Cuando estamos a punto e conocer el 2-1 de la decisión judicial sobre “La
Manada”, con el voto discordante del juez “progre” Ricardo González, que ya se
ve venir una leve sentencia sólo por abuso y no por agresión o violación, pero
están en la cárcel a pesar también del juez González. Por cierto, este juez es
un impresentable, con su obsesión sobre si una persona en estado de shock
mostró o no su rechazo a la violación; rarito juez que pregunta sobre si
sintió o no dolor la víctima; sobre por qué no gritó o sobre la resistencia ante lo que,
este juez, duda fuera violación. Preguntas no solamente vergonzosas sino además
prejuiciosas. Este juez debería contar con expertos que le expliquen lo que
significa entrar en estado de shock y quedarte sin respirar hasta que ello
acabe; el juez debería saber qué significa esto, ya que lo juzga y resulta peligrosa
una justicia así, y la pregunta no
tendría lugar en este caso. Su posición es inaceptable y muy sospechosa desde
el principio. No entiende de razones,
solo sigue el prejuicio de que es otra mujer más que quiere engañar al tribunal
y que realmente estaba siendo sometida de buen grado y por ello no mostró
rechazo. ¡Maravilloso! Te penetran en un portal cinco personas, te dejan tirada
y desnuda al tiempo que se van, te roban el móvil y todo resultó una
estratagema para no reconocer el inmenso placer que sintió la mujer. ¿Qué
basurero judicial hay en España!? Aunque detrás de estos jueces que presagian orgías por todos los rincones, hay otros intereses y son presos de otras
motivaciones. Digo esto para llegarnos hasta Alicante; sintiéndome satisfecho
estén en la cárcel al menos porque los violadores de esta población, se encuentran felices y
contentos en la calle. Pero yo creo que en el caso de “La Manada” poca va a ser la pena. La presión popular puede
inclinar algo la balanza pero ya con estos jueces españoles de la masonería por la democracia, te esperas siempre
un delirio a favor del delincuente más agresivo.
Sobre los violadores en Alicante, la mayoría de la basurilla prensa española
poco ha narrado. No interesa. Por ello mencionaba que me parece esperanzador
que los de Pamplona estén, al menos, en la cárcel de momento. Porque estos
sinvergüenzas de Alicante, titanes de la ciudad, merceda los jueces y fiscales, están en libertad. Hay una auténtica oleada de
violadores argelinos en Alicante. El último caso: una chica sudamericana conoce
a un supuesto agresor que se la lleva a casa. Aunque ella rechazaba las
relaciones sexuales, “nada de sexo”, salieron de las habitaciones tres
individuos más y la violaron entre todos. Pues habiendo denunciado la chica a los
cuatro, el simpático juez, puso en libertad a dos de los supuestos agresores ya
que esos fiscales, de los que alardean los vividores Federico Jiménez Losantos
y Pedro J. Ramírez como incorruptibles y peligrosos para los delincuentes (¡déjame que me ría Federico!), no
pidieron el ingreso en prisión porque no consideraba, pese al testimonio de la
supuesta víctima, violación grupal de estos musulmanes denunciados.
Precisamente como se trata de magrebíes, la noticia carece de repercusión y es
sin mayor enjundia vista por la justicia. Por cierto no detuvieron a los
cuatro, sólo a los dos que dejaron en libertad, de 19 y 28 años; otro de 34 años fue detenido cuando huía en el
aeropuerto. El cuarto andará delinquiendo por ahí.
Se trata como lo de “La Manada” de San Fermín, pero inmigrantes
magrebíes. Por eso no ha sido denunciada por la prensa española pero son igual
de supuestamente culpables. Unos degenerados que se aprovechan de las mujeres, cobardes
que se aprovechan de una mujer, escoria
de una sociedad, la nuestra, que los defienden periodistas, feminazis y jueces,
a pesar de ser denunciados por agresión sexual en grupo. La chica, como ocurrió
en Pamplona dejando tirada y desnuda a la víctima, aquí,, tras ser violada, fue
arrojada a la calle y donde ya pidió auxilio. Por cierto, según testimonio,
parece fingió estar desmayada o medio grogui mientras era supuestamente
violada. Esta es la justicia española, al servicio de los indeseables por el
color de su piel o nacionalidad. Dureza, y me parece bien, con los españoles y
permisividad con los musulmanes.
En marzo pasado ¡Diez argelinos! pertenecientes a una banda criminal
que campa a sus anchas por las calles alicantinas, violaron a tres niñas que se
habían fugado de un centro de menores. Una de las pequeñas, de sólo 14 años
además fue secuestrada durante 24 horas, tiempo durante el cual fue
reiteradamente violada, de manera salvaje. Nadie se pronunció: ni las feministas, ni SOS Racismo, Podemos, el Cnetro de Menores, el alcalde, el Defensor del Menor o el delegado del Gobierno. Bandas de
delincuentes detenidos constantemente varias veces y puestos en libertad sin
que esos jueces corruptos sean imputados por prevaricación cuando reinciden,
agreden, violan y matan, los delincuentes que ellos han puesto en libertad
reiteradamente. Escoria que delinque sin miedo alguno, sabiendo que la justicia
española los pone muy rápido de nuevo en circulación, al acecho de su próxima
víctima, una nueva menor de la que abusar u otro delito de agresión, crímenes,
robos y asaltos contra la gente honrada. Unos jueces para los que la vida y la
seguridad de los ciudadanos se las traen al pairo y siguen permitiendo el
delito contra indefensas personas que cumplen con la ley y pagan sus impuestos.
Estos jueces debían ser puestos a disposición judicial, detenidos de inmediato
por poner en la calle a delincuentes que infringen la ley sin miedo alguno que
hoy son detenidos, mañana soltado, pasado mañana vuelven a estar detenidos, bailando el San Vito a disposición
de la Sección de Menores de la Fiscalía y del Juzgado de Instrucción en
funciones de guardia.
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