!PIDE AL TIEMPO QUE VUELVA!
Recuperación y con todos los honores del gran Jonás Beramí. Vuelve, desde los turbulentos recuerdos oscuros aún sin cicatrizar, al pueblo donde vive la mujer que nunca dejó de amar a un ser extrañamente parecido y al que necesita tocar para recordar la piel y los rasgos de un fantasma que se le aparece a la luz del día en una alcahueta tienda de comestibles. Sorprendido él y vacilón, mientras ella queda imbuida en el abismo de emocionalidad compartida del ayer que hubo con "Juan" y que no tuvo mañana; casi no da crédito al parecido del extraño viajero que es como una sombra que vuelve desde la hibernación, al mundo de los vivos, veinte años dolorosos después. Un reencuentro más allá de la fantasía y de la neurosis, limpio y emotivo. La mejor Alejandra que he visto jamás. !Inmensa!. Te felicito Alejandra. Un capítulo excelente con varias secuencias a cada cual más apasionante y a destacar en diversas tramas y géneros que concurren en las mismas.
No parece es un sueño, pero la secuencia así lo ha filmado. Desgarro explosionado entre el amor espiritual del hoy con resuellos de aquel amor físico y tangible, una exploración elegantísima, esta tarde en PV, sobre los arcanos del amor grande como una pasión inmarchitable y una impronta espiritual que nunca se la sacude uno de encima por jamás. Un relato fantástico con una sorprendida "Quintina" que representa el hoy que nunca puede llegar a participar con total plenitud en lo que ha sido el pasado de nuestros mayores, por mucho que se lo cuenten. Me ha llegado esta secuencia, me ha emocionado, ver al pasado retornar sin arrugas es muy gratificante aunque de miedo, un encuentro romántico de naturaleza fantástica con dosis de almíbar en los ojos de "Soledad" y de miel en la boca de "Simón". Me recuerda a filmes como "Breve encuentro" o "Carta a una desconocida" con una actriz que comentaba yo con Mario Zorrilla, en cierta ocasión, que es una de las más bellas del Estado y casi del planeta: Alejandra Onieva.
Una sensación que apenas dura un instante, sorprendidos por la aparición de un espíritu arrollador, un tsunami en el que se deja llevar "Soledad", sin resistencia. Cautivador momento que marca la frontera entre realidad y muerte, amante y amada, material e inmaterial de unos sentimientos, todo unido tocándose en una historia nostálgica de amor que vuelve desde el pasado por gracia de algún amorío que hubo por aquellas tierras. La atracción hacia "Simón" traspasa tiempo y dimensión. La muerte, ahora, le parece una recompensa a "Soledad", el amor está en el aliento de aquellos días que vaga aún por PV. Un suspiro, un "Juan" redivivo que se le murió en un mal sueño. Una secuencia, el tiempo de tomarse una cervecita y toda una humanidad que pasa ante tus ojos.
Comedia romántica, cine fantástico, la vida es sueño y sobre cuando se remansa el amor por unos años y arraiga en el corazón siempre enamorado de las mejores mujeres que se conocen. !Felicidades! Alejandra.
No parece es un sueño, pero la secuencia así lo ha filmado. Desgarro explosionado entre el amor espiritual del hoy con resuellos de aquel amor físico y tangible, una exploración elegantísima, esta tarde en PV, sobre los arcanos del amor grande como una pasión inmarchitable y una impronta espiritual que nunca se la sacude uno de encima por jamás. Un relato fantástico con una sorprendida "Quintina" que representa el hoy que nunca puede llegar a participar con total plenitud en lo que ha sido el pasado de nuestros mayores, por mucho que se lo cuenten. Me ha llegado esta secuencia, me ha emocionado, ver al pasado retornar sin arrugas es muy gratificante aunque de miedo, un encuentro romántico de naturaleza fantástica con dosis de almíbar en los ojos de "Soledad" y de miel en la boca de "Simón". Me recuerda a filmes como "Breve encuentro" o "Carta a una desconocida" con una actriz que comentaba yo con Mario Zorrilla, en cierta ocasión, que es una de las más bellas del Estado y casi del planeta: Alejandra Onieva.
Una sensación que apenas dura un instante, sorprendidos por la aparición de un espíritu arrollador, un tsunami en el que se deja llevar "Soledad", sin resistencia. Cautivador momento que marca la frontera entre realidad y muerte, amante y amada, material e inmaterial de unos sentimientos, todo unido tocándose en una historia nostálgica de amor que vuelve desde el pasado por gracia de algún amorío que hubo por aquellas tierras. La atracción hacia "Simón" traspasa tiempo y dimensión. La muerte, ahora, le parece una recompensa a "Soledad", el amor está en el aliento de aquellos días que vaga aún por PV. Un suspiro, un "Juan" redivivo que se le murió en un mal sueño. Una secuencia, el tiempo de tomarse una cervecita y toda una humanidad que pasa ante tus ojos.
Comedia romántica, cine fantástico, la vida es sueño y sobre cuando se remansa el amor por unos años y arraiga en el corazón siempre enamorado de las mejores mujeres que se conocen. !Felicidades! Alejandra.
Suena el teléfono, the bells are ringing en "La casona". Excelente secuencia construida de modo impecable en su guión y realización con una meritoria y destacadísima interpretación. Espectacular secuencia, repleta de sabia interpretación, mordaz e hiriente, que decapita a "Francisca" porque ha descubierto su talón de "Aquiles": Los hombres no son de fiar, o sea que le reconcome la soledad obligada porque a todos los ha matado o ha estado en proceso de hacerlo. Y odia al que ama o recibe una esperanza de amor a través del aparatejo del demonio que te comunica para mayor facilidad de sentimientos compartidos, con tu amorcito recién estrenado y sorpresivamente declarado ya oficialmente en su sorprendente y sorpresiva entrada telefónica
Una "Francisca" más interesada en lo existencial y en el burdo chisme, que no se despega del teléfono mientras "Mariana" habla con "Nicolás".
Impecable secuencia excelentemente interpretada por las dos actrices; Carlota Baró y María Bouzas, que son las números uno de la serie. Una cruel exploración entre las relaciones de sumisión entre amos y sirvientes, en tono jocoso, entre los "señores" y los que nunca se independizan, encarcelados entre paredes, sin poder descollar, siempre pidiendo "perdón" y sin posibilidad de independencia espiritual y económica, ni tan siquiera poder amar en libertad sin ser vigilados censurados y reprobados.
Unas entradas para dentro de un mes, para acudir al cine y contemplarse ella en el cinematógrafo sobre el filme rodado en PV, con "Mariana" como actriz destacada. Y este menda que se va el mes que viene a aquel Madrid de 1921 para asistir al estreno y contárselo a los lectores de este siglo XXI, en este blogger.
Una sublimación en PV de un tipo de comedia de teléfonos blancos, con caciques al acecho. Simpatía y nostalgia por los enamorados del auricular que viven pegados a él los mejores ratos de su amor, una centralita que es como un despertador que une a corazones solitarios. Un momento hilarante, cachondísimo, que suaviza las angustias de la pobre "Mariana", con tanta ternura y chispa en la mirada ilusionada, y de la reconociblemente perversa "Francisca" que usa del cinismo para vapulear a una pobre chica que merece la felicidad tan enterrada en esa casa de gansters.
Un buen pulso de comedia musical en esta secuencia para los que nos gusta un PV con sugerentes momentos de humor fumarola, de azufre servido con el té, interpretado con pulso seguro y elegante, con artesanía, narrando unos momentos que son de la crema de crueldad absoluta con la que se forran bombones envenenados. Secuencia sobrecogedora, aderezada de recursos cómicos y tragicómicos.
"Olmo" ha muerto majestuoso. Se inmola o suicida por acabar con el problema. Como Charles Laugthon en "Espartaco" por no asumir el futuro mosntruoso y criminal que se le viene encima. El fin del monstruo, coincidiendo cuando reconoce de nuevo en el espejo al asesino perverso al que la fatalidad le aboca. Probó las mieles y los afectos y amores que atraen al bien y ese ser deforme que se le aparece ahora, es su deseo de acabar con él. En su escatológico final, apretándose el gatillo (si es que la bala no es de fogueo), es el final de un carácter que ocultaba su otra yo; el bien y el mal en ese hombre como apuesta personal sin que nadie le condujera a ello sino su propia perversión y los demonios que le privan de nuevo de poder deambular por la calle con su otra personalidad, aquella adquirida de bondad artificial para retomar su escabrosa moral de todo vale para alcanzar a "Soledad".
Secuencia monumental que viene precedida por esa otra en "La Casona", propia del cine de Jean Negulesco rodada en cualquier parador del camino.
Excelentes Boré y Iago esta tarde, estética de cine negro también de intrigas, chantajes, persecuciones al borde del abismo, entre sombras, con desventurada sensación dramática evocadora de los mejores thrillers del cine negro que acongojan y emocionan y elevan la tensión entre neblinas de noches con sordidez en el decorado y personajes condenados a ser ejecutados entre contrastes nocturnos, corrupciones íntimas, intrigas acojonantes y miradas fantásticas.
Espantosa interpretación de "Lesmes". Es una grandísima calamidad, pero es que no comprendo como un casting escrupuloso y de acierto ha podido "colarnos" a este pésimo actor. Ni él mismo, lo confiesa, quedó contento. No me extraña. Pero.... ¿Quien ha metido a este señor en este embolado?. Lo más grave es que alberga un papel muy importante, como bisagra en el trío, opción de amor y como inmenso personaje de mala entraña, que es malvado y cruel por amor, que no duda en lanzar su furia contra "Conrado" para eliminarlo como dificultad ante ese "te querré siempre" y dialogo de retirada que ha sonado cutre, a recital de colegio ante los papis vestido de enanito, malamente vocalizado y muy acentuado, dicho como un corrido mejicano sin pausa y sin aliento o registros, pésimo hasta hasta decir basta. Deja para los restos la enorme actuación de Ariadna. Encima no coinciden "Aurora" y Conrado" y debemos de soportar el nervioso tic de este mal actor con la protagonista.
Lo mejor que tiene son algunos registros de "somorro" y de mala persona como interprete, jamás como persona, que manifiesta. Esa mirada torcida de la foto le delata una vez más. Por lo demás, su papel es el de un malhechor que se aprovecha del trabajo honrado de un geólogo para lanzar sapos, crear zozobras, pedir casi la expulsión del pueblo sobre "Conardo", un mal "bicho" para quedarse con el amor del aventurero, una vez eliminada por la rabia la presencia incomodísima de la competencia, por la vía de la cizaña empozoñada, que algo queda siempre como efluvio. Un instinto de baja calaña de responder, con el puñal en la espalda, a la falta de amor de una chica para con él, procurando sospecha viperina al supuesto responsable. Venganza y amargura en una papel que le viene enorme a este Perurena. Cicloideo para llevar a la pantalla la venganza incontenida de un envidioso que sirve en bandeja de plata la cabeza de "Conrado", ante una plebe a punto de ebullición por la llegada de la calamidad de las gentes del oro, mostrada en "Lesmes" bajo el estímulo de una arenga que oculta la vileza de un perdedor. Hay muchos chicos, actores valiosísimos, esperando una oportunidad, tirados por ahí, que podían interpretar impecablemente a este dolido y neuróticamente vengativo personaje, de modo sublime. En ellos hay que pensar y lo que no es justo, no es justo. Me importa un bledo si alguien me coje manía y me deja de hablar por decir que, en España, hay muchísimos actores de puta madre que podían comprometerse con ese papel fundamental en la trama y en la psicología de los filmes sobre la "furia". Que están necesitados de trabajo, dinero, dignidad y de una emocionada oportunidad y el que no vale, no vale. Y no lo digo yo, la crueldad es absoluta en este mundo y mis palabras son maitines celestiales en comparación con la crueldad del mundo real de las productoras.
Secuencia valiente de angustia, alcohol y lirismo. Para honor y honra de un buen actor: Rubén. Con unos elocuentes primeros planos que nos amplía sobre el valor y la presencia del sheriff en la taberna, compartido con Fernando Coronado de modo muy apreciable, una metáfora fácil de identificar sin palabras así como ese marcado simbolismo del personaje de "Conrado". Erguido, omnipresente, que se mueve en la más absoluta leyenda de valentía y sentido de respeto para con la taberna y los convecinos.
Para esta chica que, grabando un programa de TV, esta tarde, un golpe de mar en el Paseo de Salamanca, cerca del paseo Nuevo, le ha dado un golpe de mar y está ingresada. Compañera de la prensa y amiga.
Paseo de Salamanca
te apoyo en todo tienes razón es horrible Lesmes y Soledad estaba muy emocionada me ha gustado muchísimo y tu escrito
ResponderEliminaralgo perfecto y encantado. Un beso
Excelente retrato de una vuelta al pasado sin serlo es un grandisimo texto que has escrito José Ignacio. No me extraña que te quieran comprar los derechos sobre estos escritos, son poesía y maravilla. No hagas caso de los envidiosos y muchas gracias por seguir considerando a Carlota como una grande que es.
ResponderEliminarQue bien escribes! Describes a la perfeccion esa escena tan bonita de Soledad viendo reunirse presente y pasado en un mismo segundo. Que bien ha estado Soledad! Ha pasado del pasmo, a la alegria y luego al dolor. A mi tambien se me llenaron los ojos de lagrimas en esa escena. Alejandra ademas de belleza tiene una voz muy bonita. Al menos en mi humilde opinion. Tu eres esperto en estos temas y seguro que captas mejor los matices,la entonacion y esos detalles que a mi se me escapan..pero a mi su voz me encanta (y la de Olmo). Es aterciopelada y transmite paz. Como
ResponderEliminarme he reido con la escena del telefono y la "Doña", que a ella lo que le fastidia es que ella no tiene a nadie que la llame ni perrito que le ladre. Muy tierna Mariana con el "rubiales larguirucho", que mono el enviando invitacion para la suegra para que nadie piense que es una fresca. Y Mariana haciendose la dura pero derritiendose a cada silaba. Una gran escena pero la de Soledad ha sido la mejor porque todos compartimos con ella esos sentimientos,porque es una historia de amor que vimos crecer ante nuestros ojos, vivimos sus besos,sus desencuentros y su final. Asistimos al velatorio de Juan con un nudo en la garganta y ahora al verlo de nuevo se nos agolpan los sentimientos como a Soledad que hoy en el Colmado durante un segundo ha vuelto a ser la muchacha que posaba desnuda para que la pintara su amado.
Pues yo Cris coincido en lo de Soledad que es monisima y que ha estado muy bien y tambien me gusta mucho Ariadna, creo que la escena con Maria Bouzas la ha sacado ella y que Mariana estaba horrible es que esta feisima no se como hinchada la cara y hace gestos raros groseros no se si sera porque casi no sale y pierde la costumbre.La vuelta de Juan ha sido muy emocionante y tambien he recordado aquellos ultimos istantes de la vida y la Soledad que los vivio. Jose Ignacio esta como nunca en este escrito y le veo una persona justa que no se casa con nadie y eso me gusta.
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