Los cargos pasan. Las personas y los pensamientos como Antonio
permanecerán por siempre. Todo lo que contó y analizó sobre el Régimen del 77 es verdad y es la gran verdad además. Y sobre la
prensa dijo algo con lo que no puedo estar más de acuerdo: O te vendes o
cierras. Porque debe de servir a los intereses del gobierno, porque el Estado
es el que paga la publicidad más rentable a los medios de comunicación. Por
ello todo es una manipulación en la prensa.
El Régimen golpista del 77 que surgió del franquismo lo encarceló para
que no pudiera revelar a los súbditos crédulos las claves de la iniquidad que
se perpetró tras el pacto de los franquistas con una oposición de PSOE
(desconocida en la lucha contra Franco) y el traidor PC, a los que Suárez los
corrompió con sólo una llamada de teléfono. A Fraga no, ya estaba convencido por franquista
que seguía siendo. Sin cortes constitucionales se hicieron con el poder, se
repartieron los votos y pasaron, los partidos, a componer una oligarquía de
aprovechados, órganos dentro del Estado que ni tan siquiera representaba a sensibilidades
que podían encajar con cada oligarquía. Y Antonio García Trevijano siempre lo
denunció. Un hombre que jamás mercadeó con sus ideas ni se vendió al golpismo. Íntegro
en un país de chaqueteros políticos y lameculos de cualquiera que les da un
plato de lentejas. Es uno de los pocos hombres honestos que jamás cambió la
versión, con una mente científica y muy libre, de un espíritu crítico,
aterrador y al que, hoy, varios medios y sus gobernantes dictadores, le seguían
sin tragar. ¡Descansa siempre en nuestra cultura y gracias mil por tus
enseñanzas sobre de donde proviene el mal y la corrupción en España! ¡Jamás lo
olvidaremos!
La Transición fue algo infecto. Creó una idolatra Constitución que,
hoy, nadie de la casta política partitocrática, desea reformar. Fue un modo de
vida antidemocrático para reparto de poder y prebendas y que, jamás, ha
representado a ningúna persona que ha ido a legitimarles, refrendando listas.
Sólo se sirvió a sí misma, a sus pactos de oligarcas emboscados en aparatos de partidos que
pueden consensuar con quien sea para alcanzar sus fines. Donde los súbditos
carecen de libertad política; un Régimen corrupto moralmente y que representa al
Estado; cobra de él; le sirve pero cuyo gran drama es que, todo, lo pagamos
nosotros que no podemos nio conformar ni proponer o echar al poder político en
manos de aquellos cuatro que se repartieron el futuro político desde el
golpismo y la Transición. Ni el parlamento legisla; ni los parlamentarios representan
a sus votante y sólo hacen lo que les mandan los consensos de los aparatos de
partidos; ni los jueces son independientes; ni el ejecutivo gobierna y manda a impresentables
jueces vendidos que den la cara por él, todo en un Régimen que hoy ha hecho
aguas pero que lo mantiene vivo la situación de cobardía, pobreza intelectual,
miedo, corrupción, pesebrismo, amiguismo, estómagos agradecidos, pasotismo, hastío,
alejado de la libertad política que la desconoce, de un pobre pueblo
miserabilizado por sus gobernantes. La contribución de García Trevijano a comprender
de dónde venimos y hacia donde nos estrellamos, es impagable.
Como dijo Enrique II de Plantagenet “Es una pena que todo se acabe y
que no seamos inmortales”, se lo dijo a Leonor de Aquitania. Hoy tenemos que
aprender a convivir sin él. Nos quedan sus libros, su pensamiento riguroso, honesto y valiente, sus vídeos, su recuerdo y su
enseñanza que impregnó nuestra razón como un guante dando sentido a todo el
caos de incomprensibilidad democrática
que exudan España y sus infames políticos. Tal vez lo que, él, estudió y trató
de llevarnos a su convencimientos y razón, florezca dentro de muchos años; pero
alcanzará en recto proceder justo a generaciones que tendrán delante suyo el
más grande tratado sobre la corrupción política denunciado que quitó la máscara
a la más grandes estafas política de la España del XX: El RÉGIMEN DE PARTIDOS TRAIDORES AL PUEBLO ESPAÑOL.
Sus enemigos más suaves le achacaban se quejaba de todo. Otros, como
periodistas de la COPE, que tenía mal carácter. Enfrentado a todo lo que no
consideraba democrático y que no lo era. Y su República Constitucional donde,
por primera vez en la historia de España, cupiéramos todos, si lo era. No la
república de las oligarquías, de los ricos o comunistas sino la de todos los
ciudadanos de verdad que elegirían al poder político que sí les representaría. ¡Enorme
pensador y persona republicana de verdad; escritor y político de ciencia
política de la de verdad y no la de la vividuría coyuntural para sangrar a las
clases trabajadoras y si te vi no recuerdo; recto hombre repleto de sabiduría,
independiente que desarrolló desde el cuento de la Transición y en toda su vida, un magisterio
intelectual para nuestro aprendizaje y una lucidez analítica para disfrute de
todos nosotros, siempre denunciando el sumidero de aquel espejismo de engaño
colectivo que fue la Transición y que aún se mantiene para los incautos.
Mucho de lo que hoy sucede se entiende desde unos partidos que se legalizaron
para ellos sin la libertad colectiva. Un engaño con unos pactos solemnes con
Suárez y Gutiérrez Mellado para que los mismos franquistas siguieran con el poder
y el primero de ellos, con un rey Juan Carlos, designado por Franco, franquista por encima de todo y todos, adorado por la casta que fue quien les mantenía el sueldo. Tras ello, una constitución en secreto, que nadie sabía se
estaba diseñando; un proceso constituyente imposible de digerir por su
ocultismo, sin alguna reforma política y que acabó en unas cortes legislativas
con arreglo a las leyes electorales franquistas.
Y todo continuó igual; los poderes fácticos; los consensos que eran distingo
con Franco; la prensa del franquismo siguió siendo la dominante y vino otra
subvencionada por el poder; todo ello lo
disertaba este luchador por la libertad política durante más de setenta años.
Todo lo subrogó a conseguir las libertades colectivas, contra Franco y contra
el Estado de Partidos. ¡SIEMPRE EN MI RECUERDO! ¡QUE EN EL INFINITO ENCUENTRES LA LIBERTAD ENSEÑADA!
Bueno es conocerle asi
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