LOS AMORES QUE NUNCA ACABAN DE MORIR

Prácticamente vamos a dedicar todo el escrito a la impresionante interpretación de Rubén Serrano, víctima de sus propios vómitos de sangre suponiendo, a su gran amor, en manos de un médico al que le molería a palos."Conrado" no tiene un corazón de piedra, sino de cristal roto y echo astillas con las que se ha rasgado la piel hasta la respiración y perforado el pulmón hasta la asfixia. Muere por amor. Una propuesta femenina, en PV confirmada en un hombre de igual modo.

Ha recuperado PV un interés y ha soliviantado tanto nuestras hormonas amorosas que nos traen tantos recuerdos, nos aporta tanta derrota, nos coloca frente y ante el espejo de lo que fuimos perdiendo por el camino, de toda la debacle de una vida. Inmenso personaje que, como dije ayer, recupera la interpretación de los grandes amores míticos de PV de los que se habló y se habla aún en toda la comarca. Que marca un personaje apasionante y con mucha vida en la televisión. Vuelven Magan y Álex y sus gloriosas interpretaciones, en Ariadna y en Rubén. Vuelven los grandes amores de Alejandra Onieva  y Jonás Beramí. Vuelve Andrea Duro y su humillación inacabada.

Soy siempre sincero y no me gusta elogiar sin causa y sin explicarme. Pero este personaje es como "Espartaco", muchos, somos "Espartaco". Esta identificación, unida a la exquisitez de la interpretación, lo transforman en legendario. Un buen hallazgo que ha arrinconado otras tramas de amor, que resultan relamidas comparativamente a esta.

Hay dos claras referencias monumentales además. El mundo insólito de los amores inconformistas y de las relaciones  surrealistas del poeta francés Jacques  Prévert; de la burla que provoca el destino de los evitados amores hostiles, del aire libertario y apasionantemente provocador de los mejores sentimientos de amor más patéticos que pueden acabar con uno mismo, de cuando el amor muere sin jamás morir y sin buscarle ni tiempo ni espacio para enterrarlo.

Y tiene otra clara referencia, al menos para mí, del cine de Sir Alfred Hitchcock, que lo versionó en varios de sus filmes, fundamentalmente en aquel de "Cortina rasgada", dentro de aquella secuencia desnaturalizada porque estaba algo cortada en el Estado, sobre lo que cuesta matar y morir a una persona. Lo que supuso acabar con "Gromek", el actor Wolfgang Kieling, por parte del "Profesor Armstrong", Paul Newman.

Lo que cuesta morir por amor. De modo intelectual, como Anibal", un gran Jorge Pobes esta tarde, reconcomiéndose en la crueldad de una tortura intelectual y deseando desparecer para no afrontar el horroroso tiempo pasado; desaparecer de otro modo más dramático, el de "Conrado", al estilo de los viejos melodramas donde el "malo" nos conmovía siempre cuando sucumbía ante el bueno, envuelto en sangre, en este caso de un doctor que, visto lo mirado, jamás podrá ser el sustituto del viejo rockero que se desangra por amor.

!Grande Jorge!. Fascinante esta tarde, grandiosamente turbulento, erguido, complejo y "tocado" de pena melancólica de amor sin futuro y sin posibilidad de perdón. Estoy esperando vengas a San Sebastián con tu "Aventuras en el Jurásico" para irnos a cenar y a pasarlo bien. !Qué caramba!.

Todo se ve mucho más claro cuando se ha bebido una botella y se desangra uno en una taberna de un lugar anónimo y remoto, alejado de los recuerdos y con el amor que te ha abandonado. Entonces, cuando las fuerzas te abandonan, el sopor sudoroso de la muerte te acecha, ves lo que es la vida, un amor y tantas cosas que no supimos crear y mantener. El tiempo final para "Conrado" en esta secuencia, transcurre a una velocidad impuesta por la catástrofe y nada te recompensa de los malos momentos que provocamos. !Inmenso!.

Cuando uno. "Conrado", se está muriendo y todo resulta evidente desde ese enigma de los últimos momentos, se contempla en lúcida  introspección los mejores y los más perdidos momentos del ayer,  cuando conoció a "Aurora", caídos ambos entre la hojarasca, y eso hace que no termine de morir ni él ni su amor por la chiquilla. Este momento de la foto refleja, como diseccionando un cuadro pictórico, algo así parecido que me inspira la brillante interpretación de Rubén. Todo lo que te recuerda el primer encuentro. La monotonía de la rendición, el abismo que te hace crujir el alma porque un engreído petrimete te la ha robado y creer que sólo vive para él, es tremendo. Día a día, sin embargo, en los dos, aquel tiempo de besos robados y de descubrimiento de que se amaban no termina de morir.

No hay más destructiva bomba atómica que la que te lanza la pérdida del amor. Nunca se olvida el amor por una jovencita y se desea morir o que acaben con uno por la vía rápida para evitar el insufrible martirio bien merecido. Sabemos cuando y donde comienza el amor hacia tu ser querido ya, pero nunca cómo acaba o si termina con nuestra alma y sin recambio en ningún "Colmado" del mundo mundial. En este momento de la tarde, "Conrado", ya no puede borrar de la memoria el resuello del olor de tu mujer de amor, del espacio que ocupaban entre tus brazos sus caderas o que sentía al cimbrear su espalda, cuando le metía la lengua hasta el fondo de sus apetitosas entrañas bucales de mujer adorable. Mejor, morirse.

Y "Aurora" no olvida, las mujeres quieren a los hombres y son fieles, los calaveras somos nosotros. A ellas nada les borra de la memoria, aunque maquinen cómo no delatarse en sus confidencias, que son un desahogo, el maravilloso encanto de una Ariadna que se intentaba convencer que su tiempo de amor había terminado in die.

Los amores difíciles y su lírica luciferina. !Qué capitulazo! de lo mejorcito de los últimos meses, a excepción del drama desbordado de "Candela", grandiosa Aída de la Cruz. Es que PV apabulla de momentos increíbles, como este, a pesar d su sencillez presupuestada.Todo un relato atormentado, descarnado en la tarde, pasional, un lujo de televisión. Los amores que son inmortales, indestructibles, que nunca terminan de fallecer aunque pase el universo. El amor es algo enorme, es que si amas, perforas el volcán hasta las mismísimas entrañas de la tierra y descubres quien nos hizo y de que pasta estamos rellenos.

"Conrado" ha formado parte gloriosa para la televisión de un engranaje poderoso, imparable, el de la atracción sexual y los celos por su culpa incluida. Los genes de este aventurero le han llamado a la puerta de su corazón. Es casi como un demiurgo, creó su propio amor, se desentendió de él acabando con odio y con más amor.

Televisión de atmósfera íntima, desesperada, apasionada, consumida por el error de la edad vivida, sojuzgada por la crueldad de las cicatrices del tiempo, relación contaminada por el desasosiego de las dificultades creadas.

Besos robados en otro tiempo. Una casa solariega, una tarde calenturienta, algo extraído de la noche- La puerta al paraíso. Seguiremos con esta trama, que me ha levantado la moral cuando me flaqueaba hoy.

Quiero felicitare a Mariña Sampedro. Como "My fair lady" hubiera bailado toda la noche, lo sueña en el capítulo de esta tarde. Una chica muy fresca que ventila la sacristía de PV y barre con su sonrisa la tarde televisiva. Este momento con la donostiarra Loreto tiene el atractivo de los filmes e Mervyn le Roy, de secuencias ensoñadamente fantásticas, casi de carrusel de imágenes bellas con sonidos angelicales, ilusión y vida por delante, siempre al máximo de adrenalina.

Dedicado a Mariña Sampedro porque me ha traído recuerdos de cuando hacía prácticas en una emisora de Galiza. !Qué feliz era!. !Gran tierra!. Acojedora y mágica de chicas dulces y muy sagaces.

Muy agradecido a la inmensa gente que lee estos artículos. Los dos del fin de semana, conjuntamente, los han seguido 3457 personas. !Muchas gracias!.