UN DESPROPÓSITO TOTAL.

Al final van a tener razón los que me increpaban para que no viera más este bodrio que, tras casi 5 semanas de emisión, es ya un despropósito total. Y al contrario de lo que se esperaba, no ofrece nada salvo una ridiculez diaria que da bochorno; unas incongruencias que están escritas de pacotilla sin alguna garra televisiva y mucho menos de credibilidad. Da vergüenza ya escribir sobre ello y sobre todo entrar en el juego de promocionar una Temporada donde se falsea aquel tiempo; se equivoca el papel de la mujer en aquella época, acercándola al concepto más agresivo feminista de hoy; donde se hace de un gran medio de comunicación, un alarde de impresentable marujeo y de despotismo femenino sin tener la mayoría de las mujeres asumido donde están realmente y hasta jaleando su incompetencia.

Yo no aguanto ya más. Ver a mi profesión de semejante modo chirigotesco, caricaturizada en un tiempo que fue pilar fundamental de la renovación temática, de modernización del lenguaje que casi cayó en el más tecnocrático posible en este tipo de semanarios,  y de avance en libertades y de riesgos asumidos. En ese lugar ya sólo se propaga chismorreo, enredando a los profesionales en un triste papel de peleles de personajes femeninos que no tienen ni pajolera idea de nada y contratados por enchufe. ¡Dime cómo te contratan y te diré como resultas! Ver así a aquella época en la que hombres y mujeres luchaban en el periodismo por su mejor porvenir. Recordar a tantos que me enseñaron. Es un insulto. Y no me digan que es ficción, es manipulación con dolo y alevosía.

Es que ya casi no se salva ya ni un personaje tras estas semanas. Es patético. No sólo ya el personaje de algunas actrices sino ellas mismas rebajadas a esa ridiculización de su personaje. Esto, no sobrepasa más temporadas. Itziar Miranda está grotesca, tanto o más que su descabellada contratación y la paleta ubicación a la que le ha asignado el guión, como esta nueva "Manolita". Ella tenía su personaje, no le faltaba tarea, y ahora da caridad contemplarla y pena seguir sus habladurías y comadreo con ese exitazo que nadie cree de una revista que no para de vender suscripciones. Lo de esta tarde contando a una secretaria que no vocaliza, algo tan surrealista y personal, a "Llanos", lo que una clienta al teléfono le ha llorado sobre los calzoncillos y la suegra, es para dejar de inmediato ver la serie "piso facto". Y a Itziar Miranda preguntarle: ¿Cómo aceptas esa degeneración de un personaje de bis cómica y solera, hasta estos límites de humillación para los que vamos a tener que dejar de ver la serie porque nos da vergüenza que nos identifiquen con tu personaje? A mí se me cae el alma y no aceptaría semejante desatino y es más, como espectador ,me voy a tener que ir.

El tema por donde surge esta confusión que acaba en una tragedia de guión es que, en la Temporada, tienen que demostrar que las mujeres aún sin mayor preparación, valen más que los hombres para hacer grande a toda una revista; que el semanario es una casa de ¡Tócame Roque! que la pueden sacar solas adelante porque son las mejores; que los hombres sobran además son como unos bichos desagradables, cargados de sinrazones, imbuidos de brutalidad, malhumorados, irascibles, que tratan mal al personal, peleles, puteros y de nada fiar, casi acosadores como "Ortega", aunque todo resulte algo demencial y hasta ofenda la inteligencia de los espectadores. Han optado por esta pantomima y esperan llegar de este modo al 15 % de audiencia. ¡Ni de coña! Los guionistas, se han equivocado de público, de época, de país y de hora de la tarde. ¡Habíamos puesto tantas ilusiones en el Semanario!

¡Que mala leche tiene "Marta" cuando no se sale con la suya. Ya un personaje, masculino o femenino, se transforme en un tirano cuando cree que porque ha puesto dinero, todo vale. El problema de Mariona es que había que seguir dándole cuerda y nada resiste a una mínima lógica sobre todo cuando parece ser, según "Quintero", que ahora pasa por un período de tranquilidad, que lo de las lavadoras es algo que ya no le interesa y que desea enredar y manejar a su antojo un negocio que según dice "Manolita":  "Es muy fácil". ¡Pues no señores del guión! Una mujer es como un hombre o peor, sujeta a tantas o más ambiciones y de darnos lecciones sobre lo que le queda al resto de féminas para la liberación, ella, "Marta", nada de nada; una millonaria como ella. ¿Sobre qué nos puede aleccionar?

Su personaje es vomitivo; incluso, está cayendo en la arrogancia chulesca, haciendo gala de un ramalazo marimandona con una presunción y vanidad insoportables. Su personaje está acabado ya  cada día que pasa es más tóxico e inaguantable. Coacción pura y dura por el puto dinero que ha puesto.

Víctor Clavijo... ¡Te aprecio! "Durán" no necesita hacer de gracioso útil de esta marquesa que parece que todos los personajes no existís sin ella y a su amparo. Víctor te tenías que haber negado a filmar un dislate increíble, llamando a otro medio para que te informen sobre los privados contratos que mantienen con imprentas  y así resolver el asunto a la mangoneadora de "Marta". Nadie da esa información;  menos, así pedida y servida. Es que estos guionistas están planteando el mundo empresarial y profesional de los medios como una casa de pésima reputación. ¡Víctor! Voy a tener que dejar de ver la serie porque se vana reír de mí mis amistades.

Lo de "Susana", como "Vicky",  a todo menos a lo suyo. Por cierto, su actriz, está como alunada siempre, parece un robótica. ¡Que le sucede? Y sobre todo lo más lamentable y lo que mayormente hace daño a los personajes femeninos, a su entidad e integridad, es la condescendencia feminista de un guión para el que está siempre justificado que las mujeres hagan lo que les venga en gana, con todos los derechos y sin réplica posible.

Es, de todas las temporadas en las que he seguido esta que fue enorme serie de las tardes, la peor y la más humillante. Y ya os comunico que voy a estar este mes y si observo que al guión sólo le interesa mujeres para la audiencia, tendré que dejar de comentarla. Yo creo que las críticas son buenas para mejorar y esto ya es un despropósito total.

"Quintero", otro personaje que da pena en esta temporada. Se ha hecho moralista y da ánimos a la empresaria en lugar de aseorar legalmente, aplaudiendo como un pelota a una "Marta" que le se desahoga con que la revista necesita de una mujer como ella, empresaria, porque los demás ni pajolera. El asunto es que Mariona sobra.