"EMILIA" DROGADA Y PIERNAS ABIERTAS

¡Es lamentable! Surrealismo barato. Los zumbados de los "Mirañar" hablando por silbos; "Onésimo" que ve espantado su esquela en el journal, como Paesa; el "Hernando" con una cornamenta que se le empieza a mostrar ya sobresaliendo del sombrero; "Alfonso" que cree que a su mujercita no se le escapa una para domar a los guardias; los ayuntamientos disueltos por un cerebrito llamado "Hipólito"; la casada "Mencía" que le da un pasmo en la estación, casi se nos queda, y para rematar "Emilia" que aparece drogada en el sofá del despacho y con las piernas abiertas a merced del sádico. Con otra ropa. Alguien la ha desnudado y ella se siente objeto de deseo inmundo. ¡Es acojonante! Esto ya no es culebrón, es una majadería. Y la escena del sofá casi enseñando la virtud, es algo ya cutre y que daba risa. ¡Es de no creer! La deriva hacia lo zafio y la incongruencias insensatas del guión.

¡Que pena ver a una actriz que yo respeto y aprecio tanto en esa secuencia del camisón abierto de piernas y muslos y que le tapaba por el lado feliz! La "Emilia" y el casi único sostén con el espíritu primigenio de ESDPV. Nos vamos de finde con la libido subida después de verle las piernas y muslamen a la "Emilia" y con dolor de huesos de tanto reírnos adelantando algo que daba hilaridad y mucha tristeza por lo guarro y casposo que resultaba: la secuencia del sofá. Se están pasando muchos pueblos al oeste de PV ante la falta de imaginación y, sobre todo, ante la ineficacia de un guión que nunca termina las tramas y se autoplagia constantemente. Y que ya desbarra porque no es creíble lo que se ve y ese tipo de secuencias hay que realizarlas en otro contexto literario, seriamente, sin chabacanerías,  y no en plan bufo.

Esto ya se vio en "Viridiana" de Buñuel y en  aquel otro filme, fuerte para su tiempo, "Rebeldia" de Andrés Velasco, con aquella espléndida Victoria Vera de finales de los 70, acosada en una secuencia similar a la de esta tarde, por Fernando Rey. Pero aquella respondía a un hilo argumental de atracción repulsión así como de buscar complicidades, y esto es una parida para intentar levantar a la audiencia a base de exhibir a una actriz en paños menores de su época, dando más que morbo, pena y grima. Y no sabremos si se "la pasó o no por la piedra".

Si que ha sido interesante la secuencia en la cárcel de "Alfonso" y "Emilia". Explica sobre el poder conminatorio contra la libertad de expresión que siempre ha habido en España. Entonces y ahora. La secuencia del diálogo sobre el nuevo compañero de celda. Han podido variar las respuestas pero, la opinión que no coincide con el poder dominante, siempre se ha encarcelado. Hoy no tanto pero te supone la difamación y enfrentarte a esa otra cárcel de la soledad y del silencio. Con Primo de Rivera, los socialistas y comunistas y las derechas en la República, con Franco, y con toda esta dictadura de todos los partidos, desde el Pp hasta Podemos.