domingo, 12 de junio de 2016

POR QUÉ NO HAY QUE IR A VOTAR EL 26 JUNIO


En Francia estamos preocupados, en España estaríamos aterrados del panorama que se brinda. Es criticable Francia pero no es un país de desesperados sin remedio democrático como España. Los mismos del año pasado, los ningunos programas, los mismos odios, el sectarismo más atroz, lo contrario a lo que la Europa democrática haría, los mismos desencuentros, los similares embustes y el mismo dantesco panorama donde lo que suceda podía haber ocurrido hace unos meses y ahora este despilfarro al erario del contribuyente, los mismos concurren con humo y la nada. El que vote o es un necio o un estómago agradecido de ese vividor 30% que subsiste por el riego económico de la partidocracia,
Que un trabajador o clase media ponga su economía en cualquier embustero de estos es para echarse a llorar y muy preocupante.
Está muy equivocado quien crea van a bajar impuestos, traer el cambio que no sea la dictadura pura y rauda, abrir las libertades, sólo terminarán cobrando lo máximo a cuenta de pobres incautos  a los que persiguen diariamente, incluidos los necios de "Podemos" que creen que los fachas les van a costear toda su revolución higiénica y ellos mandando y de señoritos. España se ha vuelto chalada y mendiga y casi islámica. Muy preocupante. Me comentaba le pasado día un donostiarra arrepentido de votar a Eneko Goia del sueldazo, de entre los primeros de alcaldes de España, que se puso: 80.800 euros. Esto sólo lo hacen políticos y partidos sin conciencia. Como la vividora Ada Colau: 101. 000 euros o de la abuela Carmena  que pese a su ancianidad sigue chupando del bote: 100.000 euros al mes. ¡Pobres donostiarras! No me extraña que tenga 120.000 euros a tocateja para pagar a Almeida.


No tiene remedio pero los culpables son los pobretones que van a refrendar estas listas de siniestros enchufados de los aparatos que han hecho de la política, el déficit para que paguemos los demás, un aforado bienestar sin responder ante nadie; y de su actividad,  una profesión para vivir como príncipes entre mendigos.
Nadie en su sano juicio, un trabajador, empresario decente, clase media, jubilado, refrenda listas cerradas de estos embusteros y ladrones algunos, cubiertos por los demás, que ahora bombardean siendo conscientes de que, por los pelines, salen y a partir de ahí, a consensuar el estropicio sin alguna responsabilidad más que el interés económico de su casta política. Todo lo que prometen es mentira. El consenso hace lo demás. Nadie puede proponer ni pedir responsabilidades al poder político y España, con esta ley d'Hont y sistema, jamás podrá salir de su crisis ni democratizar el país. El delincuente es premiado, la justicia no existe, el déficit está desbocado y no existe ya remedio salvo castigar más y más a la clase trabajadora y media.
Sólo votan los aprovechados y los tontos que creen el el espíritu santo de lo civil. Y algunos partidos llevan lo peor: los más sinvergüenzas, los más vividores y los más cínicos y pobres de espíritu y dignidad. Que por cierto inventado por los ricos y el capital de las dictaduras totalitarias.
Todo es cobardía en España. Los jóvenes, que son lo más grande del país, se van. Los mejores periodistas escriben desde Europa, porque somos conscientes que no hay una guerra civil a cambio de una pseudodemocracia de lameculos. Y las empresas abandonan España.




No hay seguridad de que el que se pase vaya a la cárcel. Al contrario, gobierno y jueces apoyan escandalosamente la inmoralidad. Quienes avisan de la desgracia les llaman fachas por decir  a los pobres españoles que están sólos. Y los machacan lanzando a sus vecinos contra los demás. Todos presos de una casta, incluida la Monarquía de Juan Carlos en sus días, que sólo admite regalos en dinero. Todos presos de sus propias ambiciones, con algunos que son o se hacen tan tontos que no saben ni lo que les ocurre como a Pedro Sánchez. El Siglo XXI en España es de los más neciosque pudieran caber pero le digo a la gente sensata que no vote, que aparte de sus vidas a estos oligarcas del Estado de Partidos. Es lo que más daño les hace. Por cierto le comento a Cristina López Schlichting que no sólo los que son jovenzuelos están en contra de la llamada democracia española, también lo estamos los periodistas que nunca hemos cobrado de la política de un partido y compartir en boca carnet de otro. 








1 comentario: