrutaba sutilmente martirizando huérfanas con problemas, en “La Residencia” de Chicho Ibáñez Serrador.
La provisionalidad de las situaciones se ha dado entre “Don Anselmo” y un grande grande: “Padre Celso”/Eleazar Ortiz. Antes, valía la vocación y eran suficientes unas pobres alforjas para atravesar el mundo y reencontrarte con ella. Ahora, todo cambia, es el dinero. La prioridad es la “pasta” y sin ella, la iglesia no funciona, aunque carezca de vocaciones. El patrimonio habilita los nuevos caminos para resolver los conflictos.
Me han pedido que diga algo sobre Javier Abad. No le tengo olvidado. En  absoluto.  Soy muy respetuoso con la gente joven que entra en escena. Tiene muchísimo mérito e ilusiones, todas. Es un chico muy guapo, pero además es un chico algo desgraciado en amores, absolutamente sensato y alocado al mismo tiempo, lo cual le hace irresistible, y discurre entre los senderos de la fatalidad,  por una maldición que no se sacude tan fácilmente. Sabe besar en escena como pocos y resulta pasionalísimo. El amor de adolescentes, el amor romántico,  debe de estar interpretado por gente que accede a la profesión porque, sólo ella, sabe explosionar lo intenso del ardor amoroso y disparar, con nueva pólvora,  la ilusión de un primer “gatillazo”,  guardado en la recámara durante tiempo. El  enamoramiento se le desdibuja a “Isidro Buendía” por momentos, por esa predestinación maléfica de la saga familiar, que hace que ame, con destreza y locura, a una bella campesina, con la que puede que no emparente jamás. Del amor no te puedes fiar y  uno siempre es  esclavo del destino y de  una posible pérdida de la persona amada. Voluble y enamorada hasta el refajo: "Rita"/ Charlotte Vega. No me disgustan los hermanos. Incluido "Anibal"/ Jorge Pobes.
Y mañana, emocionante secuencia de "Rosario"/ Adelfa Calvo reconociendo a "Aurora"/Gran Ariadna Gaya. 

Dedicado a todos los que me han demostrado que me aprecian, leyéndome estas pequeñas crónicas del apasionante PV.

PD: Respondiendo a Sandra H:
No suelo responder normalmente a las opiniones, ya que cada uno tiene la suya y me merecen, todas,  todos los respetos. Pero sí quiero manifestar que la serie la sigo todos los días. La veo y suelo obtener mis propias fotos para acompañar mis comentarios.  Creo que estoy bien documentado y que no confundo personajes ni entre ellos ni con otros referentes. Conozco  perfectamente sobre  quienes menciono con los ejemplos, que son las referencias que me sugiere el serial. Puede que a usted le parezca así, que no esté de acuerdo o que no le guste, respetabilisimo, pero sé de lo que escribo y aclarar que sí veo todos los días la serie. Gracias por su opinión. De todos modos, no yo quiero sentar cátedra, son unas simples opiniones, subjetivas, como otras, y nada más.





José Ignacio Salazar

3 comentarios:

  1. Genial como siempre. Aunque dicen que las comparaciones son odiosas, en este caso, me encanta cuando haces referencias a actores/actrices de otras épocas ...

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  2. El fondo de del texto es muy bueno y es una buena reflexión...pero te haces unos líos nombrando personajes y actores. Parece como si no siguieras la serie y no supueras de lo que hablas cuando pones ejemplos. Documentate antes de escribir nada ;) sobre la serie o pon otros ejemplos con otra serie...

    Saludos!

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  3. Sinceramente creo que Rocío H y el autor de este post ven dos versiones de la misma novela: Rocío se queda con la forma y José Ignacio con el fondo.
    Hasta no hace mucho, los caciques son quienes mandaban en el territorio que habitaban, colocando a hombres de paja para beneficio propio. Ahora mismo los tenemos en el poder imponiéndonos su ideología neoliberal.
    Me encanta la actuación de los 3 Mirañar, en cuanto a la interpretación. Son el contrapunto a tanto drama.
    Soberbia la actuación de "Francisca", los curas mayores, "Rosario",...
    Deploro la interpretación lastimera, como si declamase, de "Tristán", al igual que le ocurría a "Pepa". Esta actriz, tras su paso por Gran Hotel, y, seguramente por los estudios realizados, ha mejorado.
    De los jóvenes, destacar el trabajo de la falsa "Aurora".
    Un saludo.
    María.

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