domingo, 13 de marzo de 2016

LOS ASESINOS DEL 11-M


Los asesinos de aquel 11-M siguen vivos y ven la televición y no dicen nada. Están seguros; nadie les va a delatar ni a investigar. Una chapuza homicida pero que consiguió sus buenos desgraciados resultados desde las primeras horas del atentado, antes de llegar al poder Zapatero que institucionalizó el apoyo a lo más execrable e intentó acallar disidencias democráticas que no estaban de acuerdo con dejar la calle a los que la usaban para escrachar a los demás. Se tumbó un Régimen por otro y radicalizó, desde entonces hasta hoy, a la que se autodenomina izquierda española, para alcanzar un ideario de expulsar a todo el que no pensara como ella; se pedía la guillotina contra la gente que condenaba el terror; se apoyaba la radicalidad y contra todo el que se moviera de o se expatriara de los nuevos tiempos revolucionarios. El 11-M lo organizaron parta que el comunismo nos invadiera.
Ridículos 7  tornillos en la mesa de un juez, hoy enviado de enlace a Francia, en París, es lo que quedó de las pruebas que los criminales borraron desde el primer momento, los trenes se desguazaron y la corrupta intelectualidad periodística de algunos medios, achacaron el crimen a unos moritos que tampoco quedó sentenciado fueron ellos y que los llevaron seguramente muertos ya al piso de Leganés; donde no había ni sangre y se prefabricaron pruebas con dobles pantalones y libros que no correspondían a las creencias de aquellos que, inauditamente, se inmolaron a la carta, a hora determinada, tras siete horas de asedio que estoicamente vivieron mientras rezaba una magnetofón cánticos árabes. De ello no hay ni una sola imagen.  Incluso hasta uno de ellos, en semejante cerco y despliegue hasta de helicópteros, bajo la basura tranquilamente, se escapó y hoy vive en Serbia donde fue detenido para que después, el Tribunal, concluyera que él no tuvo nada que ver con el 11M. Ello fue el 1-M.


Ese día y aquella noche electoral  unos lascivos socialistas en busca del poder, usando aún la sangre caliente de los muertos, lanzaron los restos y a las fieras contra el PP para que perdiera las elecciones. La verdad ya no importaba. Perdimos el escaso aprecio que teníamos  a la democracia española que, por segunda vez (la primera fue el Golpe de Tejero) intentaba alguien hacerse con el poder tras un atentado a la democracia o vida. Todo era silencio sobre los atentados de hacía  sólo 48 horas. ¡Pásalo! Un cobarde Rajoy escondido; un Rubalcaba ávido de poder y mentiroso compulsivo; Zapatero entre penumbras tenebrosas; unos medios de comunicación indecentes y entre los que destacaba una fabuladora Cadena Ser que llamaba  a votar hasta los ateos en favor del PSOE ; una furiosa rebeldía más que sospechosa que pedía sangre política; se acosó al gobierno, se creaban ya confusiones sobre la autoría, se inventaba lo de la Guerra de Irak  y todo se canalizaba hacia el nuevo líder que resurgiría ante un gobierno que mentía y que nos había llevado  a esa situación terrorista a la que los políticos honrados del PSOE pondrían remedio y justicia. Ahí empezaron las consecuencias que los autores intelectuales del 11-M previeron para España como ideología totalitaria tras el PP. Ello fue el 11-M.



La política española electoral, desde la caída de Suárez, huele a muerto y a instigación. Ese ¡Todo por el poder! Que tiene su base en la no responsabilidad del electo hacia el votante y en la sumisión de corrupción moral al Aparato de su partido. El poder en España es muy jugoso porque se apropia de la autoridad, hace lo que le viene en gana y consensúa la corrupción con el resto, repartiéndose la vividuría. Por ello se hace hasta lo indecible por él. ¡Miren! En la actualidad el bochornoso espectáculo al que estamos asistiendo y que me hace dudar sobre cómo se ha conseguido el gobierno y reparto de carteras en otros tristes momentos, pero limpiamente jamás.
En ninguna sociedad europea que se precie se intenta aniquilar a la derecha o izquierda y menos totalitariamente. Los autores del 11-M es lo que deseaban y lo consiguieron. España se hizo revolucionaria, y fascista el que crea deben coexistir todas las tendencias ideológicas.
A partir de entonces, ayudados por una justicia corrompida, los más exacerbados tomaron la calle y los trabajadores y periodistas democráticos, asustados en casa. 
Hoy, doce años después, la izquierda y el PSOE en su mayoría, continúan sustentando a regímenes violentos; alguna se financia precisamente de países terroristas; se apoya cortar cabezas al opositor; palo y tente en pie  al que no apoye a gorilas fascistas o a la revolución popular; legitimación de acoso a quien opine lo contrario y hacerle callar por encima de todo; buscar expoliaciones políticas al terrorismo, que fue muy amparado por Zapatero; lenguaje injurioso contra la disidencia  a la ortodoxia de la revolución comunista; llamando criminales de guerra quienes no son de esa cuerda. Y todo amparado por aquel a PSOE que ganó con desvergüenzas las elecciones tras la masacre. Ello fue el 11-M.



Curioso que izquierdistas que tanto criticaban a los paraísos orientales como autores del crimen, se financien con ellos o beban por sus cántaros. Y el PSOE continua con su su sumisión que ya inició tras el 11-M Zapatero. Hoy en día, todos los acusados o condenados por terrorismo son ídolos de la izquierda. Una izquierda que no es izquierda, sólo subvencionada por aparatos totalitarios.El corrupto PSOE colaboró en reventar un jornada de reflexión creando un caos y una convulsión nacional. España nunca combatió en Irak. Al Queda nunca  reivindicó un atentado que no llevó a cabo.
Nunca se ha analizado algo clave, lo que debe el PSOE a Marruecos.Toda la casta corrupta española, desde Zapatero y en la reunión con Fernández Díaz de este tras tomar posesión, silencia lo que se hizo. España merece ser intervenida y toda esta canalla política puesta a disposición judicial. ¡Pobres víctimas! Ello fue tras el 11-M.



No hay comentarios:

Publicar un comentario