THE YOUNG ONES OF PUENTE VIEJO

Decía Lope de Vega que “en los campos de la vida, sólo hay una primavera”. O sea, entendemos, incluso hoy, que deben cuidarse las flores, los jóvenes, para que den sus frutos. Debe de promocionárseles y apoyarles, siempre. Mimarles en la vida y en este PV, a los “Buendía”, que ejercitan una limpieza, al señalar a las fórmulas sociales, como una lacra parida de una verdadera hipocresía. “Isidro” y en otro plano distinto, “Rita”, buscan amarse en libertad más allá de ancestrales compromisos inasumibles, por la pasión que se tienen, la una por el otro y el uno por la otra. Es impresionante, como estos dos actores, Javier Abad y Charlotte Vega, se quieren, se besan, se desean y darían su vida por consumir vivir juntos en libertad de elección. Sin ataduras, que consideran injustas pero manifestando una gran responsabilidad que nadie puede negar a la juventud. Incluso de sacrificio generoso, “Rita”, se entregaría a "Anibal", ante la supuesta (un cuento) enfermedad mortal de este hermano herido en su honor, haciendo valer su pernada comprometida en vetustas promesas de antepasados trasnochados y que usaron de servidumbres sociales, vacías hoy y absolutamente lacerantes. Y me gusta como lo lleva Charlotte, en el guión y en su interpretación, sobre su amor que es una relación limpia, generosa y no de aprovechados. De esa su piedad envidiable por su “Anibal”/un camaleón de la cámara: Jorge Pobes. Son los jónenes de “Puente Viejo”. Como “Isidro”/Javier Abad, un guapo que no va de “guaperas”, sino de perdedor. Impetuoso, que ama con vehemencia y pasión. Que desprecia todo por conseguir estar con su “Rita”. Es agresivo y malencarado porque ama. Es encantador porque tiene una nobleza absoluta. Un espíritu idealista, capaz de hacernos sentir que, los jóvenes de PV, están muy vivos, aunque haya alguno que cuenta lo de que "se muere en breve tiempo". Me recuerda Javier Abad mucho al protagonista del film de Achero Mañas, que vimos hace 10 años en el Festival, interpretado por Óscar Jaenada, “Noviembre”, una reflexión sobre la vida y los ideales de los jóvenes. Radiografiaba el alma del  joven actor que hay que aupar. Jamás, despreciarle. Tiene mucho mérito ser actor y más siendo jóven.

 

Les tocará bregar mucho. Leí un día que sus padres no querían que fuera actor. Pero quiso serlo por su santa voluntad. Hoy no puedo sino apoyar a Javier y a Charlotte, que no son Carlota Baró o Selu Nieto, María o Mario, Enric y Maribel, Álex o Adelfa, Blanca o un actor sobrio muy de cine: Fernando Coronado, pero son muy importantes y van bien encaminados y dignifican PV, con  sus sketches.

Los jóvenes que empiezan. He citado a Óscar  Jaenada. Hoy, somos amigos y cuando nos reencontramos en el Festival, sentimos un aprecio mutuo. Fui el primer periodista que le entrevistó, cuando vino a San Sebastián para presentar su celebérrimo “Noviembre”, ya mencionado.  Óscar, un “Alfredo”, en su primer papel importante. Y el año pasado, comentando su presencia en “Atraco”, dentro de la Sección a Concurso del Festival donostiarra, recordábamos sobre la importancia que tiene él  saber valorar a la gente que comienza y él darle una oportunidad. Le dije, en aquella entrevista de sopetón que tuvimos en el “María Cristina”, que estaba llamado a triunfar, y yo lo intuía. Él, siempre lo ha recordado porque no creía en el futuro. Como sé que actores como Javier Abad, Carlota Baró, Selu Nieto y Carlos Serrano, trabajarán mucho. A Carlota le va a costar porque es muy buena, buenísima, y eso en España es un inconveniente.  Recuerdo también a Ingrid Rubio, en al año 96 con el buen filme, “Taxi”, otra joven hoy en el candelero, a la que entrevistamos con muchísimo cariño. Recuerdo que,  Saura, me comentó que Ingrid era una chica de futuro .Y a Críspulo Cabezas, “Garou”, más dedicado a la música, el “Reggae”, y que en el 98 presentaba su celebérrimo “Barrio”, de Fernando  León de Aranoa. Aquel excelente filme sobre la durísima realidad en un barrio de gran ciudad. Y fuimos los primeros en entrevistarle y estaba asustadísimo y temblaba casi. Hoy, ha hecho de casi todo. Televisión, cine, teatro y música con incluso hasta con “Rapsus” o “Klei”. Son los que laman a la puerta, hoy consagrados. Yo siempre, en mi humildad, les he apoyado.

 

Pues estos chicos jóvenes de PV no nos defraudan, a  pesar de que el texto es a veces repetitivo y el lenguaje que usan es muy culto, porque captan la atención de televidente y eso es muy bueno para hacernos comprender el desgarro que, en las primeras juventudes, hace al amor. Como un corte de la guillotina en el pecho. No se puede menospreciar a Javier Abad ni a los benjamines de PV. Y menos insultarles.

A  Selu hay que llamarle, desde hoy mismamente, Don José Luis Nieto. Siempre hemos mantenido que es el mejor actor de PV. Porque, para llorar, ya están los demás, pero hacer reír y con solvencia intelectual, es mucho más complicado. Todos los sonidos entomológicos, hasta inventados y supuestos, han servido para un derroche de comicidad gestual de altísimo rango y sin precedentes en las televisones del Estado. Ya los “Luthiers”, con menos fortuna que "Don Selu", nombraban insectos con una onomatopeya más pobre y sosaina del bichito nominado que como lo transfiguraba hoy, en el “Colmado”, Don “Hipólito Mirañar”. Mariposas, libélulas, grillos, chicharras, cigarras, abejorros y lo que le echen al margen de embestir corneadamente y revolcarse por el suelo como si estuviera como chicharra apareándose en el suelo. Se nos ha hecho un cachondo pichulero este “Hipolitín”, genial, un científico de la risa triste. Se ha transformado, para la televisión, en el hombre mosca o araña. En Hollywood, sería "Spiderman" en la gran pantalla. Porque recordaría a Jerry Lewis. Además de reputado científico que puede aspirar al Nobel, ya que está a punto de descubrir, aparte de que tiene una mujer de fantasía deslumbrante, Doña “Quintina”/Blanca, sobre cómo se mide el crecimiento de los árboles, según el ciclo de las achicharradas chicharras. Es impresionante el actorazo que es Selu. Hoy, en la televisión, se ha tele transportado hacia unas extrañas mutaciones físicas y sonoras, emparejándose con los insectos, y no me ha dejado de sorprender que, los extraños cambios que simulaba sufrir en su cuerpo, parecían tan  reales que formaran parte congénita de una involución, hasta tomar el cuerpo invertebrado de estas fascinantes pero aterradoras criaturas nada insignificantes de los insectos y artrópodos.

Se ha descubierto, en esa secuencia inicial, la trama de la conversación escuchada. Saben que tengo en alta estima a Ariadna, Aída y a Ana Isabel. Las tres juntas no pueden decepcionar y menos cuando se reúnen para conocer sobre un tema que, hoy, preocupa muchísimo más que hace 100 años: Cuando sentimos que alguien nos vigila, dentro o fuera del encuadre hasta el que alcanza nuestra vista. Es una secuencia, todo sobre el espionaje, que me interesa muchísimo. Porque aparte de esa excelente banda sonora de Alex Conrado, me subyugan momentos como este, de cómo se conciben, en elipsis, los aspectos sonoros de la historia. El diálogo se evapora, se ve que se percibe sonoramente, se husmea escuchando sin que lo oigamos, pero el sonido está ahí y el fisgoneo se ha consumado. Son conversaciones fantasmas y efectos sin sonido, sólo maldad concentrada en alta frecuencia.

Muy bien, hoy, Blanca Parés. Me encanta esta chica joven. Ha cambiado de registro y es una gran mujer de carácter, arremangada y señora de su casa, esposa de su marido. Acongojada “Emilia”/ Sandra Cervera, muy convincentemente desesperada  en cuanto cree que vienen a “quitarle” a su niño. !Gran madre!. Para la pantalla. Sin que no podamos sino preocuparnos y mucho porque:  !Los que van a morir en la legión, te saludan!. !Atención!!!. La "Paca", atracada falsamente por el delincuente "Fernando todoterreno" y que parece del ejército de "Pancho Villa" ordenando: "!DISPARA FERNANDO!. Que paseéis un buen fin de semana.

Dedicado a una actriz de doblaje, retirada hoy ya, la donostiarra  Ana María Saizar. La Voz sexi del cine en los 50 y 60, muy amiga de mi madre, vivían muy cerca por entre la calle Aldamar, antes de que Ana Mari se marchara a Madrid y fuera la voz de Anne Baxter o de Ursula Andress entre otras. Está algo delicada, pero le tengo muchísimo cariño por lo que quería  a mi madre.

José Ignacio Salazar

PD: Muchas gracias Lidia!!!!. No es para tanto pero te agradezco tus cumplidos. Eso sí, pongo mi mejor voluntad en estos escritos. En Agosto suelo irme de vacaciones pero mantengo desde Francia, los días que allí estoy,  contacto con el face y el blogger. Y recibo las señales de la televisión desde el emisor español del Jaizkibel, en la frontera, pudiendo ver la emisión de PV, aunque se pixela. Escribiré, tal vez más resumido, pero sí lo haré. Estoy asombrado hay muchísima gente que lee esto. Este último lleva contabilizadas 1.784 entradas.Un abrazo