"INÉS", HISTORIA DE UNA DESGRACIADA

Tiene mucho de chapliniano el capítulo de hoy, salvado las distancias y las obras maestras de Charlie. La historia de una chica vapuleada, marginada, sin rumbo, forma parte de la imaginería cultural de Charlie. Las gentes sin techo, las historias tiernas, sencillas y directas en las cuales se identificaban las gentes de su tiempo, historias conmovedoras, tiernas y enternecedoras. Una aatmósferade desgracia y ensueño roto que cala muy hondo, como esta tarde "Fariba", donde se da la mano lo melodramático y lo trágico, donde se cañonean  los discursos sobre la conveniencia de la indiferencia y el corazón de metal que debe uno guarecer para hacerse fuerte, sobre la escasa fiabilidad de lo oído y las patrañas embusteras para hacer el mal por el mal y el matrimonio de conveniencia. Me gustan estos PV donde a través de esta trama se dice mucho y caótico de la falsa seguridad de la riqueza y de las formulas para mantener la infelicidad, sobre las limitaciones y la fragilidad de la relación entre clases diferentes,

No se si llegarán al gran público estas historias de "Inés y "Bosco". Momentos que necesitan de la razón y menos de la manipulación, de desahogo y explicación de la verdad, que sólo la conoce ella,  en una chica que pide a gritos se le crea, Prodigio del cine  que viaja a lo más profundo aunque lo haga en seriales con glamour, que ahonda en imágenes donde esta la pasión y la capacidad para fascinar y hacerse fascinar. Desde luego es el papel de su vida , en Fariba.

La secuencia final, con "el chico" que salva a la "chica" es de cine de sesión doble y ha tenido mucho revés de encanto. Todo ha ido gradualmente y matizando sentimientos, desde los consejos despreciativos de "Francisca"; el amor con humildad y entrega, roto por la cacique, lleno de ternura en un hombre tímido y enamorado, repleto de poesía y ajeno al egoísmo y los formulismos aceptados socialmente, todo ese desengaño y despecho reconducido en desprecio; hasta ese final de mujer asaltada, mancillada, que parece que a casi nadie importa su triste existencia. Un capítulo que lega al corazón del espectador.

Momentos muy líricos en su sufrimiento engullido, de un intimismo calenturiento por dentro y distante sin ser frío en su apariencia, en "Inés". Con una trascendencia acertadamente expresada que no cae en el folletín gracias a la interpretación de Fariba, mitad inerte y mitad viva, todo con una profundidad sincera y que engancha.

Me gusta todo lo que estos días sucede entre Fariba, Francisco y Aída, es que el resto está para los restos, algo que me resulta incomprensible cómo han podido dejar a buenos actores y a una trayectoria que creó fans y entusiasmo, al borde del colapso. "Conrado y Aurora" es de llorar. "Maria y Nicolás" aburren hasta durmiendo y gracias a que Carlota es una gran actriz y luce sólo en cuanto que aparece. Y por no hablar de los dos actores principales: "Jordi y Loreto", los han dejado para el desguace. ¡Es bochornoso! 

Es televisión revestida de un muy decente culebrón amoroso capaz de hacer cambiar los ojos con los que vemos y comprendemos el mundo, jugar con la realidad, narrarla y darle una simbología creando arquetipos, recrear o recrearnos en ella, crear propias e innovadoras escenas, que estas son de las que no aburren. Todo muy bien interpretado en esas relaciones de pareja crudas y torpes, con la idea filosófica del Amor y del Romanticismo.

ACTOR DE LA TARDE: 

FERNANDO CORONADO

Fernando, otro actor de los que se rumorea quiere marchar en los primeros meses del año próximo. Acertado en este momento de la tarde, sobrio y vehemente, muy eficaz y con ese plante elegante que tiene, al que el guión le ha convertido en un huraño desconfiado y con un ritmo rotundamente cadencioso y reflexivo, en esta tarde casi de carabina, es un actor que empieza y acaba en sí mismo, pareciéndose a él de igual modo y con su propia innata elegancia. Consigue que su interpretación avance por pequeños fragmentos independientes, como capítulos y frases de un todo visual.

Que "El Señor" nos guarde por muchos años al sacerdote y al amigo que es "Don Anselmo", una persona maravillosa. Mario Martín.