LA MUERTE LENTA DE UNA SERIE.

Suelo colocar mi artículo del viernes, los domingos, pero habida cuenta que el domingo tengo un artículo para la prensa sobre Marta Etura,  y que el capítulo de esta tarde da para tan poca cosa, no tiene nada de relevancia,  lo adelanto a hoy y me refiero un poco a ese lugar tétrico que nos traído el enorme recuerdo del defenestrado "Elías" y aquel su vagar desconsolado como "Nosferatu"· por entre estos mismos pasillos de la cripta siniestra, casi componiendo cuadros pictóricos góticos de la escuela romántica alemana, transcendiendo el propio sentido de la vista -algo inmenso que fue- bóvedas ahora a punto de derruirse sobre las cabezas de los dos aventureros. Porque eso ha sido lo mejor: juntos, "Hernando" y "Matías", como en "Indiana Jones",  a la búsqueda de las filtraciones de agua. 

¡Pues nos tienen contentos! Y cada día más cuando palpamos día a día la similitud absoluta de la nueva historia de "Camila" y "Nestor" con la de "Sol" y "Eliseo". Lo dije ayer pero es que cada día que transcurre estamos corroborando lo igual y que, por cierto, supuso el final de la trama de "La Quinta" como algo de cierta sugerencia para pasar a ser un coñazo. Y es que lo de aquella pareja no resultó ni lo de esta acapara interés porque además, "Los Manantiales", ya tenían pozos propios de donde sacar el agua e historia para dar y tomar. Yo creo que este remake es prueba inequívoca de que los guionistas no tienen nada que contar a pesar de que se podrían imaginar sugerentes tramas sin necesidad de haber descabalgado a Jaime Lorente, y él daba mucho cuerpo y poder visual y pictórico a la serie, pero ahora tenemos a otro chulo de putas vagueando por la finca y chantajeando a "Camila" .¡Penoso!

Al que se le ocurrió la idea de despedir  a "Elías" para dar lástima con esta historia culebrona más rancia que otra cosa, habría que llamar al orden de inmediato. No dejo de reconocer que "Elías" era aquel "Matto"- clásico en el cine italiano del neorrealismo-  que sentaba posición frente a la pareja protagonista pero creó arte puro e hizo de un guión flojo una exhibición de inconmensurable visualidad dramática. Pero lo de ahora da pena porque el público ha crecido y sobre todo se ha crecido en exigencia viendo aquellos buenos capítulos sobre ESDPV. Lo de ahora es muy triste y me consta no está gustando. Echar a"Elías" fue un error más en un momento en el que muchos actores casi no salen o están pesarosos o desquiciados y su papel ya resulta insufrible. Lo que se veía en "Los Manantiales" producía una empatía que había que trabajársela más para  conseguir compenetrar en  la complejidad de la historia y sus raices culturales y sobre todo literarias y cinematográficas; era genial. Lo de ahora suscita una respuesta más fácil, con unos personajes más lineales y los problemas son simples y raídos, sin emociones intensas, lleno de topicazos que no cuestiona nada ni siquiera a ellos mismos. Es lo de todos los días.

La secuencia de esta tarde, la única a valorar en algo, ese gusto por la aventura entre esas ruinas, con esos desprendimientos que te producen un batiburrillo de sensaciones de cine en medio de ese gótico lugar siniestro, donde la muerte acecha en encuentros de aventuras perdidas entre una casa y un pueblo que carecen ya de brío y fuelle. Nunca he tenido mala fe en mis críticas, busco y busco algo tras la descompensación que encuentro tras la partida de "Elías" y poco hallo. Y tal vez hoy, en estos minutos escasos del final, he atisbado los ojos vivaces y fulgentes de los niños que asistíamos asombrados y con tanta ternura en cines de San Sebastián, como aquel inolvidable Astoria que proyectaba con sus magníficos proyectores Philips FH 99 en 70 mm historias de lujo e inenarrables. ¿Es mucho pedir algo de calidad a una serie?

La cabina de proyección del Astoria donostiarra.

Dedicado a Marta Etura, la brillante actriz, donostiarra y amiga con la que me solidarizo en sus declaraciones y le apoyo incondicionalmente.