José Ignacio Salazar Carlos de Vergara: RECONSTITUYENTE SANSÓN VITAMINADO / LA VERDAD ENCERRADA

ACTORES DE LA TARDE:

MARIO ZORRILLA Y FARIBA SHEIKHAN

CON: MARÍA BOUZAS, CARMEN CANIVELL, SELU NIETO, ENRIC BENAVENT, MARIBEL RIPOLL Y MARTA TOMASA

Dos grandes actores, Mario y Fariba, nos han brindado una graciosa e hilarante televisión por un lado y un registro dramático de enjundia respectivamente. Ellos dos han sido la tarde, con esa referencia de Carmen Canivell a la Carmen Sevilla de "Violetas Imperiales" (actriz que guarda un parecido con Carmen Sevilla y gesticula y habla como ella), por cierto con un Selu más atractivo para la cámara que Luis Mariano que resultaba repulsivo ante el objetivo y tan sólo la voz que le doblaba, la del malogrado Rafael Arcos, le solventaba algo de su fea estética física y nada resultona imagen ante la pantalla. Con ese otro momento lúcido del alcalde en el que ya advertía en aquellos años veinte que era un delito y que estaba muy perseguido el escribir; como ahora donde los que escribimos somos mal pagados, insultados, perseguidos, injuriados y hasta se meten con nuestra gran madre y podemos acabar entre rejas un día y sin la camisa entera.

Sólo un dicharacheroy camaleónico actor como Mario Zorrilla podía haber llevado hasta la lascivia más suprema al personaje de ese "Mauricio" que queda reconstituido gracias a la poderosa vitamina que encierra las inocentes pastillas Sansón; titanes de la sexualidad y cíclopes de ponerle la libido a uno en tal subidón que ni en el parque de Tibidabo de Collserola se sube tanto. Daba más miedo "Mauricio" que ese "El Péndulo" de este parque de atracciones y resultaba de un peligro que ni para qué. La fiera de mi hombre, que diría "Fe", una sorprendida y gustosa de tal situación Marta Tomasa como la criada.

Un magnífico libidinoso y casi lunático "Mauricio" transformado por arte y digestión en un repentinamente trastornado seductor de criadas o señoras de la casa. Gusta en ocasiones cómo se desdramatizan unas muy tirantes situaciones con estos pasajes tan cachondos; este, en concreto, ha sido buenísimo. Unas píldoras harto peligrosas porque crean una dependencia sexual y unas ganas de meterla, entre turgencias que giran alrededor como cantos sexuales de sirenas cachondas y como una peonza lúbrica que provocan muchos sueños eróticos que no hay quien los pare. Pastillas para enredos maquiavélicos, tensión sexual con humor lascivo y fantásticamente interpretado, secuencia nada exagerada y muy cauta pero mucho más honda que nos pone a los pies de los caballos tras una manipulación publicitaria con receta incluida.

Con una suprema lección que me ha gustado de lo que más. La transgresión de la individualidad, no importa quien las tome, todos caemos ante el reconstituyente, sin discriminación racial, sin ser de algún u otro lugar de nacimiento, los hombres todos nos embelesamos y caemos y nos afecta por igual la vitamina y nos gusta lo rijoso de ese momento de excitación. Y lo primero que se nos ocurre, como a "Mauricio" esta tarde, es pensar en que agarren nuestro miembro viril con gracia y donaire y no veas la que se arma como concupiscencia carnal.

Un pequeño homenaje en el título a aquel anuncio de Radio San Sebastián sobre una empresa ubicada en Donosti y que solía leer al micrófono José Amador Álvarez Gargarza con su increíble voz, el bueno de Amador una de las mejores personas que he conocido en mi vida: Depurativo Richelet Vitaminado".

Amador Álvarez Garagarza.

Momentos sublimes de una Fariba que es quien lleva en estos momentos todo el drama y el peso de la interpretación femenina con Maria Bouzas. Aída Flix y Sandra Cervera. Angustiosa que produce en el espectador esa complicidad y apoyo que logra comunicar hasta el punto, como solo las grandes actrices lo consiguen, de trasladarnos a la pantalla para defenderla y contar esa verdad que todos conocemos y que el ceporro de "Bosco" no cata. Por cierto, Francisco Ortíz ha estado pero que muy flojo en la cárcel y es que ni entiende la interpretación de Fariba ni se lo propone. Fariba ha estado espartana, elegante, tensa a más no poder, se le salía la pasión por entre los barrotes, claustrofóbica y Francisco ante tal suculencia, más falso y dejado no podía interpretar. Le ha estropeado la escena a Fariba que se ve es una chica humilde que se lo trabaja, que ha estado inmensa y él va que de divo y es un actor muy recortado y tosco, muy por debajo del talento de Fariba; un figura flojillo en sus arrogancias o cuando berrea en lugar de emocionarse, que ha sido incapaz de seguir a una compañera que le he demostrado cómo se lo tienen que trabajar las mujeres, bregando más que nadie, sin miedo a combinar diversos registros magistrales como esta tarde en la celda, haciendo una mezcla inconmensurable de thriller y drama judicial y carcelario de tres pares de narices.

¡Bien por Fariba! Consigue marcar un drama agobiante contra la injusticia encerrada y que no puede comunicar y que nadie le cree cuando lo hace, momentos que me han sobrecogido. Todo un alegato sobre la maldad de las personas, sobre la fragilidad e inocencia de las mujeres (maravillosa Fariba, repito), sobre su capacidad de luchar por la verdad y sobreponerse a la adversidad. Calculada la escena donde no sobra una palabra, todas cuidadosamente interpretadas y todo gesto calculado para que todo acabe fluyendo a toda velocidad. Momento perfecto con la salvedad de Francisco que no da la talla en muchos momentos y capítulos y cuanto más tierno se pone, más ganas dan de apagar la tele y darte un paseo por la bahía.