lunes, 7 de octubre de 2013

UNA TUMBA PARA UN SOLDADO


El pasado día por la tormenta me perdí algunos planos de lo que sucede en las flagelaciones  fúnebres del cementerio. Hoy he comprendido hasta que grados de calidad lleva toda la secuencia, plano a plano meticuloso y cada cual más desamparado y lúgubre. En perfecta simetría los personajes dentro de un tono coral unitario donde destacan todos. Como resumen, parecía que de verdad existió “Tristán” en algún lugar del tiempo; que “Candela” era su atribulada esposa; que sus hijos, “Aurora” y “Martín” echaban tanto de menos a su padre y que, todos, en esa impresionante secuencia coral, soportaban la irracionalidad de un vacío inconmensurable. Que el pueblo tomo vida y que esta magnífica serie, estuvo allí, una tarde, cuando asomó la tragedia desde  la cuarta dimensión radioeléctrica. 



Leí que Aída ha paso un fin de semana entre familia y disfrutando de las mieles del éxito bien trabajado, de lo que le quiere la gente, Es que parece de verdad que se le ha muerto “Tristán”. 
Una secuencia que trascendía la fosforescencia de lo que, del cadáver, queda entre sus familiares y convecinos. Con una magistral Ariadna que retoma lo que tanto necesita en estos momentos, llevar la iniciativa y hacer frente con  arrojo  al nuevo tiempo de soledades. Con una de la mejores Aída que llevo contemplada en PV. La secuencia tristísima en la que, pareciendo  haber perdido algo la razón, desea volver a su casa y seguir cocinando el pan, es antológica. Me ha dado muchísima lástima. Ella es la señora del “Jaral”. Ha revestido ese momento un exotismo, una ternura, una honestidad, secuencia de un expresionismo absoluto enfocado ante una situación real, sobriamente cromática  y de gran contraste desgarrador.



Y hay una lección muy importante entre este elenco interpretativo que creo que PV está lanzando a los cuatro vientos, en estos últimos capítulos, como quien no quiere la cosa, tal cual que el amor no es material para nada, sino una causa del espíritu. Es absolutamente de libro de texto, este y otros recientes capítulos, a enseñar como adversidad de la vida, como lección de humildad, como desenlace corrupto de lo que parecía inmortal, de condición existencial, mostrar todo este funeral dolido y no asumido. Son momentos preciosos e imprescindibles para trascender más allá de la cara bonita de la vida en palmitas. Me ha causado incluso un dolor como hacía tiempo  no me ocurría. Porque ha sido todo tan exquisito y tan terrorífico, mostrado con una sensibilidad que no cae en la sensiblería. 
Secuencia entrañable, imprescindible de ver.
Por no hablar de la esperada llegada de esa actriz con multitud de registros, absolutamente expresiva, y chica muy educada y con clase en su vida personal, que es Victoria Camps/”Jacinta”. Reverencial y vengativa, enamorada hasta los refajos como grandiosa psicópata que es, que ha acentuado la vertiente paranoica al jurar ante la tumba de su padre / amante venganza contra todos. Me hace mucha ilusión reencontrarme con una “Jacinta” que vomita en una ácida promesa de desquite nada tierno, que sigue buscando aquello del poeta  Panero: “Me amarás cuando estés muerto”, de un monstruito violento y desesperado. Y sigo agradeciendo a Victoria que, cuando comencé con este blogger, me animó y agradeció el escribir sobre PV. 

 
“Fernando” es un hijo de puta sin remedio.  Cada día me asombra más este Carlos Serrano. No es grato hacer de mal nacido. Y tampoco fácil. Su presencia me evoca a los psicothriller británicos de la “Hammer” de la mano de Jimmy Sangster. Laberintos de crueldad inenarrable en una historia de ambiciones, traiciones, monstruos deformados por su patología o enfermedad, ambiciosos y criminales. Tiene mucho de todo ello y de aquel cine británico en colores pastosos. sin alma, de metal su retorcida mente malparida. Siempre con aquella presentación de un sentido malsano de la atmósfera, como en “La Casona”, con personajes lisiados que transmitían desazón y locura. Y con mujeres magnéticas y victimas, como Loreto/”María”. He recordado esta tarde un film “El sabor del miedo”, de Seth Holt, que vi en el cine “Bellas Artes” de San Sebastián. Teatro y Cine heredero del Gaumont de París, único en Europa, que hemos salvado de que unos avarientos munícipes donostiarras que  hicieron todo lo posible y más para derruirlo. En este filme Susan  Strasberg representa el papel de “Fernando”, una cervatilla desvalida que acapara mucho interés por sus enormes ojazos, pero de cuidado.




La presencia catatónica de “Francisca” es de antología. Está tan quietecita que no nos lo podemos creer. ¡Oiga usted!. Incluso está más joven, sentadita sin decir ni muy pasando de todo sin caer en ella misma. Un universo freak de absoluta hilaridad y regocijo chocolatinero, donde ahonda en el humor negrísimo poniendo en la diana  a una pobre mujer, mala hasta el refajo y volada hasta la “chola”. Se ha quedado alelada y difusa. Ajilipoyada y sin saber la hora en la que vive. Transpuesta y transida y en telele dormidera.
Buen capítulo donde sigue oliendo a incienso y a uniforme de gala entre la pobrecitas gentes de PV que tanto quiero.

Quiero participar en este pequeño homenaje que les venimos haciendo a estos actores y actrices que son más famosos que muchos más reputados porque están haciendo algo que será leyenda en la TV. Este tributo a esta su interpretación que nos ha acelerado el pulso, obligado a hacer acopio de Kleenex, confirmado que se puede hacer muy buena televisión cuando se es honesto, cuando se cuenta con absoluta naturalidad que las desgracias y los amores, la vida y la muerte caminan del brazo, hacia el camposanto de cualquier aldea o ciudad.

Esta secuencia dolorosa es de Premio Oscar. Explota hasta extremos inconcebibles la brutalidad de ver desaparecer a los seres humanos sin explicación alguna y el dolor de saber que, jamás, en los confines del universo y del tiempo, volverás a ver a quien compartió la vida contigo.

Dedicado a Juli mi compañera del programa en su cumpleaños. Buen regalo se ha llevado de todos los compañeros y  mejor aperitivo nos dio.



7 comentarios:

  1. Tu mismo vaquero. Ves que articulazo te ha salido te queda sin que hables de Mariana, es que ya daba cante así tienes que hacer todos los días y pasar de soltar el royo de los ojos de Mariana que ya esta bien. Asi nos hablas de La paca y de soledad que la tienes muy abandonada y de otros actorisimos a los que con tanto hablar de la Mariana se te pasan las semanas y no nos cuentas nada.Oye no te enfades por lo de ir del brazo con carlotita, era como decir que ya cansabas y hoy te ha quedado muy bien. Ahi que seguir asi que sepamos de todos y de los que son mejores que otras. Los lectores te lo agradecemos.

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  2. Sin querer emular tus amplios conocimientos cinematográficos, cuando leo tus reseñas, siempre pienso que si esta serie estuviese realizada en blanco y negro, no tendría nada que envidiarle al cine español de los años 50 cuya influencia del neorrealismo italiano nos dió tantos títulos maravillosos, incluso en las escenas que nos has descrito y que hemos visto estos dias, ese velatorio, esas mujeres enlutadas, hay mucho de Lorca...

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  3. Totalmente de acuerdo.Estas tragedias rurales son de Lorca. Sobre todo cuando están tan bien realiadas, la comparación en evidente. PV es un grandísimo serial. Tiene una influencia de la tragedia griega y de la loable literatura española del Siglo de Oro.Sabes un montón, ha sido vuestra vida el cine, la tuya y la de tu esposo. El neorrealismo está muy presente en PV. Ya lo he citado en más de una ocasión. Y en el cine español de Manuel Mur Oti, muy mal tratado por la prensa y crítica. Esas tramas campesinas tramas ambientadas principalmente entre los pobres y la clase trabajadora, con muchas secuencias al aire libre, esa tristeza existencial que embadurna el plató de PV con actores que se han ido haciendo para personajes secundarios e incluso a veces para los principales, eso es neorrealismo puro.Un beso

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  4. Karmentxu, de todos modos tú sabes muchísimo de cine, más que la mayoría de los críticos que van a los Festivales todo pagado para comer pinchos baratos y para acudir a los estrenos gratis en su pueblo. Aquí, en San Sebastián, algunos, jamás se pagaron una entrada de cine y hasta me ha sucedido que, para contratar a alguien, me acreditación para ir gratis al cine.

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  5. Karmentxu, de todos modos tú sabes muchísimo de cine, más que la mayoría de los críticos que van a los Festivales todo pagado para comer pinchos baratos y para acudir a los estrenos gratis en su pueblo. Aquí, en San Sebastián, algunos, jamás se pagaron una entrada de cine y hasta me ha sucedido que, para contratar a alguien, me pedían una acreditación para ir gratis al cine.

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  6. Muchas gracias por tus palabras José Ignacio, pero ya quisiera yo saber la mitad de lo que tu sabes de cine... Mi marido si sabe muchisimo, películas, fechas, actores, recuerda hasta las fechas de las películas que él ha estrenado, no en vano ha trabajado en el ramo durante 53 años, imagínate... Si alguna vez hubiera ocasión, a los dos encantaría hablar e intercambiar opiniones.

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  7. Karmentxu!!! yo tenía un tio en un pueblecito de Francia que era el proyeccionista del cine. !Qué gozada!. Ver colocar los rollos, empalmarlos, colocarlos en los rodillos de la cámara con tino para que no fueran descompensados el sonido y la imagen, la lente del cinemascope cuando la bajaba y que ampliaba la pantalla. !Bufff!!. Siempre recuerod una entrevista que le hice a Antero, el proyeccionista del Cine Astoria de San Sebastián, cuando tiraron el edificio para construir un hotel, hoy ya ha fallecido, una entrevista preciosa. Aquel colocaba las lentes de 70mm que eran imponentes e inventó un doble sistema de carbuncos para que, los laterales de la gran pantalla de los 70mm, no se oscurecieran.

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