ACTRICES DE LA TARDE:
MARIONA RIBAS, THAÏS BLUME, LUCÍA MARTÍN, BLANCA PARÉS Y KATIA KLEIN
Un capítulo de honda profundidad y muy triste en varias de sus secuencias. Un capítulo de mujeres valerosas. Lleva dinamita entre las mismas secuencias y mucha desdicha, desconsuelo y quebranto. Me ha impresionado en verdad, como siempre, y me ha afectado porque era tan real y atribulado como la misma vida y aquella época. Fabulosas: La secuencia de "Marta" con el sacerdote"; la del viaje a Londres y la del consumado aborto que no llega mañana; el encuentro de un "Jaime" extendiendo la mano intentado recuperar a su Nuria", tal vez echada a perder por las patrañas de una monja desquiciada y que no desmoralizan al abogado; "El Padre Argimiro" manipulando sin escrúpulos el dolor de "Nuria"; la muerte de Martin Luther King de tanto impacto en su día; los despidos de la fábrica y las consecuencias para el propio "Maroto"; el intento de anulación mental a "Ana María"; es todo ello de gran impacto dramático y muy injusto para los que lo están padeciendo.
"Marta", ante un sacerdote que, en principio le proponía la baldía medicina de la "paciencia" (los curas han vivido siempre en otra galaxia de materia oscura y a millones de años luz de la realidad y palpito de la vida que tienen alrededor), ha hecho una terapia retrospectiva de su matrimonio fracasado. Empezó mal; él se casó con ella por el patrimonio y además de ello, está loco y es agresivamente peligroso. Un peligro social. Se ha desparramado el fracaso de lo que prometía contrastado con la cruel evidencia de lo que ha resultado; han salido a flote todas las heridas del presente y el agotamiento de la paciencia y la inutilidad de la buena disposición y comprensión.
Dialogo a tumba abierta en la sacristía y una solución: la anulación matrimonial porque, además, el hijo no es de él y no puede concebir. En ciertos casos, escasos pero algunos, el tribunal de la Rota fallaba a favor de la anulación y la impotencia era uno de los motivos para alcanzar la misma. Pero había más (se puede dudar o no de la impotencia de "Alonso" y resolver); las agresiones; maltratos; vejaciones; las amenazas; el fraude de un matrimonio para salvar una ruina familiar; el afán de lucro, buscando un enriquecimiento injusto frente al amor que debe presidir un matrimonio. Ha sido una secuencia muy honesta y sincera. Un relato terrible, narrado de forma innovadora, sorprendente, emocional y directa sobre el engaño y las cenizas de una relación sentimental en la que, "Marta", tanto amor puso por ella misma. Tenía "Marta" en su recuerdo lo que no pudo ser dentro de un absoluto relato de todo rigor y dolor, bañado de sinceridad de una mujer destrozada por un tipejo que lo tiene de todo lo malo y perverso del ser humano.
¡Cuanto dolor en esa confesión! Han sido las cenizas de un matrimonio equivocado esparcidas por la casa del cura. Y refleja muy bien lo que fueron las vicisitudes y amarguras de muchas mujeres casadas en los 60 y 70, luchando por salir de su pasado de opresión en una España negra. "Marta" y su actriz Mariona, en la interpretación, merecen un 10 por la valentía de querer romper y experimentar intentando algo diferente más allá del pozo.
Un desnudo moral integral con una amargura que atravesaba la pantalla. Ha sido un recorrido por la psicología y el amor que puede dar una mujer sin recibir nada a cambio, hasta ese final de este hoy en el que ha tomado una decisión. Las mujeres son seres con una entereza sobrenatural que se demuestra en estas circunstancias de "Marta": la sumisión, el desprecio del hombre, la inferioridad respecto al marido, la obediencia al mismo, dentro de un modelo de sumisión que marcó a muchas mujeres en aquella época marcada por tiranías dictatoriales, convenciones absurdas, tópicos opresivos dentro de una ética prefabricada monstruosa en un país canalla y extravagante. Tuvieron mucho mérito aquellas mujeres que ganaron con riesgo de su vida, parcelas de libertad para las actuales. ¡Maravillosas!
Es tremendo el cura continúa con ese flanco débil de "Nuria", por donde siempre atacan los sacerdotes para hacer prosélitos para su causa, para que evite a "Jaime". Seguimos sin saber que ocurrió realmente. Hoy, "Jaime", ante la carta que leyó "Nuria", en la que su madre decía que era un "problema", ha dado ciertas interpretaciones que no tienen por que coincidir con la paternidad de "Félix"; admite muchas apreciaciones y conlleva a muchas otras conclusiones. Sigue siendo un misterio la paternidad de "Nuria". Este "Argimiro" es un canalla, no me cabe alguna duda. Ir a donde el dolor aprieta, hurgando en la herida para que, los dos, sigan separados porque ella sufre lo indecible.
Y esa secuencia en la que "Jaime" sigue queriendo, mediante la duda razonable, acercarse a ella. Y es que "Nuria"· le ama hasta las entretelas. Casi ha caído en sus brazos pero el cura la acababa de manipular recientemente y está aún más traumatizada. Es patético el dolor que se encuentran padeciendo los dos. Los curas van siempre donde hay dolor, tristeza y debilidad para inocular su sacramento de mentiras y barrer para casa.
Secuencia tremenda, muy cinematográfica por cierto, en la que "Marta" escucha y asiste desde entre las plantas a los negocios sucios de su esposo, confirmando el trapicheo y estafas entre las que se encuentra.
Y la otra secuencia de hondura dramática. El de unas pobres chicas narrándose su pasado y temiendo el presente (como "Fiona" y "Alba" respectivamente) como salida para poder abortar. "Alba" dudaba en contárselo primero a "Rafa" y creo que debía de haber sido así. Por no hablar de aquellas secuencias en las que la hermana de "María", "Leonor", narrado esta tarde por la propia "María", perdió su criatura porque un asesino policía de la Social, "Parrado"; aquello fue algo inconmensurable. Muy valientes estas chicas perdidas en un London del 68 que Antonioni reflejó a la perfección una reflexión genial sobre la soledad en "Blow-Up"; solas ante un peligro y unas decisiones a tomar y unas esperanzas a cubrir y muchas lágrimas después. Aunque podía haberse rodado en London en algunas secuencias. Hubiera dado su gran caché.
Mañana se sabe que"Alba" no aborta pero ya no volverá a ser la misma. Le ocurrió como a aquel joven del "Verano del 42", que perdió la inocencia en aquel verano del 42, como narraba un jovencísimo Salvador Vidal al final de la película. Creo que no resuelve su tema pero es otra y devuelve el dinero
Con un recuerdo homenaje merecido a Luther King. En aquella época, en España, el 4 de abril del 68, con la palabra democracia desterrada, no se alcanzó a valorar toda la grandeza de taquilla persona en aquel convulso período esencial de la historia americana del siglo XX. En España se perdió el otro discurso necesario para comprender a Martin el de la relevancia de las conquistas civiles en el funcionamiento democrático de un país. Fueron momentos profundamente conmovedores y emotivos que recuerdo de cuando era niño y lo hablaban en casa mis padres o se escuchaba en RNE en las voces de Santos Paniagüa o de José Hernández Franch. El No-Do censuró la noticia.
"Roma no paga a los traidores". "Alonso ha comprometido a "Maroto" y creo que lo despide tras despreciarlo profundamente, como chivato y colaborador. "Alonso" está cavando su propia tumba desde muchos flancos. Yo adelanto que creo que lo van a matar un día.
Y "Manolita" está guerrera y la va a tener con "Fuen" que es una metete de toma pan y moja. ¡Preciosa Catalina!
Manolita esta floja y la veo muy alterada y no se es por el guion pero no me gusta tanto. Tu escrito en defensa de nosotras inmejorable.
ResponderEliminarOye mi paisana Blanca Parés esta muy bien. Me gusta cada día más y veo eres justo porque después de como te trató aquel día en su muro de Puente Viejo merece que ni hablaras de ella. Mi madre es de esa generación de la que hablas y cuenta cosas parecidas. Bona nit José Ignacio
ResponderEliminarQue delicadez sutileza tenes para con nosotras las mujeres. Se nota que eres un hombre educadisimo y respetuoso. Tu tambien pareces un seductor como Barrantes.Un beso de tu admiradora
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