ACTRIZ DE LA TARDE:
ANA POLVOROSA
CON: JUANMA LARA, EUGENIO BARONA, ANDRÉS ARENAS, BÁRBARA MESTANZA, ELIA GALERA, LUCÍA MARTÍN Y ARMANDO DEL RÍO.
Se lleva la tarde de un capítulo que remonta una serie de cierta apatía últimamente, salvo en pequeños momentos, Ana Polvorosa, aquella "Lorena" cómica de "Aída" se ha llevado por goleada a todos. Su papel de triste envidiosa, sola, sin amigas y amargada, que agrede a los demás por su insufrible soledad y angustiosa frustración, ha dado un cariz nuevo a la trayectoria de esta jóven actriz, a la que le han dado un papel visto con desenfado pero muy difícil de interpretar con credibilidad porque este demonio que lleva dentro se puede escapar por todos los sitios, chirriando de histrionismo. Personaje que ha hablado mucho en el "Café Reyes" pero que, como "Perona" (un soberbio Juanma Lara, descompuesto esta tarde), calla aún más de lo que habla. Todo un vendaval de carencias enfermizas que ha explotado esta tarde y que todos los días lo paga con una inocente compañera de trabajo. Dos historias: la externa violenta y la interna que como el escorpión se mete a sí mismo el veneno.
Pero lo que más me ha gustado y sobresale es el despiadado retrato de la psicología de algunas mujeres, malas por desgraciadas. Pero que en su intimidad, fuera del trabajo, ya no fingen y se hunden por desamparo absoluto. La calle siempre ha sido muy democrática y fuera del pequeño feudo de poder, nadie te acepta ya. En la rue no cuenta tu voracidad y ambición trasladad a tus compañeros, ni se puede ejercer la capacidad de manipulación; te mandan a freir espárragos. No valen los fingimientos, al menos durante mucho tiempo.
Excelentes momentos protagonizados por Ana Polvorosa que muchas empleadas bordes del penurioso comercio de San Sebastián debían ver y aprender de él.
Enorme momento también de las dos víboras, el fascista paleto y el estafador, en el "Café Reyes" provocando a una pobre niña mientras le trasladan su sucia y lasciva conciencia acosándola sin el mínimo respeto. Es el sexo tomado por la fuerza y el dinero, con el amparo legal de una sociedad e instituciones que hacían la vista gorda mientras las víctimas sufrían la afrenta. El sexo como estrategia de violación y dominio sobre los que no se pueden defender. Un momento de gran capacidad pedagógica sobre aquella España donde, lo peor y lo más trágico, no se encuentra en lo que se narra; da escalofríos pensar que hoy se sigue tratando con esa categoría de putas a las mujeres y en especial a las camareras. Y late en toda esta secuencia el derecho de la mujeres a ser libres sin que se les acose como a guarras. Y la televisión, como el cine u otro aspecto de la cultura, es educativa y socializadora. Transmite lo que se espera de una sociedad igualitaria y justa, precisamente en España, un país donde los derechos de los súbditos casi son ya parejos a países cocoteros.
Ese beso que dice mucho y lo calla todo. Precioso momento de reencuentro. Salido de los recuerdos que nunca han muerto de nuestro recóndito corazón. Que surge con una chispa de suspiro por aquel pasado, con un gesto, con una caricia que proyecta un beso que se transmite a nuestro interior. Los dos han quedado poseídos. Se ha embellecido la ausencia triste, se han agitado, han quedado de nuevo perforados, una magia les ha envuelto de nuevo y comprenden cómo se necesitaban. Aunque luego llegara el miedo familiar a formar algo distinto y nuevo, las ganad de huir y dejar unos sentimientos reales de lado declarándolos no válidos. Dentro de una interpretación de Elia y Armando que ha alcanzado un equilibrio medido al milímetro y han trasladado una belleza que nos ha taladrado el corazón como cuando lo hacen los verdaderos lazos del amor.
Un recuerdo a "Marnie", al mundo de los traumas de una cleptómana, un filme del año 64 de Sir Alfred Hitchcock, que buceaba en las obsesiones y que hoy ha quedado desde mi criterio muy desfasado en cuanto a su psicología barata.
buenas noches José Ignacio Muchas gracias me encanta lo que dices sobre los actores de esta tarde De verás que lo hacen bien Espero.que te encuentres mejor Besos amigo
ResponderEliminarSí estoy mejor. Ya bien. Gracias Marga. Le he cogido gustilo a la serie y mucho además.Sabes que lo importante para escribir crítica de cine y televisión es lograr una empatía y familiaridad con la serie o filme. Y con "Amar..." lo logro y vivo aquella época.Curiosamente este artículo lo han leído ya 778 personas, algo inaudito para la tarde noche. La verdad es que cuando gusta algo y es bueno te leen más.Un abrazo amiga
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