martes, 17 de enero de 2017

LAS MISERIAS DE OSAKIDETZA


En 1.997, el Parlamento Vasco aprueba la Ley de Ordenación Sanitaria y un año más tarde Osakidetza se convierte en un ente público de derecho privado. Tiene virtudes, bastantes defectos, carencias de medicina con receta y tratamientos y sobre todo falta de personal para hacerse cargo del incremento y número de enfermos y desde luego no es un ejemplo de gestión sanitaria comparado con la media europea.
Hoy sin embargo quiero contar un caso de una señora de 64 años que se ha puesto en contacto conmigo, Lo que relato lo tengo comprobado. 
Ella, visitaba a su esposo en noviembre, que se encontraba enfermo ingresado y tuvo la mala fortuna de resbalar en un suelo encerado de la misma Residencia Sanitaria y se hizo un tipo  de esguince pinzamiento en la ingle, no una rotura a causa del golpe que se dio contra el suelo.
Como se encontraba en el Hospital de San Sebastián, acudió a urgencias y estuvo cinco horas para que le dijeran que no tenía nada roto y que tomara Ibuprofeno y que en quince día se le pasaría.
Pasó mes y medio y no mejoraba. Fue al ambulatorio que le correspondía y tardaron en atenderle más de media hora, para decirle lo mismo, que se tomara Nolotil y que se pagara una crema de 16 euros de su bolsillo si la quería coger, que hiciera ejercicios por su cuenta o fuera a un osteópata pagándoselo porque tampoco entra o es cubierto por la Seguridad Social.  En resumen: se ha quedado con el problema, carece de recursos para un osteópata y la crema milagrosa no hace nada. Por cierto, me contó que, a la farmacéutica, le dijo sobre lo cara que era la crema, y élla le miró de un modo déspota que casi le salta al cuello.
Ese sistema no vale lo que cuesta y si lo vale, no sirve. Y esta es una de las penibles realidades de Osakidetza. Yo le comenté que les debía haber denunciado. ¡Pobres Vascos! ¡Cuanto cuento!


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