EL AMOR EN LA MÁS FELIZ ÉPOCA DE LA VIDA.

ACTORES:

ÁNGEL DE MIGUEL, YARA PUEBLA, INMA ALCÁNTARA, GIULIA CHARM, IVÁN MONTES, MARIA BOUZAS, CARLOS DE AUSTRIA Y SANDRA CERVERA, 

Un capítulo interesantísimo, pero muy bueno, denso y con mucha sustancia donde la mentira y la ausencia son el camino del hombre. Estamos hechos de fingimiento y la miel refleja siempre un espejismo de amor. La vida es lugar donde se escamotean verdades; las suspicacias y el azar dominan nuestra realidad de ahora; la existencia es el pasado que se borra pero que no se puede enterrar. El no saber afrontar algo que viene desde una incógnita, ello es el drama humano. ¡Inmenso! Hemos visto reflejada aquella secuencia del hotel entre Belmondo y Deneuve en "La Sirena del Mississippi" (Belmondo mirando por la ventana y viendo las luces de la ciudad) donde se muestra ese camino del aprendizaje de dos personas que no se han dicho la verdad ni la mentira y se están conociendo, donde ella se siente vigilada y él sospecha. Todo con un sabor clásico a cine atemporal, elegante y distinguido, sabe a melodrama bellísimo con ribetes de filme noir, acompasada toda la secuencia de un toque cálido y herido por esa certeza de traición en "Camila"; una de las mujeres, con Megan Montaner y cada una en su estilo, más enormes y arrebatadoramente brillantes de ESDPV.

Pero ha legado el final y nos ha resultado simplemente delicioso. Que declaración tan bonita y que beso tan inocente y sincero el de "Matías" a "Beatriz"

Viene de un romance con "Prado" que fue un patinazo de aquellos guiones sin alguna garra y totalmente pasotas donde el amor estaba ausente, lo hermoso de la edad feliz y sus primeros escarceos también  y la pasión había desaparecido en los adolescentes. No era ni platónico ni nada y aquí tenemos lo válido que es este chico para enamorar y enamorarse de una mujer. A la chica le privaron del amor y se la han colado de estrangis a un marqués del Madrid de los claveles olorosos. ¡Qué imaginación! Y aquí está lo que el espectador podía haber disfrutado (todos queremos amor) hace meses y no bodrios con los simplones de los "Castañeda", que por poco acaban con Iván casi como un neurótico que lloraba por las esquinas una pena de amor que no correspondido con esta actor y personaje que nació para hacernos gozar del amor en la más feliz época de nuestra vida. Lo agradecemos que por fin algún engreído se deje de comilonas y se de cuenta y escriba sobre ello. 

Nada de morbo o melodrama, una excelente secuencia, limpia y de amor puro. Con una cámara que tenía el objetivo puesto en el esteticismo del momento pero filmado en plano contraplano que me ha recordado a una secuencia del gran Pasolini en "Las mil y una noches".

Maravilloso momento, impagable, sencillo y sin grandes ornamentos o vestidos, hasta la fuente mundana del pueblo recobraba un realce mágico fundiéndose en ese beso que ha sido precioso. Con dos actores que amplifican la inocencia del momento de modo tan sencillo como inocente.

Algo que yo siempre he peleado por mantener y es que los quinceañeros se pueden enamorar con la misma intensidad que los maduros, tal vez con mayor, pero que lo que sentimos todos es que el amor explosiona en nuestro corazón conmocionando todo. 

Iván ha estado enorme. así natural como es él. Ella tierna, ingenua y hermosa. ¡Que bello es el amor! Giulia a pesar de su edad está insuperable casi sin hacer nada, lo sugiere todo sentada en la fuente de enamorados. Ha sido pulcro y creíble, sin pastelosidad, sellado con ese beso delicado y susurrante que nos dio ternura y dulzura en la tarde y que se recordará en PV y alrededores.

Seguimos marcando al "Intendente" que está tramando algo mucho más profundo que lo que dice a "Emilia" otra engañada por él. Es el juego de las apariencias y una tumba que busca, la de "Salvador Castro" (¿Su padre?). Nadie está seguro con él. "Raimundo" tampoco debe bajar la guardia pero cada día se nos presenta más siniestro este tortuoso personaje que algo busca y que se trata de un corrupto disfrazado de funcionario que tiene una caracterización por parte del actor chulesca y descreída que busca en todo momento, entres sus extraños manejos y enredos, construir un disfraz perfecto para su oculta intención. Suspense, momentos cotidianos y una delatora, una reencontrada Sandra Cervera.

Magnífica secuencia la de la mentira en la que viven todos y cuando "Hernando" pide hablar con Galicia. La mentira y el daño que hace y que embrolla en torno a los humanos, destrozándolos. 
Y cómo no mencionara Inma Alcántara y su prudente despedida y su discurso distanciador para no levantar sospechas.