EL TIEMPO MILAGROSO DE LAS MIMOSAS

La mimosas son como las personas, comienzan con los primeros rayos del tenue calor de una incipiente primavera, como nosotros resurgimos de los lóbregos días de nuestro invierno, desplazándonos de un mal sueño para afrontar de otro modo los sentimientos al ser expuestos a la temperatura más cálida, tocados de los nuevos rayos de luz más larga, sea por la mañana o al atardecer.

De ello y de mucho más va el capítulo de esta tarde, con una inmensa Adelfa, una Carlota en sus mejores momentos interpretativos en toda la historia de este serial, con una Alejandra que recupera el amor más dulcemente silvestre que se cuenta en PV, con toda una lección de sindicalismo y revuelta social por parte de Mario y de María, en la placidez de un encuentro familiar en el "Jaral", sosegado y luminosamente optimista, en general todo el plantel de actores ha estado magnífico, como merece el mejor serial, y muy reconocido por el público, de la televisión actual. Un tiempo en el que hay que enfrentarse a un amor sellado con loctite en el corazón de una niña que sigue llorando por rabia y por "Conrado"

El tiempo de las mimosas es cuando los enamorados muestran la verdad de su corazón enamorado. Cuando la sangre de la naturaleza comienza  a brotar en las plantas y la savia de la vida nos da la esperanza de la mudanza del tiempo para mejor y más alegre. Cuando las penas de amor se disipan, cuando acaparamos recuerdos para los días tristes en los que nos faltará esta génesis de esplendor, cuando los pajarillos trinan en un lago que fue testigo de sueños y pesadillas, de los mejores años de la vida de unos enamorados ya enterrados y que se reconocen más allá de su tiempo, en otra mágica dimensión. Pero es mucho más.

El tiempo de las mimosas de esta tarde ha sumado, drama, folletín, recuerdos, comedia y romance, amores contravenidos y mucho corazón. Me ha llamado la atención en este capítulo la enorme naturalidad, realismo y espontaneidad con la que aborda la esperanza , como algo que debe llegar, en todo el mismo.Casi pasaba sobre todo para dejar un rastro de existencia rota pero con esperanza sin partir de cuajo. Me ha encantado.

Me ha parecido un film de la "nouvelle vague francesa", en color y sin ser un rollo. También un fin del neorrealismo, al aire libre, trama entre gente humilde, cuando se buscaba la belleza estética y poetizaba sobre los dramas urbanos o rurales.

Secuencias  absolutamente imprescindibles entre "Conrado" y "Aurora" esta tarde. En enfrentamiento entre el amor, el reproche  y  el acobardamiento del hombre. Una caricatura de un hombre sentado en un bar al que le vacían, por rabia contenida ante su indefinición y huida hacia adelante, la taza del café en sus narices . Una irreprochable hipérbole de comportamiento entre los dos, discutir a diestro y siniestro, querer zanjar el tema de un modo inteligente y puñetero, ya que la cobarde grosería del hombre suele provocar reacciones tan desmesuradas pero que te dejan el cuerpo como que muy bien. Una calada al furor que provoca en "Conrado" lo que oculta por no mucho mayor tiempo aunque como ella le confiesa a su hermano, la integridad, es lo que hace que le siga llevando en su alma y refajo del sentir por mucha vida por delante.

Una contemplación del amor que huye en las antípodas del cine rosa de amor pastel, consumista y demencial y falso. Estamos contemplando la realidad del amor como desgracia y estertor del mundo. Cuando abrimos nuestro corazón a los espacios de intimidad con otra persona, al paso de nuestro jadeo, suena ese bramar que produce fascinación y dolor y no flaquea en ese atronamiento en mostrar a la desesperada el tsunami que llevamos dentro. 

Con este encuentro en la plaza, un secular enfrentamiento amoroso, en clave de celos, entre el bien que nos puede hacer olvidar el amor y el mal que nos procura, la bondad de la mujer que lucha a la contra ante su despecho y la insoportable frialdad e impiedad de un huraño desdeñoso y cruel que mira por un equívoco interés propio, la generosidad herida y el egoísmo en pantalla.

Carlota Baró ha estado madura, es otra de sus cualidades; su actuación de esta tarde es la de una persona adentrada en años de dura labor en interpretación, solvente y de experiencia de vida, y para una niña como ella es meritorio que se haya "colado" en el cuerpo de una solterona entrada en años que se emociona en dos al ver al sosias de "Juan", su hermano. Uno de los más bellos momentos de la tarde. Tampoco es un cambio de registro en Carlota, es su estilo muy concienzudamente elaborado que emerge como actuación brillantemente natural, que nos tiene ya acostumbrados, casi aséptica, desprovista de años y sí transmitida con el alma y con un sentido de la dolorosa maravilla que el recuerdo desentraña en la hermana, aquel que refiere a los felices días compartidos del tiempo y la vida de "Juan".

La poética del desamparo de esta madre, tras la pérdida de su hijo, no ha llegado a la próxima estación se quedó anclada en el pasado, tal vez por lo mismo que Adelfa y Carlota reflejan sobre un eterno retorno a una misma tristeza. Fuerza y honor  a las dos mejores actrices de la tarde.

Bello sacerdote, Mario es Mario y habría que reconocerle la síntesis interpretativa que en tres registros te resume una enciclopedia de  más de 600 capítulos, en otra secuencia de primavera de amor que tiene posibilidades de consumarse en su legalidad y presencia en la calle con todos los requisitos.Momento espiritual que trasciendo lo banal para ser casi de supervivencia asida a ese futuro esperado tras los papeles ya enviados para la anulación d aquel espantoso matrimonio sin amor y con monstruo incluido.

Secuencia histórica importantísima, en referencia a aquellos tumultuosos tiempos de las luchas obreras, sindicalistas, "leyes de fuga" con ejecución de detenidos y la formación del PCE en 1921. Fue al finalizar la Guerra Mundial y la crisis, los terratenientes, la burguesía y Maura actuaron con criminal rigor contra un pueblo hambriento. Una acertada muestra de las clases sociales de aquel tiempo, del descontento, de la represión y del estallido social que se fraguó. La época de la creación de una estructura sindical que perdura hoy en la España del XXI, la terrorífica época del regenacionismo, del revisionismo político, del desastre de "Annual", de la guerra colonial en Marruecos, del Sindicato Libre de la patronal que disparaba sobre los obreros y campesinos y de la gran conflictividad en Barcelona. Gran secuencia donde se ve el alma proletaria y humana de un siervo y la mala entraña conspiradora y reaccionaria de la España profunda de "Francisca". Por cierto yo ni soy ni me considero facha, como me llama ese que anda por ahí con el que nunca he hablado ni tengo intención de hacerlo. Mi consideración sobre aquellos hechos trágicos descritos lo demuestra. Ir, entre gente que no me conoce, difamándome, no es educado ni justo. Mejor que se calle no sea que un día contemos sobre él, que tiene tralla.

Sólo por estos dos planos ha merecido ver el serial hoy. La cámara se acerca para ser testigo de un crimen por amor en el más enfermizo de los sentidos asumido. Los amores imposibles que se vuelcan en actos necrófilos, mediante acto criminal que hace reavivar en la mente de un loco la idea de la pertenencia para nadie del cuerpo de la mujer a la que quita la vida. Pasional tema que llega mañana, execrable en el retrato angustioso que se nos avecina. Una dualidad en un"Doroteo", magnifico esta tarde arrastrándose y hambriento Eduard Alejandre, que retrata maravillosamente las dos caras del psicópata que nos escenifica tan canallesca acción que hemos visto en el adelanto, por la desagradable, injusta y terrorífico final que da a una pobre chica.

A la memória de Shirley Temple 

Mañana, 10 AM, ALEX CONRADO EN URDIN IRRATIA
Tendréis la entrevista en este blogger

http://joseignaciosalazar.blogspot.com.es/2014/02/alex-conrado-en-urdin-irratia.html