TACONES CERCANOS

ACTOR: MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ Y MARIAM HERNÁNDEZ.

Sigue siendo mi opinión. Pero he de reconocer que el guión es excelente. Vamos atando cabos aunque ha desaparecido el objeto con el que golpean a "Alonso". Hay una cuestión puramente cinematográfica que nos lleva hasta los dos ejecutores. Han sido dos sin duda. Una mezcla de sonido que se acerca, imagen, toma de plano e interpretación enorme de Miguel Ángel, con su mirada recelosa y familiar de algo que no le cuadra a esas horas, conjuntamente con el resto de elementos audiovisuales que cito, que nos han dado la clave de quienes son los que asesinan a "Alonso": "Ginés" y "Ana María". Me explico.

No me cabe alguna duda ya. He grabado el sonido y, por la puerta trasera al lado de la mesa de trabajo, se escucha el racanear inquietante de un bastón acompasando a unos sonoros taconazos al estilo torpe y cansino de una mujer: La "Marquesa", sin duda. Dos pasos por un bastonazo en el tercero. Llega sibilinamente. El rostro de Miguel Ángel dice el resto. No es una mirada enfurecida que pudiera haberle provocado la presencia de "Maroto"; tampoco es de "Felix" o a algunos más lejanos, ya que el registro interpretativo hace referencia a alguien más cercano y cuya presencia familiar, a esas horas, le perturba. Claro que es de parentesco. Es su madre que acojona al "Marqués" porque de algún modo le resulta incomprensible su presencia a hora tan intempestiva. Si hubiérase tratado de cualquier otra persona, a la inquietud le hubiera seguido la intranquilidad, el enfado y el desasosiego. La "Marquesa" quiere aclarar con su hijo la situación y le pide perdón. Sólo una madre, el ser más cercano, puede causar esa reacción tan desconfiada y recelosa en un hijo. Pero es que, además, los pasos son los de ella. Su andar señorial y majestuoso como que viene en misión oficial, con un caminar confiado y expeditivo. Rotundo; viene bien apoyada para cumplir una firme misión si su hijo no rectifica.

                                      

"Ginés", entra por la puerta corredera del despacho y se despacha al "Marqués" con un porrazo tremendo por el dorso, cuando "Alonso" hablaba con su "madre" que se encontraba frente a él y "Alonso" de espaldas al cómplice y ejecutor de su muerte. Han sido los dos. Mañana, cuando "Marta" viene a contarle a "Ana María" lo sucedido, el rostro de "Ginés" da a entender, con un evidente aire de complicidad, disgusto teatralizado y sorprendido ficticiamente, pero que sabe ya lo sucedido. El "Marqués" se confía, eso es evidente, y alguien que entra en escena, le limpia el forro. La mirada de "Alonso" da por sentadas dos cosas: que  el que entra es un habitual de esa puerta o que la usa un familiar que la conoce. En el primer caso, hubiera reaccionado de modo diferente, pienso.

La secuencia en la que se planes ello en la mente de "Ginés" es ese bello momento en el que, el "Mayordomo", le pide permiso para abrazarla y jura protección y se promete que no va a sufrir más por ese sinvergüenza. Está enamorado de su "Marquesa". Y el amor es el camino que lleva a los más grandes e inescrutables crímenes a resolverse, no sin grandes dificultades porque, lo íntimo, es incontrolable, carece de lógica y forma parte de un secreto. Pero el guión ha dado unos datos sonoros fundamentales. Y juega al despiste de modo logradamente clásico y que causa enorme expectación el los televidentes.

No hay más que ver el rostro de "Ginés" en toda la conversación para darse cuenta que le quieren robar a su amor y no lo va a permitir. ¡Como sufre! La desazón de ella era como un punzón de hielo en "Ginés". Cada lamento era un paso hacia adelante pensando en una justiciera venganza. Sólo tiene dos caminos: o la salva de ir al manicomio o la pierde.

"Henar"/Mariam Hernández ha estado estupenda y ha incluido otra duda con respecto a "Sebas". Y extraordinariamente lúcida la secuencia donde "Maroto" desvirtúa los supuestos logros consumistas, para mantener que seguimos en una país que nos trata como a bestias.

Yo creo que la secuencia principal es la mirada recelosa e inquieta de Miguel Ángel; sobre todo por la hora. Es lo que me ha parecido. El registro de extrañeza de ver a ese personaje en el despacho a una hora tan intempestiva e impropia de ella.

FOTOS DE CRIS MARTÍNEZ