PUENTE VIEJO: UN ENTIERRO EXCÉNTRICO

Totalmente fuera de lógica y credibilidad, la tragedia no estaba en el camposanto o en "Miel Amarga", sino en lo excéntrico de un entierro del que, los espectadores, saben que nada es lo que parece y que "Candela" y su "hijo" no han muerto. Es que todo es un despropósito y un soberano tostón, extravagante, de quiero y no me da la gana o no puedo y deben tomarse muy en serio esta deriva mortuoria y coñazo con la que ha comenzado el 2017 para los televidentes. Nunca en PV había habido tanto desbarajusto, pérdida delo norte y  mortandad gratuita, secretismo y dobles vueltas de tuerca y resulta patético. Resulta sombrío y triste que hayan ido con la "peña" a rodar exteriores, semejante despliegue humano y técnico, para un fúnebre del que ya nadie cree nada.

¿Que queda de aquel producto  tan musculado y explosivo de aquel ESDPV, encantador, divertido, emocionante, amoroso, trágico,..? Nada. Una engañifa de cliché televisivo sin alguna credibilidad ya, que aburre, un alienado productos sin cabeza y corazón donde había una serie pulida de modo artesanal y único, de enorme atracción y que hacía un uso soberbio de referencias que le daban una cualidad televisiva fantástica.

La secuencia de hoy no ha sido luctuosa y es la más triste despedida a Aída de la Cruz porque, aunque vuelva,segundas partes ya no funcionan; ha sido de pasotismo fácil donde el interés ya no causa impacto porque la sorpresa de un guión malo y previsible y por ello te deja con la sensación de que nos han tomado el pelo con un bodrio y con media hora menos de sueño de la sagrada siesta. Es que ver algo en lo que no crees y darte cuenta que es un truco trampa para salvar una situación personal pero al mismo tiempo, como dijimos el pasado día, jugando con los sentimientos, la veracidad y el tiempo de espectador, no me parece sino un roto para tapar un descosido.

Ya se que opinar así supone que te expulsen de algunos de los muros donde sólo se cuece una intolerancia guerracivilera contra el que critica algo y no se dedica a babear en la cara a una serie que hoy deja mucho que desear y lo digo con pena. La penuria y los recortes llegan a  la interpretación. ¿Alguien puede dar verosimilitud a un malo, como no entendamos por mal actor, a un perturbado personaje de perogrullada, cuando en la serie pasaron grandes actores y sus personajes perversos de leyenda televisiva como Eduard Alejandre, Julí Cantó, Victoria Camps, Jaime Lorente, Aída Flix...? Y que propiciaban indirectamente además una lectura alegórica paralela de aquella su sociedad del momento. No comprendo cómo han dejado a estos guionistas lucirse para peor en dramas disparatados, sin lógica o cierre de tramas, suprimiendo el amor, que muchas veces transcurre entre lo increíble y lo grotesco como esta tarde. Todo es desabrido, han sometido a la serie a un escarnio que destila desinterés, a pesar de buenos actores y equipo técnico y de realización. Pero el guión, no da parta más. Se han cargado incluso aquellas reflexiones que nos procuraba aquel ESDPV como idiosincrasia de pueblo; los antiguos se van marchando y ya no queda casi ni el apuntador.

Falta incluso la complicidad de los actores con su papel, no hay química entre ellos, la mayoría es sórdido y funeral y, salvo momentos puntuales muy buenos, casi todo resulta desaborido. Deben de cambiar a los guionistas, pero ya, si es que piensan continuar con la serie porque a estos se les ha secado el caletre y quieren vivir de rentas montando el rompecabezas de varias combinaciones para que siempre resulta lo mismo repetido. ¡Señor Peidró! Yo no le borraría del facebook porque discrepo con usted ni insultaría a nadie de su entorno laboral como hizo usted porque carecía de argumentos. Pero le digo, y usted es el responsable, que el guión comatoso sin mayor fuste actual ha dejado de sintonizar y transmitir sentimental, dramática y con credibilidad una época fascinante  en la se encontraban inmersos sus protagonistas. Ese guión manido y reiterativo, con diálogos sin alguna calidad, no vale dos gordas.

 

Por cierto salvar de la quema esta tarde, en esta secuencia, a Ruth Llopis, y daba verdadera lástima en sacerdote en este paripé. A destacar esos instantes detectivescos de este actor recuperado que es Alejandro Sigüenza y su "elemental" a lo "Holmes" diseccionando los datos que le llegan, proponiendo puntos a reflexiona y y situaciones a clarificar de modo sutil, certero y con es encanto que tiene el actor y personaje "Nicolás".