lunes, 17 de octubre de 2016

EL BORRACHO DE LAS TABERNAS


Hacía falta que el actor se acicalara un poco. Lo he leído en los foros, esos desolladeros donde ponen a trapo y fusilan a todo aquel que cae en sus manos una tarde. Su personaje ha ido decayendo y fuera de "La Casona" es casi nadie y ya entraba por la puerta del alcoholismo. El personaje de "Mauricio" se encontraba devaluado y con escasa salida. La transformación esta tarde en un pincel oloroso ha sido interesante porque, de lo contrario, resultaba un personaje sin mayor atractivo. Y es que los borrachos nunca han vendido en la televisión o en el cine, aunque su mensaje es muy profundo. Ha tenido su gracia el baño espumoso, frío y reparador tras el cual casi aparece un príncipe que fue mendigo.
A Mario Zorrilla que me llamó "buitre", con la misma fuerza teatral y tal vez con el mismo odio que se mostraba en la obra de Carles Harillo,  tal vez le interesará conocer que esto del borracho ya tiene sabor a texto de Bukowski sentado en una barra ebrio completamente. Ese pobre hombre alcoholizado empedernidamente, que da entre pena y asco, encontró en este escritor una vía exploratoria del drama sobre todos estos andrajosos y acabados personajes que sólo desean beber durante todo el día.


Rezumaba todo al etílico de Bukowski y a la regeneración a través de las buenas curdas. Aquel vaquero del Spaghetty Western, que se encaraba en la cantina lo han transformado, para que no caiga en desgracia interpretativa porque ya sobraba, ahora, es el borracho del pueblo al que hay que recuperar en alcohólicos anónimos que dirige "Fe" sacandole de una resaca que le arrancaba el alma del cuerpo. La verdad es que ser el doble de Fernando Sancho o hacer de borracho le va a Mario Zorrilla, dicho con la mejor intención. Esta tarde, el personaje, nadaba por entre un charco de vómitos alcoholizados. Era oscuridad, esa misma que se podía contemplar en la iluminación de la plaza del pueblo, era suciedad y amenazaba sin que nadie le hiciera caso porque hablaba con el estómago en la boca sucia y la papilla sobre el asfalto.




Todo, como los monstruos de Bukowski. Un homenaje  a la parada de los desgraciados que forman los alcohólicos, que de repente como burla se encuentran a sí mismo en el camino de la lucidez al toparse con la morriña y añoranza de lo que van perdiendo y dejado por detrás. 
Mario Zorrilla, que practica cierta praxis intelectual, seguro que se inspiró para esta secuencia en los grandes perdedores que se esconden tras las cogorzas. En esos momentos en los que la bebida y el descontrol te llevan a una melopea de recuerdos que son más putos que la tranca en la sangre, Lo digo porque su interpretación ha tenido un aire embriagador de la intelectualidad marginal en un capataz bruto pero con cabeza. Ha transmitido perfectamente el mundo sucio y violento del mundo etílico que nos ha seducido por sus rasgos de humor y ternura que se han observado.


  
Y ha sido una historia de redención a través del amor y con una mujer en medio. El sucumbir al patetismo que inspira un "tinajas" por la plaza del pueblo. Un ser despreciado al que siempre se le ve callejeando y dándole a la botella. Pendenciero y burlado de todos. E interpretado todo sin sobreactuación incluso acertando en ciertos registros que parecían los del ronroneo de un animal domesticado en la bañera. Todo con un mensaje de una trascendencia vital interesante sobre el beber para olvidar y queriendo estar bien, se pasa fatal. Casi ya la extremaunción de un personaje que confunden el aire con el vino, que lo necesitan para respirar, Un personaje exacto a lo que a cada uno nos ocurre siempre con algún tipo de droga en la vida ya que todos somos borrachos de algo.



Grandioso personaje de hombre pegado a una botella que apaga la sed con fuego de alcohol. Un antihéroe al estilo de Boris Vian o de mismísimo Lord Byron. Interpretado con efectividad y sencillez por Zorrilla, donde se escupe sangre de ebrio con olor a vino peleón, un momento bukowskiano decadente y de resurrección. Ese aspecto del alcohólico de renunciar al mundo y renegar de la vida para alcanzar más vida y que te sume en un pozo, está muy bien tratado. Y me fijo también en ese aspecto transgresor de la secuencia, del mismo encontrase como una cuba, de vivir con naturalidad ficticia su situación, un modo estéticamente repudiado pero que remueve muchas conciencias. Porque los borrachos algo esconden dentro de ellos, no son escoria, son seres humanos y lo que ha hecho "Fe" ha sido sublime. El borracho de las tabernas no es un desperdicio sin origen o destino. Su antiejemplo social proviene de que algo a su alrededor no funciona.









7 comentarios:

  1. Impresiona leer esto muchisimo. Para que vea Zorrilla que eres un señor y tienes mas educación que él. Te felicito

    ResponderEliminar
  2. A mi tambien me ha dejado atontada lo que he leido y estoy con Jordi es buenísimo. Si es que ya te digo que vales mas que la serie.

    ResponderEliminar
  3. Impresiona si el retrato del borracho mejor que la realidad. Este es uno de tus mejores artículos que ya es decir.

    ResponderEliminar
  4. Te honra Jose Ignacio que , a pesar de lo mal que se ha portado contigo Zorrilla, tu has sabido reconocer su buen hacer en la escena de esta tatde. Asi debe ser. Tu tienes mas clase que el. Esta escena y una que tuvo con Doña Francisca cuando era pobre es de las mejores actuaciones de Mario.
    A mi me ha encantado esta escena. Me ha producido mucha ternura y , como bien dices, todos somos borrachos de algo. No estamos tan lejos de Mauricio.Fe ha estado genial, sacando toda la fuerza de laa entrañas. Me gusta mucho esta actriz. Poco a poco ha sabido hacerse un hueco.

    ResponderEliminar
  5. Os agradezco vuestras opiniones. Yo nunca mezclo mi desapego personal hacia un actor con su trabajo. Las secuencias entre "Fe" y "Mauricio" han estado sublimes. Pero es que yo nunca insultaría a alguien o le negaría el saludo o la amistad por ser de alguna tendencia política, yo de hecho no voto en España ni tengo intereses para armar broncas en favor de alguien. El retrato del borracho me ha salido según lo que he visto y me parece extraordinario. Un abrazo a todos. Yo de hecho he visto actuar a Mario en Castro y era asombroso el Herodes que componía. Le pierde que tiene un pronto que lo tira todo por la ventana y sin posibilidad de recuperarlo. Y "Fe" es de lo mejor ya y más profundo.

    ResponderEliminar
  6. Eres un señor. Para conservarte como amigo desde luego. Mario ya se ve como es y es buen actor pero no creo sea tan buena persona.

    ResponderEliminar
  7. José Ignacio tiene mas corazón y sentimientos que este señor que si no eres de su cuerda ya te puedes preparar. Pero es que Peidro me insultó a mí de modo obsceno y es que no saben valorar y apreciar al público y se creen que se nos puede tratar como a basura. Y el artículo es muy bueno. Buenas noches

    ResponderEliminar