lunes, 1 de julio de 2013

EL RETORNO DE MARTIN CASTRO





Todo el capítulo de hoy evoca a John Ford. Cuando el pasado es más fuerte, evocando su tiempo ido,  que el presente, y vive más, como en sus filmes.
Desde aquella secuencia tan entrañable del film de John Ford, “La taberna del irlandés”, que veían nuestros padres en en el Gran Kursaal de San Sebastián, en la que la actriz Elizabeth Allen se dirige a Jacqueline Malouf para decirle que “Era su hermana Amelia”, poco  había  de tan conmovedor en el cine hasta esta tarde. “Aurora” acercándose a “Martín” para revelarle que es su “hermana Aurora”. Mañana, seguiremos con esta congoja que nos entra al saber más sobre  un secreto que se pregona cada día con mayor eco y reverberancia, por PV y la comarca. Sigo pensando que la voz de Ariadna tiene protuberancia propia, acoge una resonancia melancólica evanescente y una  nostálgica de intensa fonoteca, que te proyectan a paraísos ocultos y muy peligrosos.  Me recuerda a aquella de  Leonor  Fábregas,  en la persona de la actriz June  Duprez. Ariadna Gaya, que por cierto tiene cierto parecido a June, alberga un eco sonoro de lamento que  acompasa magistralmente a  su personaje  y posee el brillo nebuloso de la voces de los doblajes  de las películas antiguas,  muchas hoy desaparecidas con los redoblajes, adorables e  inmarchitables.  Voces del maravilloso cine doble sesión o de estreno de Pascua, con cacahuetes y bizcochos y con actrices de gran glamour.

El retorno emocionado de “Martín”. Algo que era un secreto pero intuido por las personas que tanto le querían. “Rosario”, una sollozante mujer que lo sabía porque no podemos engañar al presagio que viene desde no sabe uno dónde. Hoy, Adelfa, ha dado a su personaje toda la sabiduría justa para demostrarnos cómo se resquebrajaba por dentro el alma, al confirmar su clarividencia hacia aquella carita y aquellos morritos pringados de chocolate del “Martín” niño en la cocina de la "Casona!. ¡Gracias! : Adelfa  Calvo por haber conseguido esta tarde, al igual que Sandra Cervera y Carlota Baró, transformar el retorno de “Martín Castro”, en un reflejo más acaudaladamente  físico en la expresión y mucho más sensorial con el corazón, sin caer en la folletinada, con la dificultad que tiene esa secuencia para ser interpretada con creíble resultado. Menos visual y más psicológico. Un buen ejemplo que el lenguaje de la televisión se puede permitir más que el del cine de salas comerciales, más subrogado al efecto y también a la  lágrima.

Hay en este capítulo de hoy, algo que me ha recordado a aquel otro filme de “El retorno de Martín Guerre”, de Daniel Vigne, que vimos en el inolvidable “Petit Casino” de Donosti, sobre la verdad y su conveniencia. El cuestionamiento sobre la  validez de la veracidad o de  si preferimos al que usurpa y es  llamado de otro modo  que al oriundo y original. Film muy interesante que cayó en el olvido.

El niño es una preciosidad y la secuencia con “Mariana” en brazos, da esa otra pincelada de los muchísimos registros, como comentamos aquí, que Carlota muestra habitualmente, la ternura y la advertencia esta tarde, a través del exclusivo lenguaje corporal, tratando de explicarlo todo, mímica genuina del  cine mudo. Por ello decimos que, Carlota Baró, es el cine en sus orígenes. Muy difícil de encontrar a una actriz en el panorama español que no necesite decir nada; ella, gesticula remarcando y con ello es suficiente para que  nos enteremos de lo que dice y de lo que trata de  desvelar. !Es única!.
No tenía desperdicio, en esta tarde,  encontrarnos con los "Mirañáez" sospechando de periscopios por entre escondijos de ratones y cucarachas, espiando sobre sus cuitas más privadas.. Cuando, y así suele ocurrir, el dibujante vive siempre al lado, en el "Colmado" en este caso.
Una parodia burlona de sainete tragicómico, la vida al alcance de cualquiera que, desde un punto del mapa, te puede seguir  en prensa sobre las “majaretadas” que haces en tu hogar ,entrañables pero privadísimas. Maribel y Enric abren maravillosamente  el telón a esas viñetas satíricas, de indudable éxito, recochinas y con gorda incorporada. Me han recordado a los " La família Cebolleta", de Vázquez, a "Rosendo, "Leonor", Diógenes y a "Pocholita", que levantaban con sus peripecias  manifestaciones de "descojono" y júbilo. Me gusta la sátira moral de los "Mirañáez", es amarga realmente. En su burlesco dan una imagen muy pesimista de la vida de la familia; que comienza en esas aras del altar divino y finaliza banalizada, devaluada por una rutina que acaba, en el mejor de los casos,  en esperpento  y muerta de risa. O peor aún: Rota.
Maravillosa hoy María Bouzas y Álex Gadea, potente, en la secuencia de la Iglesia; cuando tiembla la "Paquiyaencopliya", ante otro de los posibles visitantes del más allá que traman venganza y contra los que no puede hacer nada porque carecen de carne a la que zaherir y huesos a los que apalear. Álex, duda ya de su "Aurora" rediviva y siente algo por la real "Aurora".  Los dos, Paca" y "Tristán", están atenazados por ese miedo a  los monstruos que se inventan o que pueden coexistir entre tinieblas y que, luego, nos persiguen. Este Álex, está de taquicardia, maquillado más como un retoño, que expira una bendita madurez sobre sus fantasías juveniles de antaño, es todo un personaje por derecho propio, cuya autenticidad emerge de su impronta  idonea para ilustrar una situación social y familiar solvente. Un poco al estilo de los arquetipos señoriales de los  protagonistas de Buñuel.
Capítulo que nos habla del cachondeo que se trae Satán y cómo dónde "las das las tomas". El "Padre Celso" le ha hecho no sólo un favor en su escarnio sádico hacia "Martín". Él mismo, ha demostrado que fue un impío delincuente que traficó con niños porque, una pseudomonja corrupta y unos clérigos canallas, raptaron a un niño, robándoselo a sus padres, sacrificando su inocencia y martirizándole sádicamente,  secuestrándole por dinero y por su santa madre iglesia. Y un recuerdo a Sara Ballesteros, aquella chica convincente, hoy dedicada a la moda y que era la pérfida, fría y calculadora:  "Calvario". Muy entrañable el regreso de "Martín". Y la vida nueva, el bebé, una pocholada, que va haciendo correr las generaciones de ese lugar que, si no existió, habría que inventarlo: PV.

Dedicado a los actores de "Puente Viejo"

PD: Gracias! Consuelo Bermudez por recordar a  "Los Porretas". Maravillosa serie costumbrista, ligera y de gran entretenimiento, sucesora de dramones ya en decadencia, que estuvo 12 años en antena, con tres grandes de Radio Madrid: Fernando Dicenta, que la dirigió hasta que falleció , Manuel Lorenzo, el abuelete "Segis"( a quien José Luis Garcí le dió un papel de "barbero" en "El crack"),  y aquel eficaz actor que tuvo siempre voz de adolescente: Alfonso Gallardo que falleció hace poco.

José Ignacio Salazar




3 comentarios:

  1. Fantástico artículo José Ignacio... ya respeto el de mañana con ansia.
    A mi los Mirañarez me han recordadoa un programa de radioque se escucha en cada de chica "La familia Porretas" creo recordar que era así, ha llovido mucho y yo apenas llegaba a las decenas. Gracias!!!

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  2. Ayyy! El corrector...
    Espero con ansia el artículo de mañana.
    Mirañarez me han recordado a un programa de radio que se escucha en casa

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  3. Como siempre genial tu artículo, espero que algún dia le dediques un poco mas tiempo a la actriz Adelfa Calvo 'nuestra' Rosario...
    No sé si sabes que es hija de la cantante Adelfa Soto y nieta de Dolores Jiménez Alcántara 'La Niña de la Puebla'...

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